La cuarta temporada de Stranger Things, uno de los buques insignia más evidentes de las series de Netflix, puede considerarse la mejor de las que se han estrenado hasta la fecha mientras se aguarda la quinta. Su misterio específico sobre el Mundo del Revés y los monstruos que allí moran y los dramas emocionales de los protagonistas son los de mayor interés, las revelaciones nos impactan como nunca antes y contiene al menos tres secuencias magníficas.

Boquiabiertos nos dejan los tramos finales de los capítulos “Dear Billy” (4x04) y “The Massacre at Hawkins Lab” (4x07) y el de las confrontaciones definitivas, a cámara lenta, en “The Piggyback” (4x09). Sobre todo, por las fabulosas composiciones audiovisuales que Shawn Levy y los Hermanos Duffer nos han regalado en ellos. Pero también gracias al guion escrito por los segundos y la interpretación memorable de Jamie Campbell Bower en la piel del gran villano.

Aun así, hay espectadores y críticos que, sorprendentemente, preferirían que se hubiesen centrado solo en los nuevos homicidios de Hawkins y que, entonces, se hubiesen ahorrado la trama soviética, en la que Jim Hopper procura escaparse del campo de prisioneros en el que le han recluido tras haberle secuestrado al final de la temporada tres y, además, Joyce Byers y Murray Bauman aterrizan en Kamchatka para sacarle de allí y traérselo de vuelta a Estados Unidos.

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Escena en Rusia de Stranger Things 4
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La narración adecuada de los Hermanos Duffer

La razón que esgrimen es que las secuencias que los Hermanos Duffer y su equipo creativo dedican a esta parte del argumento no sirven para nada, que no aportan mucho al hilo narrativo principal, el conflicto con el monstruoso Vecna —primero conocido como Henry Creel o One—, del cual hemos descubierto, por otra parte, que se trata del de toda Stranger Things desde el inicio porque este sujeto ha estado siempre tras las incursiones y la violencia del Mundo del Revés en Hawkins.

Sin embargo, creemos que se equivocan. Hay que pensar en las necesidades de desarrollo y verosimilitud del relato de Netflix y, por otra parte, en los dos puntos de importancia dramática a los que conduce o, bueno, en los que llega a concluir la aventura desagradable de Jim Hopper y compañía en aquella península gélida de Rusia, al otro lado del estrecho de Bering desde el estado yanqui de Alaska. Con ello en mente, lo ocurrido en la cárcel se encuentra perfectamente justificado.

En la escena poscréditos de la tercera temporada de Stranger Things, nos dan a entender que Jim Hopper no ha muerto en la explosión para impedir la apertura de un portal al Mundo del Revés en “The Battle of Starcourt” (3x08), sino que, como hemos dicho antes, ha sido raptado por los soviéticos, como nos muestran en la escena inicial de “Vecna’s Curse” (4x02). Y debemos tener presente el peso emocional de su desaparición y que, para recuperarle, se precisa una historia adecuada.

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La pensada estructura de la cuarta temporada de ‘Stranger Things’

No podríamos ver a los Hermanos Duffer como buenos narradores si solucionasen el asunto de Kamchatka con dos fruslerías de guion. Huir de un estado totalitario es objetivamente difícil, máxime si uno se encuentra bajo custodia, pertenece a un país enemigo y a sus captores no les agrada ni una pizca por entrometerse y frustrar sus proyectos en Estados Unidos. Y el rescate que pretenden Joyce Byers y Murray Bauman tampoco resulta nada fácil por las mismas razones.

De manera que debían transcurrir los capítulos de la temporada cuatro de Stranger Things para que nos lo cuenten sin precipitarse. Muy en especial, porque un regreso prematuro de Jim Hopper le habría quitado fuerza a su sacrificio, al dolor por su supuesta muerte, a su cautiverio, a las peripecias para volver a casa y a los emotivos reencuentros posteriores. Además, había que ahondar en el papel de la Unión Soviética en cuanto a sus enigmáticos experimentos sobre el Mundo del Revés.

Por otro lado, la estructura que los Hermanos Duffer nos han propuesto se basa en el objetivo de que los personajes, separados por muchísimos kilómetros, confluyan en la batalla contra la mente colmena del villano en “The Piggyback” con ese alucinante montaje alterno de las distintas confrontaciones —las dos de Vecna, la de los demomurciélagos y la de los demogorgones—, y al final, reencontrándose todos para ser testigos de la hecatombe en Hawkins y seguir luchando en el futuro.