2021 fue un infierno. Esta frase puede interpretarse de muchas formas, pues la que parecía que iba a ser la redención del caótico 2020 se acabó convirtiendo en una temporada más de catastróficas desdichas. Pero si nos centramos en las temperaturas, la comparación infernal toma un cariz bastante literal, pues el 2021 fue un año de récords de calor en todo el mundo. Es la conclusión de un informe que acaba de publicar la NASA junto a la Administración Nacional Oceánica (NOAA) de Estados Unidos. 

En realidad la conclusión de los datos que han publicado no es que 2021 haya sido el año más caluroso de la historia. De hecho, lo catalogan como el sexto más cálido desde que existen registros. Pero sí que inciden en recordar varios récords de temperaturas que nos dan una idea de las tendencias que está empezando a tomar el clima de la Tierra a causa del calentamiento global.

Se batió el mayor récord de calor que se ha registrado nunca, Europa tuvo también su temperatura más elevada en muchos años y España no llegó a superar su techo, pero se quedó rozándolo. La cosa no pinta bien, ni en la Tierra ni en los océanos, donde también se alcanzaron récords en 2021. Por eso, quienes aún no lo han hecho, deberían empezar a tomarse muy en serio todo esto.

Los datos de la NASA sobre los récords de temperaturas de 2021

Según los datos que acaban de publicar la NASA y la NOAA, los últimos ocho años han sido los ocho años más calurosos desde que existen registros.

No obstante, este infierno no ha sido algo gradual, pues 2021 no ha sido el más caluroso. Se encuentra en el puesto número 6. Eso sí, con varios récords de temperaturas.

Los últimos ocho años han sido los más calurosos de los que tenemos registros

Por ejemplo, en el Valle de la Muerte de California se alcanzaron en julio los 54,4ºC, rompiendo el récord mundial que se había establecido en ese mismo lugar solo un año antes. 

También en Europa se superaron barreras sorprendentes. El anticiclón Lucifer, haciendo honor a su nombre, dejó 48,8ºC en Sicilia, estableciendo el récord del continente a falta de la confirmación por parte de la Organización Meteorológica Mundial.

En cuanto a España, estuvimos a punto de alcanzar nuestro propio techo, establecido en 2017 en Córdoba, con 46,9ºC. Aunque cabe destacar que ese fue el récord oficial, establecido a través de la red primaria de estaciones meteorológicas de la Agencia Estatal de Meteorología. Si ampliamos hasta la red secundaria, podemos ver varias mediciones de 49ºC en diferentes puntos de España, en varios años distintos. Eso sí, en 2021 no parece que llegáramos hasta ese punto.

Un infierno también en el mar

Estos días se ha publicado también una investigación sobre el calor atrapado en los océanos durante el 2021. Los resultados son poco esperanzadores; pues, al dividir toda la parte oceánica de nuestro planeta en dominios, cuatro de cada siete mostraron valores récord de temperatura.

De hecho, según explican en The Verge, las olas de calor oceánicas son ahora dos veces más comunes que durante la década de 1980. 

Todo esto muestra que 2021 fue un año extremo en muchos sentidos. Y que, al menos en lo que a récords de temperaturas se refiere, puede incluso ser mucho peor. Los incendios, el derretimiento de casquetes polares, las sequías y algunos fenómenos meteorológicos extremos son el entremés de todo lo malo que puede llegar si no combatimos a tiempo el cambio climático. No es algo futuro. Ya está aquí, aunque muchos lo nieguen. Si no queremos dejar a las generaciones venideras un verdadero infierno en el que vivir, las medidas deberíamos empezar a tomarlas ya. 

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