Un hombre italiano de 36 años ha dado positivo por COVID-19, viruela del mono y VIH después de un viaje a España. Tras comenzar a encontrarse mal, acudió a urgencias de un centro médico de su país, donde reconoció que en sus vacaciones había mantenido relaciones sexuales sin protección. Los síntomas y los diagnósticos fueron sucediéndose: primero la COVID-19, después la viruela del mono y finalmente el VIH.

Desde que se dio a conocer la salida de la viruela del mono de África, comenzaron los temores a que alguien se contagiara a la vez con ella y con el SARS-CoV-2, causante de la COVID-19. Del mismo modo que en su día se temió que este último pudiera interactuar con el virus de la gripe, se pensaba que podría empeorar el pronóstico de las enfermedades resultantes. Sin embargo, el hombre se ha recuperado sin problema de estas dos infecciones y ha recibido el alta un mes más tarde, una vez curadas las lesiones cutáneas de la viruela. El caso del VIH es diferente, pues necesitará tratamiento toda la vida. No obstante, no se le han detectado complicaciones.

En realidad, no se puede descartar que la COVID-19 y la viruela del mono ya hayan coincidido antes en una misma persona. Como tampoco se pudo descartar con la gripe. Generalmente no suele ocurrir nada, al igual que no ha ocurrido nada especialmente grave con la coinfección de los dos primeros virus en este paciente italiano. Pero, si no ocurre, mucho mejor. 

COVID-19, viruela del mono y VIH en un solo cuerpo

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Foto por Mufid Majnun en Unsplash

Según cuentan desde Antena 3, el protagonista de esta historia viajó a España entre el 16 y el 20 de junio. Unos días después de su vuelta comenzó a experimentar fiebre alta, dolor de garganta, cansancio, cefaleas y crecimiento de los ganglios en la zona de la ingle. Esto le llevó a realizarse pruebas de COVID-19 que arrojaron un resultado positivo.

No obstante, el mismo día que recibió el positivo comenzaron a aparecer en su brazo las lesiones características de la viruela del mono. Estas fueron extendiéndose por el cuerpo, dejando poco lugar a dudas, por lo que fue trasladado al Hospital San Marco, de Catania, donde se realizaron las pruebas que confirmaron este segundo virus. Pero cuál fue la sorpresa del paciente y los sanitarios al comprobar que también dio positivo en VIH.

Cabe destacar que este último virus fue el único del que podría haberse librado si hubiese tenido las relaciones con protección. Ni la COVID-19 ni la viruela del mono se consideran infecciones de transmisión sexual, aunque, lógicamente, también pueden contagiarse por esta vía. Él es un claro ejemplo. 

La mala suerte quiso que diera positivo en los tres virus, aunque los dos primeros se curaron sin problema. Ahora bien, ¿podría haber pasado algo peor?

Cuando los virus convergen

El pasado invierno del hemisferio norte se habló mucho sobre el supuesto peligro de la coinfección de SARS-CoV-2 y virus de la gripe. Se le puso incluso un nombre: flurona. Era cuestión de tiempo que ocurriera y, como es lógico, se detectaron algunos casos, aunque posiblemente la mayoría pasaran desapercibidos.

En personas sanas esta coinfección no revistió ningún problema, aunque se temió por personas vulnerables. Esto se debe a que, en realidad, el peligro de estas coinfecciones podría estar en la respuesta del propio sistema inmunitario. A veces, cuando nuestro sistema de defensa reacciona contra un patógeno, su encarnizada lucha puede afectarnos a nosotros mismos. Sería como cuando se libra una batalla entre soldados a caballo. El terreno queda pisoteado y demacrado. Y ese terreno somos nosotros.

Esto solo ocurre en casos extremos o con determinados factores de riesgo. No obstante, si son dos los patógenos contra los que tiene que enfrentarse el sistema inmunitario, puede que el terreno sufra más. 

Además, con otros microorganismos se ha considerado la posibilidad de que un patógeno potencie el efecto de otro y convierta al paciente infectado en supercontagiador. Pero ese sería también un caso raro.

De momento, parece que este paciente italiano se ha librado de complicaciones, dentro de lo que cabe. No obstante, lo mejor es no jugársela y, sobre todo, usar preservativo para evitar que un tercer virus se sume a la fiesta. Nuestro sistema inmunitario es magnífico, pero a lo mejor lo estamos exponiendo ya a demasiadas pruebas.