Los mandos con paletas traseras se han ganado el apellido de SCUF por un motivo. La compañía, ahora perteneciente a Corsair, es la seña de identidad de los mandos profesionales. Aunque se habían hecho esperar, por fin los usuarios tienen disponibles los mandos personalizados para PS5. El SCUF Reflex es la evolución de los mandos profesionales que, independientemente de tu nivel, aumentarán las probabilidades de que ganes la partida en tu Battle Royale favorito, como Warzone.

Hemos tenido la oportunidad de probar a fondo el nuevo SCUF Reflex para PS5 en su modelo FPS, personalizado, y sin duda es una gran evolución del modelo Impact para PS4. De nuevo, la compañía utiliza el DualSense de PS5 para añadir nuevas funcionalidades y posibilidades de personalización, ofreciendo el paso extra que, de momento, no tienen los usuarios de PS5.

Y es que lo primero que llama la atención respecto al Impact es que el SCUF Reflex tiene una construcción sobresaliente. No es tónica habitual en los mandos personalizados, que generalmente los cambios en las placas delanteras no son de la misma calidad que las originales. Aquí SCUF sí que pone la carne en el asador, y lo cierto es que al tacto, el Reflex FPS se nota, incluso, más sólido que el original de Sony. Si es cierto que este Reflex FPS, al ser personalizado, incluyo un grip gomoso en la parte trasera, que le da mayor empaque al mando y le hace mucho más sólido (y antideslizante):

Pero empecemos por el principio: las diferencias fundamentales entre el mando original de PS5 y el SCUF Reflex son tres: gatillos instantáneos en los botones R1/L1 y R2/L2 (similar a un clic de ratón) ideal para los shooters, cuatro botones/palancas traseras remapeables con posibilidad de alternar entre tres perfiles y sticks intercambiables en caliente. Estos últimos con posibilidad para modificar no solo su aspecto (cóncavo/convexo) también su altura o su diámetro. Aunque la compañía también ofrece la posibilidad de eliminar los motores de vibración para aligerar el peso del mando. Dado que es una de las funciones estrellas del DualSense, hemos decidido mantenerlo, aunque la posibilidad está ahí.

SCUF Reflex: un mando 100% personalizado para cada jugador

De hecho, uno de los puntos fuertes y de las novedades más importantes del SCUF Reflex que se incorporaban hace relativamente poco era las opciones personalización. SCUF permite ahora, a diferencia del lanzamiento, personalizar cada uno de los componentes del mando. Desde el aspecto y el diseño del mando, incluyendo la placa delante, el touchpad o los botones, hasta la posibilidad de añadir agarres antideslizantes, el color y el comportamiento de los gatillos o la placa inferior o los anillos de los propios sticks.

Eso sí, la personalización debe hacerse a la hora de comprar el mando, puesto que por el momento no podrás comprar los componentes extras personalizados después de hacerte con el mando. No obstante, si la compañía mantiene las mismas opciones que con los modelos anteriores, esto será posible en el futuro. Lógicamente, cada componente personalizado añade un coste adicional al mando, y aquí el límite lo pone el usuario.

El proceso de personalización del mando es muy sencillo, y a través del proceso de compra podremos cambiar las diferentes opciones de mando:

El funcionamiento del SCUF Reflex es idéntico al DualSense porque, en realidad, no es más que un DualSense personalizado y modificado. Esto implica que su conexión a la consola es simple: solo hay que conectar el cable, actualizar el mando y listo. Pero también supone que no hay opciones en la consola. A diferencia de Xbox Elite, aquí no tenemos app en la consola ni opciones para personalizar el mando, y lo cierto es que las palancas traseras, que son personalizables, se configuran de forma manual a través del propio mando.

El combo de gatillos, palancas y sticks: la piedra angular del SCUF Reflex

Es muy sencillo, y únicamente requiere una pulsación en el botón dedicado, pulsar la palanca elegida y en el mismo tiempo el gatillo/botón que queramos remapear. Listo. El mando trae configurados tres perfiles por defecto almacenados en su memoria con las configuraciones de palancas más habituales: azul para FPS, rojo para deportes y verde para carreras.

No obstante, podemos remapearlos como queramos y asignar, por ejemplo, un perfil para cada juego: uno para Warzone, otro para Apex y otro para Battlefield, por ejemplo. De nuevo, aquí queda a gusto del usuario. Y por cierto, podemos elegir si tener dos o cuatro palancas traseras, o incluso una. Se puede quitar y poner a gusto del usuario y para quitarlas solo hay que tirar de ellas.

El comportamiento de las palancas es rápida, y en según que juegos aumenta enormemente el tiempo de respuesta. No obstante, si eres malo en un juego, este mando no te va a convertir en un Pro, pero va a ayudarte bastante. De hecho, en títulos como Warzone, tener palancas traseras para poder hacer slide-cancel o saltar mientras disparas sin apartar los dedos de los sticks cambia diametralmente la forma de jugar.

No obstante, un pequeño aviso a navegantes: jugar con mando SCUF requiere un tiempo (en algunos casos largos) de adaptación. La memoria muscular tiene que reaprender que existen botones traseros que hasta ahora no tenías, por lo que hay que acostumbrarse. Y el tiempo dependerá de cada jugador. Es el aspecto más importante a tener en cuenta, puesto que no te convertirá en un jugador Pro de la noche a la mañana, si es que lo hace.

Los sticks intercambiables es otro de las grandes bondades del SCUF. Permite cambiar no solo el tipo de stick de cóncavo a convexo, también su altura. Puedes además incluir configuraciones mixtas, con el derecho corto y cóncavo y el izquierdo largo y convexo. Esta es la mejor configuración para FPS, pero hay que saber lo que se está haciendo. Es decir, poner un stick más largo implica que tenemos más recorrido por el stick y que los movimientos son más lentos, por lo que habrá que aumentar la sensibilidad en el juego.

Esto es un apartado muy personal, y cada cual deberá ir modificando la configuración y la disposición del mando para adaptarla a su juego.

SCUF Reflex FPS: ¿merece la pena?

Sobre el papel sí, mucho. Jugar con un mando SCUF cambia completamente la dinámica de muchos títulos, sobre todo de los FPS. No obstante, dependerá del usuario. Acostumbrarse a un sistema con palancas traseras no es para todo el mundo, y lo mismo sucede con el sistema de gatillos instantáneos. El SCUF Reflex es el mejor mando que existe para PS5, sin que ningún otro pueda hacerle sombra por calidad de construcción, prestaciones y posibilidad. No obstante, su mayor pero es el precio.

Si quieres un modelo totalmente personalizado, en cada uno de sus apartados el precio del mando se dispara hasta igualar, casi, el precio de la PS5 en su versión digital. El modelo básico, sin personalización, es más asequible y aceptable, pero también es caro comparado con el mando estándar o incluso con su alternativa de Xbox, el Elite 2. El mando se puede usar tanto en PS5 como en PC, y desde luego es la mejor alternativa del mercado, pero cada usuario tendrá que sopesar si su precio le merece la pena.

Lo que sí podemos decir es que con un mando SCUF, y una vez pasado el período de transición, tus partidas subirán de nivel. Y en muchos de los títulos competitivos tendrás una ventaja sobre el resto que solo ofrece un mando del tipo SCUF. Por algo es el modelo que usan los Pro.

El SCUF Reflex es un mando personalizado que exclusivamente se puede comprar a través de la tienda oficial de SCUF, y es único para cada usuario.