El Ayuntamiento de Vigo ha anunciado que sancionará con multas de hasta 750 euros a aquellas personas que orinen en la playa o en el mar. En la arena puede ser fácil controlarlo, pero en el mar no tanto, por lo que la medida ha sido motivo de burlas en algunos sectores. Ahora bien, dejando a un lado la facilidad para detectar a los infractores, ¿es realmente una medida necesaria? Es decir, ¿resulta peligroso orinar en el mar? Sabemos que en las piscinas sí que puede serlo, ya que algunas sustancias de la orina reaccionan con el cloro, dando lugar a compuestos tóxicos. Pero en el mar no se desinfecta el agua con cloro, por lo que no es peligroso para los seres humanos. Eso sí, que no sea malo para nosotros no quiere decir que los ecosistemas marinos estén a salvo.

Y es que esta medida del consistorio de Vigo se ha planteado precisamente por motivos ambientales. Porque sí, es cierto que el océano está repleto de animales que orinan en el mar, pero en la naturaleza es importante el equilibrio. Si rompemos ese equilibrio al orinar en el mar pueden darse consecuencias desastrosas.

En este caso, se genera un proceso conocido como eutrofización, que puede ser muy peligroso para los seres vivos que habitan en el mar. Ocurre también por la presencia de ciertas especies invasoras. Por ejemplo, es uno de los problemas que ocasionan en Colombia los hipopótamos de Pablo Escobar. Y claro, los seres humanos somos la más invasora de las especies. En realidad, todo tiene sentido.

Las consecuencias de orinar en el mar, más allá de las multas de Vigo

Si una persona o unas pocas deciden orinar en el mar un día de forma puntual, no pasará nada. El problema empieza cuando son muchas las personas que lo hacen. A eso se suman también las mascotas que a veces llevamos con nosotros.

Supone una descarga de nitrógeno muy superior a la que se generaría simplemente con las especies de estos ecosistemas. Esto aporta muchos nutrientes al agua, cosa que podríamos pensar que es positiva, pero lo cierto es que no lo es.

El aumento de biomasa propiciado por el exceso de nitrógeno puede ser muy peligroso

Y es que ese aumento de nutrientes desencadena la proliferación de una gran cantidad de bacterias y algas. Este aumento de biomasa es perjudicial a varios niveles. Para empezar, se puede oscurecer el agua, evitando que la luz del Sol llegue hasta los organismos fotosintéticos. Esto es más común en masas de agua pequeñas, como los lagos. Pero es extrapolable también a otras más amplias, como el mar.

Por otro lado, algunas de esas algas generan compuestos que pueden ser tóxicos para algunas especies marinas. Y, por si fuese poco, consumen una gran cantidad de oxígeno para su propia supervivencia, dificultando la del resto de organismos. En definitiva, orinar en el mar produce un desequilibrio de nutrientes que puede ser muy nocivo para ciertas especies. Son especialmente vulnerables los corales, pero puede afectar a muchos más.

Unsplash

Cuidado con las drogas

Pero la eutrofización no es el único riesgo de orinar en el mar. La orina también puede ir cargada de drogas, legales o no, que pueden ser igualmente perjudiciales para las especies marinas.

De nuevo es algo que se ha estudiado más en masas de agua pequeñas. Por ejemplo, se ha visto que los altos niveles de cocaína y MDMA en los ríos cercanos a algunos festivales de música están afectando a las poblaciones de anguilas, ya en peligro de extinción. Sufren a nivel muscular, pero también hormonal, por lo que se ve afectada su madurez sexual.

No es descartable que al orinar en el mar pueda pasar algo similar. Por eso, antes de alejarte de la orilla para aliviarte sin que nadie te vea, piensa si realmente lo necesitas o si no hay otro lugar cercano donde hacerlo. Seamos honestos, si ocurre en Vigo posiblemente nadie te vea y no puedan multarte. Pero no todo en esta vida son las multas. Al menos deberíamos ser capaces de ver más allá de ellas.