En la primera escena en que aparece el ya icónico Piccolo Daimaku, Dragon Ball Super: Super Hero deja claro que lo que se verá a continuación es un homenaje. La figura del personaje es una versión estilizada del original y animada con tecnología de punta.
Pero, aun así, conserva su mal humor y sentido de la responsabilidad. Todo es familiar, mientras el héroe busca respuestas acerca del villano de turno y cómo vencerlo. Todavía mejor: es una muestra de las intenciones del director Tetsuro Kodama con la producción.
No es solo un añadido al siempre creciente universo de Dragon Ball, sino una gran mirada a su totalidad. Una revisión a más de treinta años de la historia en pantalla y en el manga. Por último, un agradecimiento a la fidelidad de los fanáticos que disfrutaron desde la niñez las sucesivas transformaciones, enfrentamientos y batallas de sus personajes.
Dragon Ball Super: Super Hero
Dragon Ball Super: Super Hero es un regalo para los fanáticos. Y cualquiera de ellos lo sabe casi de inmediato. En la primera escena en que aparece el ya icónico Piccolo Daimaku, el film deja claro que lo que se verá a continuación es un homenaje. La figura del personaje es una versión estilizada y animada con tecnología de punta del original. Pero, aun así, conserva su mal humor y sentido de la responsabilidad. Todo es familiar, mientras el héroe busca respuestas acerca del villano de turno y cómo vencerlo. Todavía mejor, es una muestra de las intenciones del director Tetsuro Kodama con la producción.
Queridos héroes en un mundo nuevo
¿Muy trillado en una época en que el género de superhéroes lo abarca todo? Ese es el mayor reto que Dragon Ball Super: Super Hero debe superar, pero lo logra con el recurso de ser una divertida aventura de la historia de la que procede. Además, le añade emoción y madurez. El paso del tiempo se incluye dentro de la trama y de pronto todo pareciera apuntar a un crecimiento interior. La película, que se estrena cuatro años después de Dragon Ball Super: Broly, es un replanteamiento de algunos de sus personajes.
Si antes Goku y Vegeta fueron las figura de poder indiscutible, en esta ocasión lo serán Piccolo y Gohan. Una curiosa elección que agrega algunas capas de sensibilidad a una saga conocida por su sentido del humor absurdo y extravagantes luchas animadas.
Sin embargo, la nueva producción encuentra una forma de explorar, al mismo tiempo, algunas ideas distintas y tan interesantes como la paternidad, la amistad y el sentido del sacrificio. Una propuesta que sorprende, desde el punto de vista de un animado considerado con frecuencia fuente de diversión sencilla, cuando no ingenua.
Dragon Ball Super: Super Hero, salvar el mundo de nuevo tiene su chiste
Con Piccolo convertido por primera vez en el protagonista, su personalidad pone el acento al argumento entero. En especial, cuando los primeros diez minutos relatan cómo el guerrero tendrá que resolver a solas el conflicto de turno.
O, al menos, durante buena parte de la narración. El héroe de piel verde irá de un lado a otro para ordenar el mapa del desastre en puertas. Y aunque se trata de un esquema habitual para contar el universo de Dragon Ball, en la película es también un recurso= para algo más.
Se trata de un pequeño truco para mostrar, con ingenio, el desarrollo del personaje. Además, deja claro que la evolución de su perspectiva sobre la responsabilidad, cambió. En particular, cuando el guion hace énfasis en su relación casi paternal con Gohan. Este, a su vez, también es un padre. De modo que todo el argumento se inclina a mirar con amabilidad la protección de los inocentes de fuerzas más poderosas.
Diversión al estilo de un grupo de héroes entrañables
Pero Dragon Ball Super: Super Hero está basada en el carácter de la obra Tetsuro Kodama y no lo olvida. Hay todo tipo de referencias, diálogos explicativos y análisis para dejar claro su herencia. En específico, cuando se muestra al enemigo central, la ya conocida por los fanáticos Patrulla Roja. Destruida por Goku en su momento, la organización regresa gracias a los esfuerzos del hijo de su creador. De nuevo, la conexión peculiar entre herencias y logros compartidos se enfatiza.
La Patrulla Roja se unirá al desconocido Doctor Hedo para enfrentar al grupo de héroes tradicionales. Pero incluso el científico es un añadido que recuerda al pasado. Se trata de una nueva versión del nieto del Doctor Gero, que ya apareció en Dragon Ball Z. De modo que Dragon Ball Super Hero muestra al mundo de la serie en una nueva dimensión.
Bolas de dragón para una nueva generación
El largometraje, que tiene como guionista al creador de la serie, Akira Toriyama, es casi un obsequio para los fans. Lo cual, para su segundo tramo, se convierte en un problema que superar. ¿Puede el público que no está familiarizado con las transformaciones, escenarios y batallas, comprender la película?
El argumento supera el reto a fuerza de imaginación, inteligencia y buen sentido de su legado en el mundo del manga. La historia de Gamma 1 y 2, los androides gemelos que deben decidir lealtades, es un añadido de agradecer. Una bocanada de aire fresco que rompe el ciclo de villanos y héroes.
Además, la producción utiliza pequeños golpes de efecto, diálogos explicativos y curiosas secuencias de enlace. Gracias a lo cual, logra durante sus diez primeros minutos narrar todo lo necesario para el espectador eventual. Nada queda al azar y uno de los mayores logros de Dragon Ball Super: Super Hero es recrear la percepción de una trama robusta e independiente.
Dragon Ball tiene mucho peso en la cultura popular. La historia abarca más de treinta años. Con los 519 capítulos incluidos en 42 volúmenes tankōbon del manga y los 600 episodios, es un trayecto extenso que une a fanáticos de todas las edades. Su más reciente película lo recuerda y deja claro que se trata del mismo escenario, con la misma mirada sobre el héroe. A fuerza de puños, esfuerzos y una que otra transformación, el bien triunfará. Es el mensaje inocente que la película recuerda como el mayor legado del fenómeno del que procede.