El estudio de la historia es uno de los campos más complicados que podemos encontrar. No solo deben prepararse profesionalmente para estudiar culturas e idiomas de los que muchas veces ya no quedan rastra; sino que muchos de las fuentes que necesitan se encuentran dañadas más allá de la posibilidad de repararse. No obstante, una nueva y poderosa herramienta ha surgido en Ítaca, y se trata de una inteligencia artificial con el poder de DeepMind que llega para cambiar el curso de la historia.
Según describen desde TechCrunch, esta IA es capaz de adivinar con sorprendente precisión palabras perdidas o difíciles de comprender debido al desgaste. Además, también puede interpretar la ubicación y fecha aproximada del texto. Por supuesto, se trata de un uso cuanto menos diferente al habitualmente dado a las inteligencias artificiales; pero demuestra lo útil que puede ser esta tecnología en cualquier campo para el que la preparemos.
El problema del desgaste en textos antiguos afecta a muchos disciplinas que estudian elementos históricos. Muchos de los expertos y académicos trabajan con materiales que se han visto degradados por el paso del tiempo. Entre ellos tenemos la piedra, arcilla o el papiro. Además, estos escritos pueden estar en acadio, griego antiguo, lineal A y pueden hablar de cualquier cosa; desde el viaje de un héroe hasta un reporte cotidiano. No obstante, todos tienen en común un gran daño acumulado por el paso de milenios.
Qué hace esta inteligencia artificial
La inteligencia artificial, que ahora recibe el nombre de Ítaca, ha demostrado una precisión sorprendentemente alta. Permite rellenar lagunas de texto desgastado o perdido. Según comentan desde el citado medio, estos espacios "pueden ser tan breves como una letra perdida o tan largas como un capítulo".
Las brechas en las que el texto está desgastado o arrancado suelen llamarse lagunas, y pueden ser tan breves como una letra perdida o tan largas como un capítulo, o incluso una historia entera. Rellenarlas puede ser trivial o imposible, pero hay que empezar por algún sitio, y ahí es donde Ítaca pretende ayudar.
TechCrunch
Ítaca ha sido entrenada con una biblioteca entera de textos griegos antiguos. Además, sus creadores la han nombrado así tras la isla natal de Odiseo. Ítaca tiene la capacidad de recuperar palabras perdidas o frases como probablemente fueron escritas. Es tan eficiente que incluso puede descifrar cuándo fueron escritas dichas historias, e incluso dónde. Por supuesto, no va a rellenar páginas enteras perdidas, pero es una gran herramienta que amplía las posibilidades de los equipos de investigación que trabajan con estos textos tan viejos.
Ítaca, el futuro de los estudios históricos
La revista especializada Nature ha publicado los resultados de su eficacia. Para ello, han usado como ejemplo decretos de la Atenas periclita. Hasta entonces, se pensaba que dichos textos habían sido creados en fechas en torno al año 445 a.C.; no obstante, las sugerencias de Ítaca arrojan que fueron escritos en el año 420 a.C. aproximadamente. Este resultado es el mismo que arrojan las pruebas más recientes que han hecho los expertos.
Eso sí, a esta inteligencia artificial todavía le queda algo de recorrido por delante antes de ser totalmente fiable. Según los expertos en el estudio, Ítaca obtuvo un total de 25% de fiabilidad en el primer escaneo. Sin embargo, emparejando los esfuerzos de la IA con los conocimientos humanos, los académicos obtuvieron hasta un 72% de precisión. Por supuesto, esta es una de esas situaciones en las que la percepción humana es esencial para el proceso; pero sin duda Ítaca ha resultado una gran ayuda a la hora de acelerar procesos, eliminar cabos sueltos y sugerir puntos de inicio.
Si quieres probar Ítaca, el equipo ha subido una versión limitada de la herramienta a internet. Puedes entrar y completar tus propios textos griegos que contengan lagunas. Por otro lado, si tus textos tienen más de 10 palabras, puedes probarlos en este Colab.
En caso de que simplemente estés interesado en ver cómo funciona, puedes utilizar los ejemplos proporcionados para ver cómo la inteligencia artificial es capaz de rellenar huecos en los escritos antiguos. El código de la inteligencia artificial también se encuentra disponible en GitHub.