Prime Video ya ha enseñado las primeras imágenes de la serie Los Anillos del Poder, la producción más ambiciosa de la plataforma hasta ahora. El show, que se estrenará el próximo 2 de septiembre, es uno de los títulos que más están dando de qué hablar desde hace tiempo. Y razones no faltan. Se trata del esperado regreso a la Tierra Media, a la vez, que una mirada por completo distinta a la ya icónica de Peter Jackson con El Señor de los Anillos.
En el avance pudieron verse fragmentos de la historia y la formidable envergadura de la producción. Pero, otra cosa también llamó la atención de los fanáticos: el hecho de que la narración es por completo inédita. Un fenómeno que hasta entonces no había ocurrido con el material relacionado con la obra de J.R.R. Tolkien. El conjunto de material, tanto el publicado durante la vida del escritor como el póstumo, se encontraba bajo el férreo control del hijo del autor, Christopher Tolkien. Y, hasta ahora, cada obra relacionada con el mundo imaginado por su padre, se encontraba bajo estricto control.
Algo que cambió, o eso sugiere el avance de Los Anillos del Poder, después de su muerte en 2020. Por curioso que parezca, la serie podría ser el primer producto derivado de la obra de J. R.R. Tolkien que muestre una historia ambientada en su universo, pero sin que haga referencia a lo escrito directamente por el autor. Eso pone a la serie de Prime Video en un lugar nuevo en medio del extenso universo creado por el escritor. A la vez, es todo un experimento visual y argumental que intriga, preocupa y desconcierta a los fans a partes iguales.
Los Anillos del Poder, una obra que las contenga a todas
La historia de la serie está ambientada en la Segunda Edad de la Tierra Media y mucho antes de los sucesos narrados por la célebre trilogía cinematográfica. Por lo que los showrunners Patrick McKay y J.D. Payne recurrieron a una idea cuya audacia resulta sorprendente. Imaginar todas las historias que Tolkien no narró sobre la creación de Los Anillos del poder. Se trata de un golpe de efecto que aleja a la serie de lo que hasta ahora se contó en el ámbito literario y el cinematográfico. A la vez, entra en la delicada región de la versión libre, algo que hasta ahora no había ocurrido con la obra de Tolkien.
De hecho, tanto McKay como Payne se han cuidado mucho al utilizar el término adaptación para su obra. En la larga entrevista que ambos ofrecieron a Vanity Fair en febrero, tanto uno como el otro dejaron claro varios puntos. Entre ellos, que la obra estará ambientada — y no basada directamente — en la obra de Tolkien.
Por otro lado, que aunque se trate de un material que usa los personajes, lugares y dialectos de Tolkien, no fue escrita por el autor británico. En varios puntos de la entrevista, los artistas insistieron en que toda la narración está conectada de forma directa al libro que Tolkien “nunca escribió”. En otras palabras, rellenar los puntos en blanco sobre narraciones mayores, que en los libros, forman parte de la mitología tolkiana.
De hecho, los showrunner aclararon que su universo se encuentra cuidadosamente restringido. A la pregunta de qué derechos posee Prime Video, Payne explicó que el material de origen está delimitado con cuidado. “Solo tenemos los derechos de La comunidad del anillo, Las dos torres, El retorno del rey, los apéndices y El hobbit”, explicó el ejecutivo. “Y eso es todo. No tenemos los derechos de El Silmarillion, Cuentos inconclusos, La historia de la Tierra Media o cualquiera de esos otros libros”.
La aclaratoria aumentó aún más las preocupaciones de los fans, que se preguntaron cuál era el material que podría adaptarse. Mucho más, cuando las historias que mencionan los showrunners fueron relatadas en la trilogía cinematográfica. La respuesta de McKay dejó claro entonces que la serie atravesará terrenos inéditos para la obra de Tolkien.
