No es extraño que la búsqueda de información sobre el uso preventivo de yodo haya aumentado en todo el mundo, pero es algo con lo que hay que tener precaución. Hace apenas unos días, el ataque y la invasión sobre la central nuclear de Zaporiyia por parte del ejército ruso tuvieron en vilo a todo el planeta. Si ya anteriormente la guerra de Ucrania había dado motivos de sobra para la inquietud, el temor a un desastre nuclear aumentó aún más los temores. Ya no solo por los propios ucranianos, que son la principal preocupación en toda esta situación. También por las consecuencias globales que podría tener una catástrofe de tal magnitud. Ahora, por si eso fuera poco, los cortes energéticos en Chernobyl vuelven a preocupar por la posibilidad de que conlleven una fuga de material radiactivo.

Lo ha anunciado recientemente a través de una nota de prensa la parafarmacia online PromoFarma by Doc Morris, tras comprobar que las búsquedas de esta palabra clave han aumentado en España un 89300 %. Por otro lado, más concretamente, la consulta en su web sobre suplementos a base de yodo ha aumentado un 1665 %. Muchos de los que lo buscan quizás recuerden lo útil que fue este elemento tras el desastre de Chernobyl, en 1986. Otros puede que lo vieran recientemente en la serie de HBO Max. Y quizás la mayoría simplemente han llegado hasta él buscando información en Internet.

Lo cierto es que no están equivocados, pues el yodo es eficaz en este tipo de situaciones. No obstante, es peligroso tomarlo por precaución sin consejo médico y, sobre todo, cuando todavía no hay peligro radiactivo. Ni en Chernobyl ni en Zaporiyia se han encendido aún las alarmas. Si llegara el momento, estos suplementos podrían ser útiles; pero, mientras tanto, es mejor dejarlos solo para quienes realmente los necesitan.

La situación en Chernobyl en la guerra de Ucrania

La central nuclear de Zaporiyia actualmente se encuentra tomada por el ejército ruso en el marco de la invasión a Ucrania. Desde dentro, los militares afirman que los niveles de radiación son seguros y que no hay nada que temer. Hay quien no les cree y quizás por eso se hayan disparado las búsquedas sobre yodo. Pero, al menos de momento, ninguna estación cercana ha leído niveles preocupantes. No olvidemos que tras el desastre de 1986 se detectó el peligro incluso en estaciones alemanas.

Se teme que por los cortes en el suministro eléctrico no puedan funcionar los sistemas de refrigeración de la central nuclear

En cuanto a Chernobyl, los temores han comenzado después de que la compañía eléctrica ucraniana Ukrenergo haya anunciado que la central ha sido totalmente desconectada. Sin suministro energético, deben activarse los generadores de diésel. Sin embargo, las instalaciones solo disponen de reservas para 48 horas. Pasado ese tiempo, los sistemas de refrigeración podrían detenerse, propiciando la liberación de material radiactivo. Por eso, Ucrania ha pedido un alto al fuego que permita hacer las reparaciones pertinentes para poder recuperar el suministro eléctrico.

Además, se ha solicitado que se permita el reemplazo de los empleados de Chernobyl, que llevan trabajando sin descanso desde que comenzó la invasión a Ucrania. No es seguro que los operarios de una central nuclear estén exhaustos, pues cualquier error humano puede ser fatal. 

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¿Para qué sirve el yodo tras un desastre nuclear?

El yodo es un elemento indispensable para nuestro organismo, ya que se une a la glándula tiroides e interviene en la síntesis adecuada de hormonas tiroideas. Lo podemos incorporar en la dieta a través de alimentos como el marisco, las algas, los frutos secos y las legumbres. Además, en caso de que no sea posible tener un aporte adecuado a través de la dieta, se puede optar por suplementos o sal yodada, enriquecida con este elemento.

En todos esos casos, se trata del yodo de masa atómica 126,9. Sus isótopos, en cambio, tienen masas atómicas diferentes, porque su núcleo contiene una cantidad distinta de neutrones. Precisamente uno de sus isótopos, el yodo-131, se encuentra entre los elementos radiactivos que se liberan en un desastre nuclear como el de Chernobyl. Tiene una vida media muy larga, por lo que puede permanecer mucho tiempo en el ambiente, y puede provocar mutaciones en el ADN. Y lo peor es que también tiene afinidad por la glándula tiroides, que no distingue un yodo de otro. 

Si se satura de yodo la glándula tiroidea, se evita que se una a ella el isótopo radiactivo

Por eso, tras el desastre nuclear de Chernobyl se repartieron entre la población pastillas de yoduro potásico. El objetivo era saturar la glándula tiroides de este elemento, de tal modo que el yodo-131 ya no pudiera unirse a ella.

Ahora, con los problemas derivados de la invasión de Rusia a Ucrania, muchos temen ya que pueda producirse otra catástrofe nuclear, ya sea en Chernobyl o en Zaporiyia. Por eso, hay quien, para prevenir, está buscando ya la forma de adquirir suplementos de yodo.

No obstante, es importante remarcar que el yodo en exceso también puede acarrear problemas tiroideos. Quizás no se produzca un cáncer, como con el isótopo radiactivo, pero sí otros perjuicios. Por lo tanto, solo se debe recurrir a los suplementos en un caso extremo. En el comunicado emitido por PromoFarma, la farmacéutica Mar Santamaría recuerda que “en los protocolos de incidentes en centrales nucleares está contemplada la distribución protocolizada que garantice el acceso general por parte de la población al yoduro potásico, pero en su justa dosis y en base a una situación de emergencia que lo justifique”. 

Mientras tanto, este tipo de suplementos deben dejarse para quienes tengan un déficit de yodo, ya sea por algún problema de salud, por intolerancias o por vivir en lugares en los que no se consigue un aporte adecuado con la dieta. Es normal el miedo, pero se deben evitar las consecuencias perjudiciales de caer en la desesperación

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