Netflix no pasa por sus mejores momentos. El gigante rojo del streaming ha afrontado su primera caída en número de suscriptores y ha abierto la puerta a modelos con los que se había perjurado que no experimentaría: la publicidad. Puede que sea un resfriado más que una enfermedad grave como se ha pintado más bien, pero lo que sí es cierto es que el modelo de crecimiento salvaje sobre el que se cimentaba ha gripado.

En este contexto, más allá de las propias explicaciones de la compañía, se ha abierto la caja de las especulaciones sobre qué podría hacer Netflix para intentar superar su crisis y ahí, la posibilidad de adquirir Roku, se ha situado como una de las primeras.

Roku Inc. es una empresa que se ha situado en un punto híbrido en las denominadas streaming wars: produce software y hardware sobre el que encajan muchas soluciones OTT y, debido a estar visión panorámica, podría ser el socio de Netflix perfecto.

Netflix tiene el contenido, Roku los dispositivos

Roku, presente en Estados Unidos y la mayoría de América Latina (en México ha enfrentado sentencias en contra por una demanda de Televisa porque sus dispositivos favorecían la piratería), pero no es España. Sus dispositivos y su software solucionan el siguiente problema: permite a los usuarios ver sin problemas miles de canales y todas las plataformas disponibles en un único lugar, y (y aquí estaría el principal interés de Netflix) sirve como intermediario entre los proveedores de contenidos y los anunciantes para llegar a esa audiencia.

Roku genera ingresos principalmente a través de la venta de publicidad, y después con la venta de sus propios dispositivos, desde una box a un stick similar al FireStick de Amazon. Con el tiempo, también ha creado y lanzando su propio televisor con la marca Roku.

La historia tras Roku

Actualmente, más de 51 millones de personas acceden a los servicios de Roku cada mes, desde el que se puede acceder a más de 10.000 canales en su plataforma.

Roku, con sede en San José (California), fue fundada en octubre de 2002 por Anthony Wood, quien, a día de hoy, dirige la empresa como su director general. Roku significa “seis” en japonés, para simbolizar el hecho de que es la sexta empresa que fundó Wood.

Wood es lo que la gente describiría como un manitas. Desde muy joven (nació en Manchester, Inglaterra, pero su familia se trasladó después a Georgia y Texas), se dedicó a experimentar con diversos componentes de hardware.

Después de pasar un año en Holanda como estudiante de intercambio, donde recibió clases de informática, entre otras, Wood volvió a casa, a Texas, y aprendió a programar por su cuenta.

Tras graduarse en ingeniería electrónica, Wood probó varias iniciativas hasta lanzar una empresa de software llamada iBand en 1995. El producto estrella de la empresa era un editor intuitivo y fácil de usar para páginas web basadas en HTML. Un año después, lo vendió a Macromedia por 36 millones de dólares.

El acuerdo convirtió a Wood en millonario a los 30 años, pero le obligó a permanecer en Macromedia un año más como vicepresidente de creación de Internet de la empresa.

Tras ello, salió y puso los cimientos de Roku. La idea de su nueva empresa surgió de la frustración de perderse los episodios de su serie favorita, Star Trek: The Next Generation, cuando se emitían en la televisión.

Para resolver ese problema, desarrolló uno de los primeros grabadores de vídeo digital (DVR) bajo la marca ReplayTV.

Al principio, Wood financió la empresa él solo. Más tarde incorporó a otros inversores, como Marc Andreessen, el creador de Netscape, que luego sería conocido por la empresa de inversiones Andreessen Horowitz.

El primer producto de ReplayTV salió al mercado en 1999 y costaría unos 1.000 dólares. Desgraciadamente, su mayor rival, TiVo, fue capaz de rebajar el mercado vendiendo DVRs por 500 dólares. Tras dos años de pérdidas, Wood se vio obligado a vender ReplayTV. La empresa de electrónica de consumo SONICblue acabó comprando la compañía por 42 millones de dólares. Wood, de nuevo, se quedó para ayudar a dirigir ReplayTV desde SONICblue.