Más sorprendente aún, que escribirían todo tipo de nuevo material en un conjunto de relatos que, hasta ahora, se habían mantenido íntegros. “Hay una versión de todo lo que necesitamos para la Segunda Edad en los libros de los que tenemos derechos”, detalló McKay. “Mientras estemos pintando dentro de esas líneas y no contradigamos de manera notoria algo para lo que no tenemos los derechos, hay mucho margen de maniobra y espacio para dramatizar y contar algunas de las mejores historias que [Tolkien] haya inventado”.
Un trasfondo incómodo que analizar y comprender en la serie de Prime Video
Un ejemplo reciente de la reinvención de la obra de Tolkien con resultados no del todo satisfactorios, fue el romance entre la elfa Tauriel y Kili, el enano. La historia se convirtió en un añadido poco convincente en la trilogía El Hobbit. Pero según el propio Peter Jackson, se trató de un homenaje cuidadoso a otras parejas clásicas de la obra tolkiana.
El amor desventurado entre la elfa y el enano podría compararse con el de Beren y Lúthien, Aragorn y Arwen, todos incluidos en el canon de Tolkien. Pero incluso en la forma cuidadosa en que Jackson y su equipo analizaron la línea narrativa, terminó por irritar a los fanáticos más puristas.
Lo mismo ocurrió con libertades creativas de todo tipo que desvirtuaron el material original. Pero en el caso de Jackson, la obra original siempre seguía siendo la base de toda la narración en el cine. En el caso de Los Anillos del Poder, la situación es por completo distinta. Tanto como para que después de haber analizado el tráiler recién estrenado, sea evidente que es una historia sin relación con la obra de Tolkien. O al menos, una que intentará la proeza de escribir — desde el salón de guionistas — una obra que pueda completar el clásico literario fantástico.
Los Anillos del Poder, en terreno sensible
La serie atraviesa varios potenciales problemas. O al menos, la posibilidad de que termine por ser un material derivado que choque de manera frontal con la obra de Tolkien. Pero según Payne, y a pesar de sus limitaciones de derechos, hay toda una extensión de material que puede ser versionado. “Tomamos todas estas pequeñas pistas y las consideramos estrellas en el cielo. Luego, las conectamos para escribir la novela que Tolkien nunca escribió sobre la Segunda Edad”, dijo Payne a Vanity Fair.
Pero además de imaginar el cómo Tolkien habría resuelto escenas y conflictos, también deberán evitar flashbacks o ideas que tropiecen con el derecho de autor. De modo que la serie no podrá utilizar saltos de tiempo a la Primera Edad y El Silmarillion, que aún pertenecen a los herederos de Tolkien.
Pero no es el único bache legal con el que debe lidiar la libertad creativa de Los Anillos del Poder. Otro punto que exploró la producción, y que el tráiler mostró, fue el contexto del mundo tolkiano. O al menos, como se concibe en la cultura pop. Muchas de las imágenes son ligeramente distintas a la trilogía del Señor de los Anillos. Aunque es evidente transcurren en lugares parecidos, Prime Video trató de crear su propia versión.
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Los nuevos parajes de Los Anillos del Poder
¿El motivo? El hecho de que muchos de los diseños el cine fuesen creados específicamente para la producción de Peter Jackson. De modo que están protegidos por el derecho de autor. Un tema que se menciona directamente en Vanity Fair y que pone a la serie en la situación de crear toda una nueva versión visual del mundo de Tolkien. El resultado puede parecer una rara mezcla de tendencias, referencias y, lo que es aún más complicado, del amplio bagaje mitológico del autor.
Pero, con inusual optimismo, los showrunners están convencidos de que el resultado será sólido.“Trabajamos en conjunto con académicos de Tolkien de renombre mundial y el patrimonio de Tolkien. Todo para asegurarnos de que las formas en que conectamos los puntos fueran tolkianas. También, que encajaran con la comprensión del material por parte de los expertos y del patrimonio”, explicó Payne.
Todavía restan algunas semanas para analizar el resultado en multipantalla de la serie Prime Video. Pero algo es evidente: la serie corre un riesgo inédito en el mundo de Tolkien. Uno que puede ser un triunfo. O un fracaso resonante que cambie para siempre, la relaciones entre los herederos del escritor y sus obras en el mundo streaming.