Luego de que la junta de Twitter activara la píldora envenenada para bloquear una OPA hostil, Elon Musk trabaja en su plan B. De acuerdo con los rumores más recientes, el magnate estaría dispuesto a invertir entre 10.000 y 15.000 millones de dólares de su propio efectivo con tal de comprar la compañía.
Dos fuentes confiaron a The New York Post que Elon Musk abrirá la billetera y ofrecerá más de cuatro veces el valor de sus acciones en Twitter. El CEO de Tesla está considerando múltiples avenidas para sumar capital, como apoyarse de coinversores o pedir prestado contra su participación actual.
Aunque Musk podría conseguir miles de millones de dólares para ofertar, el reporte indica que algunos inversionistas se mantienen al margen. El comportamiento impulsivo del fundador de SpaceX y la controversia política que lo rodea es suficiente para que firmas de capital privado no se involucren en la operación.
Morgan Stanley, quien prestó 10.000 millones de dólares a Elon Musk en deuda contra sus acciones, tendría problemas para atraer a otros bancos para que participen. Pese a eso, Elon Musk conseguiría el apoyo de varias firmas de capital privado que ya invirtieron en Tesla y SpaceX.
El hombre con más dinero del mundo presentará su oferta en 10 días. Tras analizar sus últimos tweets, algunos creen que apelará directamente a los accionistas de Twitter. Elon Musk cree que la aprobación debería ser responsabilidad de los accionistas y no la junta directiva.
El Love Me Tender que publicó el sábado anticipa una oferta pública de adquisición. Si esta es lo suficientemente atractiva, los accionistas presionarían a la junta para eliminar la píldora envenenada.
Elon Musk cree que los intereses de la junta no están alineados con los de los accionistas
Elon Musk no es el único que piensa que la junta de Twitter es un desastre. Jack Dorsey, cofundador de la red social, dijo que la junta siempre ha sido la disfunción de la empresa. Dorsey, quien es dueño del 2,2% de la empresa y tiene un asiento en la mesa directiva, parece estar en contra de la decisión de bloquear la oferta de Musk.
Otros inversionistas coinciden en que los intereses de la junta no están alineados con los accionistas. Gary Black, veterano de Wall Street, dejó en evidencia que la compra de Twitter implicaría que los miembros perderían una compensación anual de entre 250.000 y 300.000 dólares. Elon Musk confirmó que de convertirse en empresa privada, disolverá el consejo de administración y se ahorrará 3 millones de dólares al año.
El autodenominado "absolutista de la libertad de expresión" tiene un camino largo por recorrer antes de hacerse de Twitter. Lo cierto es que no es el único que ofertaría por la compañía, ya que la firma de capital privado Thomas Bravo estaría interesada. Sumado a ambos, otras empresas como Disney o Salesforce han considerado comprar la red social, aunque se desconoce si entrarán a la disputa.