La búsqueda de alternativas a combustibles fósiles como el gas y el petróleo de Rusia tras la guerra de Ucrania está poniendo en peligro el objetivo de reducción de emisiones de dióxido de carbono establecido en la última cumbre del clima. Es la alerta que acaba de lanzar el secretario general de la ONU, António Guterres, en una conferencia sobre el clima realizada en Londres.
En ella, se ha lamentado de que los países que tenían una gran dependencia del gas ruso estén buscando soluciones en el camino equivocado. Y es que, si bien en Europa se ha optado por intentar expandir su uso de energías renovables, también están buscando comprar combustibles fósiles en otros países, como Qatar o Arabia Saudí.
Esto, según las declaraciones de Guterres reproducidas por The Guardian, puede llevar a los gobernantes a “arrodillarse” frente a políticas dañinas para el medio ambiente. Por eso, apuesta por un mayor fomento de las energías renovables y un alejamiento paulatino de los combustibles fósiles. Para él, este es el momento de comenzar la despedida de estas fuentes de energía contaminantes y, con ella, seguir caminando hasta la reducción de emisiones establecida.
Pasos hacia atrás en el objetivo de reducir las emisiones contaminantes
Desde que comenzó la industrialización, el ascenso en las emisiones de gases de efecto invernadero ha ido aumentando preocupantemente la temperatura del planeta. Por eso, en el acuerdo de París de 2015 los países firmantes se marcaron el objetivo de mantener ese aumento por debajo de los 2ºC con respecto a los niveles preindustriales. Además, se propuso, si era posible, extremar los esfuerzos para reducir la cifra incluso a los 1,5ºC.
Tras eso, en la última cumbre del clima, celebrada en Glasgow en 2021, se estableció fijar definitivamente el objetivo en esos 1,5ºC. Para ello, es necesario apostar por nuevas fuentes de energía, que no supongan la emisión de gases contaminantes, como el dióxido de carbono.
Sería perfecto decir adiós para siempre a los combustibles fósiles, aunque no es realista hacerlo de golpe. Por eso, los países que se unieron al acuerdo han seguido dependiendo del petróleo y el gas de países como Rusia. Ahora, con las sanciones impuestas al gobierno de Vladimir Putin por la guerra de Ucrania, se ha decidido buscar alternativas que permitan seguir atacando a la economía rusa. Y es aquí donde todo el castillo de naipes que se estaba construyendo se destroza súbitamente.
Nuevas consecuencias de la guerra de Ucrania
Para Guterres, el principal problema está en que las medidas a corto plazo establecidas para hacer frente a esta situación podrían crear una dependencia de los combustibles fósiles a largo plazo y cerrar la ventana a los 1,5ºC.
Esto es algo importante. Y es que mucho antes de la guerra de Ucrania los científicos ya alertaban que se puede llegar a un punto de no retorno en relación al calentamiento global. Podría ser que para cuando se quiera volver a la senda establecida en la cumbre del clima ya sea imposible esa reducción de las temperaturas.
Por eso, este es el momento de actuar. Y es que, según el directivo de la ONU, si no es esta la situación que nos ponga contra las cuerdas, terminará siendo otra. “Como los acontecimientos actuales dejan muy claro, nuestra continua dependencia de los combustibles fósiles pone a la economía global y la seguridad energética a merced de los choques y crisis geopolíticas", señala en declaraciones recogidas por The Guardian. "En lugar de frenar la descarbonización de la economía global, ahora es el momento de pisar el pedal del acelerador hacia un futuro de energía renovable".
De momento, basta con ir a cualquier gasolinera para ver que ya estamos pagando-literalmente-las consecuencias de esta dependencia. Ahora lo pagan nuestros bolsillos, pero pronto lo podría pagar el planeta. Y eso es algo en lo que no deberíamos dejar de pensar.