La tercera temporada de Para toda la humanidad ha empezado fuerte, con Danny Stevens mostrando ser un digno hijo de Gordo y Tracy. Todo ocurre precisamente en su boda con Amber, celebrada en el hotel espacial Polaris. Inicialmente parece que todo va bien, pero algo se tuerce cuando un trozo de basura espacial golpea la ventana de una de las habitaciones. La gravedad en el interior de las instalaciones empieza a subir vertiginosamente, todo se llena de escombros y se rompe uno de los propulsores. En mitad de todo ese caso, se ve cómo los pasajeros empiezan a desvanecerse. ¿Pero por qué? 

En realidad, todo se debe precisamente a ese aumento en los niveles de gravedad. La tensión del capítulo va in crescendo a medida que asciende la cifra marcada en una pantalla de la sala de control. Tras el incidente los valores ascienden rápidamente, situándose en 2g, y la tripulación se muestra preocupada por el peligro que supondría que llegue a un valor 4. Es una preocupación lógica, puesto que ese aumento repentino de gravedad en personas no entrenadas puede ser fatal.

Es algo a lo que se someten frecuentemente los pilotos de aviones de combate, los astronautas e incluso los pilotos de fórmula 1. El resto de la población podemos experimentar un ascenso puntual, por ejemplo, cuando nos subimos en una montaña rusa. Pero nada que ver con lo que ocurre en el Polaris hasta que Danny salva a todos los invitados de su boda en un acto heroico. Ahora bien, dejando a un lado esas heroicidades de Para toda la humanidad, veamos por qué todas esas personas se marean y desmayan cuando aumenta la gravedad.

Gravedad y fuerza g

Aunque se conoce como fuerza g, este valor no hace referencia a una fuerza, sino más bien al resultado de una aceleración. Todos los cuerpos que reposamos sobre el planeta Tierra lo hacemos mientras su superficie nos atrae hacia ella con una aceleración de aproximadamente 9,8 m/s2. Eso sería el equivalente a 1g.

Ahora bien, a veces nos sometemos a otras aceleraciones muy intensas. Pueden ser verticales, como con un cohete que se lanza al espacio o un avión de combate que se lanza en picado. O también a causa de la fuerza centrífuga, cuando estamos en una montaña rusa o trazando una curva, como un coche de fórmula 1. En todos esos casos, los cuerpos pueden someterse a una aceleración mucho más intensa que la simple gravedad terrestre

El nivel de peligrosidad de un aumento de la fuerza g depende de factores como la postura del cuerpo, la ubicación o el tiempo que dura

El nivel de peligrosidad de un aumento de la fuerza g depende de factores como la postura del cuerpo, la ubicación o el tiempo que dura. Por eso, no es lo mismo un aumento brusco justo en la caída de una montaña rusa, que el aumento mantenido que se estaba produciendo en el Polaris de Para toda la humanidad. 

En una atracción de feria puede, como mucho, generarnos un pequeño mareo. Pero en la serie de Apple TV, así como en la vida real de pilotos o astronautas, puede ser bastante más peligroso.

Para toda la humanidad

¿Por qué se marean en 'Para toda la humanidad'?

Una fuerza g que exceda en gran medida la gravedad terrestre afecta al transporte de sangre oxigenada por nuestro organismo. Esta normalmente cuenta con una presión ejercida por el bombeo del corazón, que ayuda a llevarla a todos los órganos, tanto por encima como por debajo del pecho. No obstante, esa presión está adaptada únicamente a las fuerzas que generalmente nos afectan en reposo. Un aumento drástico de este valor de la gravedad podría complicar el transporte, dificultando que la sangre llegue al cerebro.

Esto es lo que entre pilotos se conoce como GLoc y tiene como primer efecto algo conocido como visión negra. Las células de la retina son muy sensibles a los cambios de presión, de ahí que aparezca una especie de velo negro frente a los ojos. Este puede hacerse cada vez más intenso y acabar con el desmayo de la persona afectada. Todo eso sin contar la hipoxia y la falta visible de aire que se observa en este capítulo de Para toda la humanidad.

Los pilotos están preparados

La tripulación del Polaris se muestra preocupada por la posibilidad de que las cifras pasen de 4g. En ese caso los resultados podrían ser terribles. Sin embargo, los pilotos de aeronaves superan con creces estas cifras. Esto se debe a dos motivos.

Por un lado, a que cuentan con trajes que minimizan los efectos de la gravedad. Son lo que se conoce como trajes anti g. Pero, por otro lado, a que están muy bien entrenados para sobrevivir a un aumento drástico de esta fuerza.

Los pilotos aprenden a contraer los músculos del abdomen y los músculos para bombear la sangre hacia arriba

Por ejemplo, saben cómo contraer los músculos del abdomen y los muslos, para ayudar a empujar la sangre hacia arriba. De este modo, evitan que se estanque y que pueda llegar al cerebro durante el tiempo que se produce ese valor extremo. Además, detectan cuando la cosa se pone fea y cambian la maniobra antes de que los efectos de ese aumento de g sean demasiado intensos. 

Pero incluso ellos sufrirían las consecuencias si el ascenso se mantuviese en el tiempo. Como habría ocurrido en el Polaris si no llega a ser por el heroico novio de la boda. Moraleja: si vas a una boda en el espacio, al menos asegúrate de que el novio es astronauta.