Ayer, Google sorprendió al anunciar Chrome OS Flex, un sistema operativo derivado del de los Chromebooks pero que se puede instalar en un PC o Mac antiguo. Y si bien el propósito principal de este nuevo software es implementarlo en los ámbitos empresarial y educativo, ya ha llamado la atención de muchas personas que lo ven como una buena alternativa para darle nueva vida a sus viejos ordenadores.
Un punto muy interesante a tener en cuenta es que, si bien ambos SO parten de una misma base, Chrome OS y Chrome OS Flex no son lo mismo. Lógicamente, varios aspectos de ambas plataformas son idénticos, pero las diferencias también son muchas y están bien marcadas.
A continuación te contamos cuáles son las más notorias y que, por ende, debes tener en cuenta si piensas instalar Chrome OS Flex en algún ordenador ya en desuso.
Chrome OS Flex no es compatible con las apps de Android ni con Google Play
Este punto puede ser determinante para quienes busquen llevar la experiencia del sistema operativo de Google a un PC o Mac. A diferencia de la versión que se encuentra disponible en los Chromebooks, Chrome OS Flex no es compatible con los servicios que la firma californiana brinda a través de Google Play. Esto significa que, entre otras cosas, no puedes instalar apps de Android desde la Play Store, como tampoco obtenerlas y ejecutarlas por fuera de ella.
Pero la incompatibilidad con las aplicaciones de Android no es el único factor crucial para decidir si es conveniente instalar este SO. Chrome OS Flex tampoco permite ejecutar Windows en una máquina virtual de Parallels Desktop.
Algunos puertos, sensores y componentes no funcionan o no están optimizados
Otro aspecto clave a tener en cuenta al diferenciar la experiencia entre Chrome OS y Chrome OS Flex es que este último no está optimizado para sacar provecho de todos los puertos, sensores o accesorios que pueden estar presentes en tu viejo Mac o PC. Esto significa que si instalas el nuevo software en tu ordenador, puedes notar que ciertas características no responden como corresponde o directamente no funcionan.
Chrome OS Flex aún no soporta conectores y docks propietarios, lectores de huellas dactilares, puertos FireWire, cámaras infrarrojas y de reconocimiento facial, lápices ópticos, o lectores de CD o DVD. Por su parte, los conectores Thunderbolt tampoco sirven con este sistema operativo, aunque eso no anula por completo la posibilidad de aprovechar los puertos USB-C o Mini DisplayPort, por más que su capacidad funcional se encuentre limitada.
Atajos de teclado
Quienes instalen Chrome OS Flex en un ordenador no podrán utilizar los atajos de teclado que Chrome OS ofrece en un Chromebook. Esto se debe a que el nuevo sistema operativo de Google mantiene el teclado mapeado según el software que se ejecutaba originalmente en el ordenador donde se ha instalado. Así, si tienes un PC contarás con los mismos shortcuts que en Windows, y si usas un Mac encontrarás las mismas combinaciones que en macOS.
Chrome OS Flex nos obliga a hacer concesiones
Las que mencionamos en párrafos anteriores no son las únicas diferencias entre Chrome OS y Chrome OS Flex. En este artículo de soporte encontrarán la lista completa, que también menciona los cambios en la seguridad del booteo y el encriptado de la información. Y si bien son datos importantes, terminan siendo algunas concesiones más de las que ya de por sí estamos aceptando al instalarlo en algún viejo ordenador.
Queda más que claro que a los potenciales usuarios les molestará más no poder instalar apps de Android que la ausencia del procedimiento de booteo verificado, por solo decir un ejemplo. Al fin y al cabo, estamos hablando de un software que, como mucho, nos permitirá exprimirle unas gotas más de vida a un equipo que seguramente en otras circunstancias ya hubiésemos desechado.
Será decisión de cada usuario cómo proceder, por supuesto. Si quieres la experiencia más cercana posible a Chrome OS sin comprar un Chromebook, y no te incomodan sus limitaciones, Chrome OS Flex puede ser una buena opción para ti.