Hacer fácil ver Netflix catapultó a Roku

Roku

Pero eso le llevaría a trabajar en el concepto de Roku, que sería su sexta empresa. Y ahí es donde los caminos con Netflix se empiezan a unir: llamó al director general y fundador de Netflix, Reed Hastings, y le invitó a comer. En lugar de invertir en Roku, Hastings le pidió a Wood que se uniera a Netflix como vicepresidente de televisión por Internet en 2007.

El objetivo era guiar a Netflix, que estaba desarrollando un reproductor de streaming propio (cuyo nombre en clave era Proyecto Griffin), a través de todos los pasos de producción necesarios.

Al final, Wood se dio cuenta de que prefería trabajar en Roku que ayudar a Netflix, así que acabó dejando el puesto a los 10 meses. Netflix, por su parte, decidió convertir el Proyecto Griffin en Roku, e incluso se convirtió en el primer gran inversor de la empresa, aunque vendió sus acciones unos años después.

Al final, Wood había aprendido de sus errores, lanzando el dispositivo a un precio asequible de 99 dólares. En su lanzamiento, el producto solo era capaz de transmitir contenidos de Netflix: fue el Netflix Media Player de Roku que vio la luz en 2008.

Eso cambiaría pronto. En cuestión de dos años, Roku fue capaz de añadir más de 50 canales más a su plataforma. Además de añadir más canales, Roku amplió su línea de productos, por ejemplo, presentando el Roku Streaming Stick (con la capacidad de reproducir incluso juegos como Angry Birds) en 2012.

Ese mismo año, Roku logró expandirse a su primer mercado extranjero al introducir dos de sus reproductores de streaming en Canadá, Irlanda y el Reino Unido.

Cuando Roku creció, la competencia también acechó. Amazon, en 2012, incluso hizo una oferta para comprar Roku. Wood la rechazó y decidió recaudar 45 millones de dólares de News Corp. y Sky UK en su lugar.

Sin embargo, como sus dispositivos de streaming tenían un precio tan bajo, Roku los vendía esencialmente a precio de coste. La empresa, por tanto, tenía que encontrar vías más rentables.

En 2013, Roku anunció que se asociaría con otros fabricantes de tecnología para llevar su sistema operativo a sus dispositivos. En concreto, colaboraría con empresas como Hisense, TCL, Coby Electronics y otras 11 para que su sistema operativo funcionara en sus próximos televisores inteligentes. Estas empresas pagarían una cuota de licencia a Roku.

Netflix y Roku: ¿Una alianza posible?

Este movimiento se convirtió en un éxito abrumador. En menos de dos años, Roku consiguió hacerse con más del 8% del mercado de televisores inteligentes de EE.UU. Roku siguió prosperando, en gran parte porque siguió siendo una plataforma independiente.

El año 2020, en particular, permitió a la empresa crecer enormemente con los confinamientos por COVID. La empresa fue capaz de añadir más de 14 millones de cuentas solo en 2020.

En los últimos tiempos, surgieron rumores de que la empresa empezaría finalmente a crear sus propios contenidos, que serían distribuidos por The Roku Channel. Esas especulaciones se convirtieron en una realidad parcial cuando, en abril de 2021, Roku anunció que convertiría el contenido de Quibi en Roku Originals (disponible en The Roku Channel). Posteriormente, añadió más programas e incluso comenzó a trabajar en unos 50 programas con guiones originales que serán producidos por la propia Roku.

En la actualidad, más de 2.500 personas trabajan para la empresa, que tiene oficinas en más de 25 ciudades de todo el mundo. Por ahora, los rumores sobre el interés de Netflix por Roku son solo especulaciones pero, parece evidente que sería una vía rápida para Netflix para expandir su negocio mucho más expansivo en el consumo de contenidos en el hogar.

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