Hay trampa en esta serie. Night Sky se presenta como una producción de ciencia ficción que en el camino se desvía de esa etiqueta. Conviene no apresurarse en relación con esa interpretación: no quiere decir que el contenido de Amazon Prime Video falle. Por el contrario, al dar el volantazo, propicia un tono mucho más cálido y cercano que el logrado durante los primeros tres capítulos.
Son un total de ocho episodios, de los cuales hemos podido ver seis. La muestra podría dividirse en dos bloques. El primero en el que hay confusión, se presentan distintos personajes que parecen no estar conectados entre sí; y el segundo, en el que los protagonistas de la historia tienen mucho más peso y construyen una atmósfera encantadora dentro del relato.
Ellos son Sissy Spacek y J.K. Simmons, quienes interpretan a Irene y Franklin York, una pareja entrada en edad adulta. Aunque Night Sky plantea que comparten un secreto por sobre todos, el tener un cuarto especial a través del cual pueden viajar hacia otro planeta, el valor de su relación no radica en esa complicidad sino en una mucho más íntima. Estos capítulos son un diálogo entre ambas relaciones.
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Night Sky: un entramado confusión
Los personajes entran y salen de las escenas como si el espectador los conociera desde un comienzo. Esto no es un problema porque más adelante se van presentando detalles sobre sus vidas, intereses, relaciones y metas. Pero sí propicia confusión en un principio: ¿por qué esto y lo otro? Esa sensación dificulta leer el sentido al que apunta Night Sky. ¿Es un drama de ciencia ficción? ¿Es un drama, simplemente? ¿Habrá alienígenas en esta serie?
El tono del relato también se ve condicionado por ese factor, en el que se abren puertas que luego no está claro hacia dónde llevarán. A su manera, es la serie diciéndole al espectador quédate, permanece ante la pantalla. ¿Vale la pena hacerlo? Aunque es debatible, sí. Desde una perspectiva estética, Amazon Prime Video sigue ofreciendo producciones de calidad; en cuanto a los temas, también responde: se interesa en aspectos como el amor, las relaciones madre e hija, el peso de las tradiciones, entre otros.
Pero, en especial, y visto lo visto, la serie vale el esfuerzo por lo que componen Irene y Franklin York durante el sexto capítulo. Una escena que revela mucho más que el secreto presentado desde la sinopsis de la serie.
Más allá de un cuarto espacial
Irene y Franklin son dos adultos mayores que experimentan el lado más cruel del paso del tiempo. Sus cuerpos no son los mismos que antes pero dentro de ellos habitan emociones gestadas en otro momento de la serie. Se descubre que ellos se conocen en un bar, que es una suerte de amor a primera vista. Luego, también, algunas tensiones. Todo orientado a propiciar un diálogo en el que ambos demuestran un grado de vulnerabilidad y complicidad de gran belleza.
Es ahí cuando la serie alcanza otro nivel narrativo. Ya no se trata de dos personas cuidando que alguien descubra su secreto sino de dos seres que se conocen y aman tanto como asumir que en ese lugar habita mucho de ellos pero no todo; que en la enfermedad el valor de la compañía tiene un peso especial, a la vez que el respeto del otro. Amar sin poseer.
Esa puerta mágica que cruzan, que abren a placer y conservan a resguardo de otros, es una alegoría de su relación. Mientras tanto, los reconocidos actores, Sissy Spacek y J.K. Simmons, brillan exponiendo su registro. Lo necesario para querer avanzar capítulo tras capítulo. La serie estará a disposición de los usuarios de Amazon Prime Video el próximo 20 de mayo.
