Un equipo internacional de científicos acaba de confirmar el hallazgo del cometa más grande hasta la fecha. Bautizado como C/2014 UN271 (Bernardinelli-Bernstein para los amigos), fue observado por casualidad en 2010, cuando Pedro Bernardinelli y Gary Bernstein estaban estudiando imágenes del archivo del Dark Energy Survey en el Observatorio Interamericano Cerro Tololo de Chile. Sospecharon que estaban ante algo grande, por lo que decidieron analizarlo en mayor profundidad a través del Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA). Este señaló que su núcleo medía unos 130 kilómetros de ancho, lo cual supone un tercio más que el que ostentaba hasta ese momento el récord al cometa más grande, Sin embargo, ha sido necesario realizar observaciones más precisas con el telescopio espacial Hubble para comprobar que, efectivamente, es merecedor del récord.

Pero eso no significa que sea el cometa más grande que existe, ni muchísimo menos. De hecho, según han explicado en un comunicado de la NASA los responsables del hallazgo, esta debe ser solo la punta del iceberg. Ahí fuera debe haber otros muchos grandes cometas que no han podido verse por encontrarse muy lejos del límite de detección de nuestros telescopios. Ahora que tenemos instrumentos cada vez más potentes (bienvenido, James Webb), podrían comenzar a aparecer mucho más.

Pero paso a paso. De momento se han encargado de caracterizar al cometa Bernardinelli-Bernstein con ayuda del Hubble y han descubierto cosas muy interesantes sobre él.

El viaje hacia el sol del cometa más grande jamás descubierto

El periplo de este cometa comenzó en la nube de Oort, una región ubicada al borde del sistema solar de la que de hecho proceden otros muchos cometas. Desde allí, se ha estado dirigiendo hacia el Sol a una velocidad de 35.400 kilómetros por hora. Aunque, según los cálculos de su trayectoria, no llegará a acercarse a él más de 10,9 UA. Este acercamiento ocurrirá en 2031 y no hay nada que temer. Al fin y al cabo, la Unidad Astronómica (UA) equivale a la distancia entre la Tierra y el Sol, por lo que estamos hablando de que se mantendrá muy lejos del astro rey. 

Precisamente por la distancia a la que también se encuentra de nuestro planeta su detección inicial habría sido complicada de no disponer de los instrumentos adecuados. De hecho, si inicialmente se sospechó que podría ser un cometa muy grande fue porque se detectaba un brillo muy intenso a pesar de su lejanía. Y así fue. Las últimas mediciones del Hubble han mostrado que su núcleo es alrededor de 50 veces más grande que los de la mayoría de cometas conocidos. Además, tiene una masa de 500 billones de toneladas. Es decir, pesa cien mil veces más que los cometas típicos, mucho más cercanos al Sol. ¿Pero cómo llegaron a obtener estos datos? Lo cierto es que, dada su lejanía, no fue nada fácil. 

Comparación de cometas famosos y récords. Crédito de la imagen: ILUSTRACIÓN: NASA, ESA, Zena Levy (STScI)

Modelos informáticos para facilitar la tarea al Hubble

La mayor dificultad a la hora de medir este cometa fue que actualmente está demasiado lejos para que su núcleo sea resuelto visualmente por el Hubble. Este solo detectaba un pico muy brillante de luz donde debería estar el núcleo.

Pero sí que podía captar la coma del cometa. Es decir, la nube de polvo y gas que lo envuelve. Por eso, hicieron un modelo a ordenador de la coma y lo ajustaron para adaptarlo a las imágenes del Hubble. Después, según cuenta la NASA en su comunicado, se restó el brillo de la coma, para dejar desnudo el núcleo. 

El núcleo parece ser más oscuro de lo que se pensó inicialmente

El resultado obtenido confirma lo que ya se sospechó en su momento con ALMA. La única gran diferencia es que el núcleo parece ser más oscuro de lo esperado, pero no hay dudas con sus sospechas sobre el tamaño. Es el cometa más grande que se ha detectado hasta el momento. Veremos cuánto tiempo se mantiene en lo más alto del ránking.

Y es que el hallazgo de este cometa es “una pista invaluable sobre la distribución del tamaño de los cometas en la nube de Oort y, por lo tanto, su masa total”. Debe haber muchos más como él hay fuera y eso es emocionante, ya que no deja de demostrar que algo que los astrónomos solo suponían parece ser cierto. Desde que Jan Oort planteó por primera vez la existencia de esta nube en 1950 solo se ha sospechado que estuviese en lo cierto. Sin embargo, no se podía demostrar, pues sus habitantes serían demasiado débiles y distantes para poder encontrarlos. Ya han logrado cazar a uno y es todo un coloso. ¿Serán todavía más grandes los demás?

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