Tras la compra de Ford, los patinetes eléctricos de Tier llegan a Málaga

Una semana después de anunciar la compra de toda la división de patinetes eléctricos de Ford, tras su desbandada internacional por problemas de rentabilidad -y también después de hacerse con otros de los grandes del sector, Wind- Tier ya tiene próximo objetivo. Aterrizan definitivamente en Málaga tras hacerse con una de las autorizaciones municipales de la región. Con un total de 300 unidades, la compañía alemana de patinetes eléctricos se estrena definitivamente en España.

El anuncio de Málaga, en cualquier caso, no es una sorpresa para el universo de los patinetes eléctricos. Cuando Tier anunciaba en septiembre de 2021 que España era uno de sus objetivos principales, todos los ojos apuntaban a la ciudad andaluza. También a Zaragoza y Madrid. Ciudades que, ante todo, siguen en el radar de Tier.

"Málaga lanzó la convocatoria de licencias que autorizan las operaciones para 2022 y la ciudad siempre ha sido una ciudad de nuestro interés", explica Manuel Arauco, country manager de Tier España. De hecho, la alemana no es nueva en la región. Tier es de la liga de empresas de patinetes eléctricos que llegó con la primera ola hace ya 4 años y plegó velas ante una regulación que no conquistaba a ninguna de las partes: administraciones, empresas y usuarios. "Ahora Málaga está dando muy buenos pasos porque han optado por regular los aparcamientos, que es una de nuestras apuestas y además hay voluntad por trabajar con los operadores", apunta del directivo. Además, el posicionamiento internacional en Málaga cada vez atrae más compañías del sector tecnológico.

Para su estreno en la capital, Tier entrará con una de sus apuestas más fuertes: los cascos integrados en los patinetes eléctricos. Solucionando así uno de los debates más grandes respecto a estos modelos de movilidad. Desplegables y homologados, que los usuarios pueden usar de forma gratuita a través de la aplicación; sobre el horizonte quedará la cuestión del vandalismo que se ha cernido sobre la industria de los patinetes desde su llegada a las ciudades.

El principio de la conquista de los patinetes eléctricos de Tier en España

"Hay 60 ciudades interesantes en España", apunta Arauco a Hipertextual, "Nosotros operamos en ciudades pequeñas en las que solo estamos nosotros, pero también estamos interesados en zonas más grandes donde los Ayuntamientos están empezando a actualizar sus ordenanzas". Pero, por supuesto, dentro de esas ciudades están Madrid y Barcelona. Tier, operando con patinetes eléctricos en París y Londres, apunta a que las capitales –pese a sus problemas de densidad y tamaño– son esenciales para la escalabilidad del negocio en un país. "El que quiere ser líder en España, no puede ignorar esas dos ciudades", añaden.

Pese a todo, apuntan, todo depende de la regulación que opere en cada una de ellas. Y no se atreven a dar cifras. De hecho, no entra en sus planes a corto plazo. Tarragona, por su parte, será la próxima en recibir los patinetes eléctricos de Tier. Barcelona, con una negativa absoluta a los modelos de movilidad compartida de este tipo, también se aleja en el horizonte. Madrid juega en otra liga. La nueva regulación de patinetes eléctricos lleva pendiente de 2020, aplazada a 2021 por la pandemia. Ya en 2022, no hay noticias de que las negociaciones prosperen; esta demora fue uno de los motivos por los que Spin–la división de Ford de patinetes eléctrivos– abandonaba la ciudad.

"Está todo muy parado", apuntan fuentes del sector. Y es que de esta normativa depende el reparto de permisos entre los diferentes actores de la competencia. Y, por lo tanto, la entrada de Tier en Madrid. Pero, como cualquier operador, en el momento en el que se active la convocatoria, entrarán a concurso para optar por alguna de las licencias que se pongan en juego.

Al igual que Ford, a partir de ahora integrada en la actividad de Tier, la compañía cuenta con un sistema de aparcamiento integrado. Llamado Fantasmo, este permite a través de un sistema de cámaras integradas que los usuarios no aparquen en lugares no permitidos. Exigido en algunas regulaciones, Tier seguirá la estrategia de otros tantos del sector para los lugares en los que no hay normativa: "Es algo que vamos implementando dependiendo de las necesidades de las ciudades". También porque supone una desventaja respecto a la competencia.