Elon Musk anunció oficialmente que ya no tiene intención de concretar la compra de Twitter, una decisión que se fue haciendo más evidente con el paso de las semanas. A diferencia de anteriores ocasiones, donde el propio directivo dejaba entrever el retiro de su propuesta, esta vez ha presentado un documento legal para formalizarlo. Desde luego, su equipo de abogados agregó los motivos que lo llevaron a dar marcha atrás.
En semanas recientes, Elon Musk ya había mostrado su molestia con Twitter porque, según él, la red social no era transparente respecto al porcentaje de bots que habitan la plataforma. El documento legal presentado hoy ante la SEC sigue la misma línea. "El Señor Musk está rescindiendo el acuerdo de fusión porque Twitter está incumpliendo materialmente múltiples disposiciones de ese acuerdo. Parece haber realizado representaciones falsas y engañosas en las que se basó el Sr. Musk al celebrar el acuerdo de fusión, y es probable que sufra un efecto material adverso para la empresa"; y agregan:
"Durante casi dos meses, Musk ha buscado los datos y la información necesarios para hacer una evaluación independiente de la prevalencia de cuentas falsas o spam en la plataforma de Twitter. Twitter ha fallado o se ha negado a proporcionar esta información."
Equipo legal de Elon Musk
El texto reitera que, para seguir adelante con la compra, Elon Musk había acordado múltiples condiciones con Twitter, mismas que supuestamente no se han respetado. "El Sr. Musk tiene derecho a solicitar la rescisión del acuerdo de fusión en caso de que se determine que estas representaciones materiales son falsas".
Más allá de la información requerida sobre la presencia de bots y las estrategias para combatir el spam, Elon Musk también había solicitado datos financieros. Específicamente, el modelo financiero con el que Twitter planeaba afrontar el presente año. De acuerdo al equipo legal de Musk, la compañía liderada por Parag Agrawal solo les ofreció un PDF de una presentación del consejo a Goldman Sachs.
Twitter se mantiene firme
Si bien el documento formaliza la intención de retirar la oferta de 44.000 millones de dólares, presentada apenas el pasado 25 de abril, no quiere decir que cada parte involucrada se olvida de la situación y sigue su camino. De hecho, es muy probable que surja un complejo proceso legal hasta dar por finalizada completamente su propuesta de compra; suponiendo que llegamos a ese puerto.
En Twitter ya se han pronunciado al respecto y, por supuesto, planean seguir adelante con el proceso de compra pese a la decisión de Elon Musk. De lo contrario emprenderán acciones legales contra el magnate.
"El consejo de Twitter se compromete a cerrar la transacción con el precio y los términos acordados con Musk y planea iniciar acciones legales para hacer cumplir el acuerdo de fusión. Confiamos en que prevaleceremos en el Tribunal de Cancillería de Delaware.
Bret Taylor.
Aunque el contenido del documento podría da a entender que Twitter no ha hecho absolutamente nada para atender las solicitudes de Elon Musk, los hechos indican otra cosa. En junio, la compañía le facilitó el acceso a Firehose, una herramienta con la se puede analizar casi cualquier dato que circula en la red social en tiempo real. Además, Twitter ha sido muy transparente con las estrategias para compartir la desinformación y el spam. Constantemente comunican a sus usuarios la forma en que lo hacen.
¿Qué sigue?
En estos momentos, cada parte tiene posturas muy distintas. Elon Musk dice que Twitter no cumplió el acuerdo, y la red social se muestra confiada en respaldar su verdad. Por lo tanto, le corresponde a cada uno presentar las pruebas suficientes ante la SEC. Es poco probable que la situación se resuelva a corto plazo, así que prepárate para una novela que se va a prolongar por un largo periodo tiempo.
En el acuerdo de compra, había una multa establecida de 1.000 millones de dólares en caso de que Elon Musk, tras un posible bloqueo regulatorio —o cualquier otro obstáculo externo—, decidiera desvincularse del proceso de adquisición. El problema para el magnate es que su decisión no se debe a un factor externo a las dos partes, sino a una acusación propia. Entonces, Twitter puede emprender una demanda que le lleve a Musk a pagar varios miles de millones de dólares.