Los problemas en la refrigeración previa al lanzamiento han llevado a la cancelación del lanzamiento de la cápsula Orión a bordo del cohete SLS. Así, a las 14:37 (hora peninsular española) de este lunes, 29 de agosto, se ha pospuesto oficialmente el lanzamiento de la primera fase del Programa Artemis, con el que se planea volver a enviar humanos a nuestro satélite en 2025.

Este habría sido un primer ensayo, de 42 días de duración, de lo que supondrá la primera parte del viaje de los astronautas de Artemis.

En la segunda fase, que se planea para 2024, se realizará exactamente el mismo vuelo, con tripulación humana a bordo. Y, finalmente, en 2025, no se limitarán a orbitar. Orión se acoplará con el orbitador Gateway y, desde allí, la tripulación se llevará en un aterrizador hasta la Luna. Aún falta para eso, de momento hay que esperar que todo vaya bien en el segundo intento, el próximo 2 de septiembre.

Algunos problemas previos

La ventana de lanzamiento para que SLS pudiera impulsar correctamente a Orión hacia la Luna se abrió a las 14:33, hora peninsular española, 07:33 en México. Desde entonces, disponían solo de dos horas para hacer el lanzamiento. Como no ha sido posible, habrá que esperar hasta el 2 de septiembre a las 16:48 UTC (18:48 hora peninsular española), cuando se abre una nueva ventana. Si aun así sigue sin poderse, la siguiente será el 5 de septiembre.

Los problemas comenzaron durante las tareas de refrigeración de los motores, que siempre se realizan previamente, con tiempo suficiente. Principalmente han sido dos los percances que han preocupado a los científicos de Artemis. Primero ha sido el tercer motor RS-25 del cohete SLS el que no ha respondido al proceso habitual de enfriamiento con hidrógeno. 

Tras varias medidas sin resultado, se probó a cerrar las válvulas de los otros tres motores, para que el hidrógeno pasase con más presión, pero tampoco dio resultado.  Además, los ingenieros en Cabo Cañaveral tuvieron que lidiar con la aparición de escarcha, que podría indicar la existencia de alguna fuga. Ante estas dos incidencias, no quedó más remedio que parar la cuenta atrás cuando solo quedaban 40 minutos para la apertura de la ventana de lanzamiento.

Y por si eso fuera poco, justo antes de la apertura de la ventana de lanzamiento, las condiciones climatológicas dieron un giro que puso aún en más peligro el procedimiento. Hoy no era el día y no ha quedado más remedio que cancelar.

La misión de Artemis

El objetivo en esta primera fase es simplemente comprobar que tanto la nave Orión como SLS, el cohete más potente que jamás se ha construido, son capaces de llegar hasta la Luna sin problemas. Además, llevan a bordo tres maniquíes encargados de medir los niveles de radiación que tendrán que soportar los astronautas en el viaje.

Esto es muy importante, porque la misión a largo plaza del Programa Artemis es la construcción de bases en la Luna. Ya no se trataría de una pequeña visita a nuestro satélite, sino de una larga estancia. Es importante que los astronautas estén preparados para pasar allí largos periodos, como se hace actualmente en la Estación Espacial Internacional. Y, a pesar de los viajes del Programa Apolo, la Luna sigue siendo un territorio bastante desconocido. Cuantos más pasos se den para prepararse, mucho mejor. 

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