Hoy en día es imposible hablar de El Salvador sin hacer mención al Bitcoin, y viceversa. Desde que el país centroamericano convirtió a la criptomoneda en moneda de curso legal, existe un revuelo permanente en torno a esa decisión y a las consecuencias —tanto positivas como negativas— que podría traer a futuro. Y todo va de la mano de la figura del joven presidente salvadoreño Nayib Bukele.
El Bitcoin comenzó a funcionar como moneda legal a la par del dólar estadounidense en El Salvador en septiembre del 2021; y si bien la medida ha generado mucha curiosidad, aún son varios los temas que no quedan demasiado claros en esta historia. Entre ellos, qué resultados ha obtenido la nación desde que comenzó a comprar la moneda digital en cantidades.
En las últimas horas Bloomberg publicó un informe donde se analiza qué rendimiento ha tenido la inversión en Bitcoin realizada hasta el momento por el gobierno de Nayib Bukele. La conclusión del citado medio es que probablemente El Salvador haya perdido dinero, y existen motivos para pensar que dicha lectura es certera (la caída en la cotización de la cripto, sin ir más lejos); pero también es cierto que la trama tiene varios grises que no permiten saber con absoluta precisión cuál es el panorama de esta iniciativa.
El reporte marca que desde el 6 de septiembre del año pasado a la fecha, El Salvador ha comprado 1.391 bitcoins. Vale destacar que no existen registros públicos sobre cada compra más que los tuits de Nayib Bukele informando las transacciones en su cuenta personal. Hasta ahora las autoridades salvadoreñas han realizado 8 transacciones por un monto superior a los 70 millones de dólares; eso, de acuerdo con la cotización del Bitcoin al momento de cada adquisición.
La compra más grande en una única jornada fue el 27 de octubre: 420 bitcoins a un valor promedio de 58.630 dólares cada uno, para totalizar una inversión de $24,6 millones. La más pequeña fue la del pasado 21 de diciembre, la última de la cual existe mención, cuando El Salvador se hizo de 21 bitcoins a cambio de un millón de dólares, pagando un precio estimado de $49.258 por cada uno.
La cotización del Bitcoin no ha sido aliada de El Salvador en las últimas semanas
Mientras la cotización del Bitcoin se mantuvo en alza, el plan cripto de El Salvador no sufrió mayores contratiempos. Recordemos que la criptomoneda alcanzó su máxima cotización en la historia el 10 de noviembre de 2021, cuando se comerció brevemente por 69.044 dólares. Algunos entusiastas de la comunidad bitcoiner estimaban que la cripto alcanzaría los 100 mil dólares antes de que terminara el año. Sin embargo dicha proyección no solo no se cumplió, sino que el precio del Bitcoin sufrió una dura baja que se acentuó en los primeros días del 2022 ($40,836.49 el 8 de enero), y desde entonces ha tratado de repuntar lentamente.
¿Cuánto vale el Bitcoin que hoy tiene El Salvador, entonces? Es difícil de decir, realmente. Suponiendo que el país aún posee la totalidad de las criptomonedas adquiridas, y tomando la cotización del BTC al momento de escribir este artículo ($42.950, aproximadamente), estaríamos hablando de unos 59,7 millones de dólares. Así, si consideramos que se gastaron más de 70 millones para comprarlos, efectivamente la nación centroamericana ha perdido dinero con esta inversión.
Pero volvemos a lo anterior: existen muchos grises en esta historia. El Salvador ha elaborado un plan para minar su propio Bitcoin utilizando una granja que se alimenta de la energía geotérmica de un volcán; pero hasta ahora se desconoce cuánto se ha logrado obtener con este método. Además, como las direcciones de las wallets que utiliza el Estado aún no se hicieron públicas, es imposible auditar las transacciones de compra o venta. Es decir que los ciudadanos deben confiar en que las arcas de su país cuentan con tanto Bitcoin como Nayib Bukele asegura que tienen.
Bloomberg indica que Alejandro Zelaya, ministro de Finanzas de El Salvador, reconoció recientemente que parte del Bitcoin comprado ha sido convertido nuevamente a dólares, pero sin brindar más detalles. Por ello es realmente imposible hacer un balance final realmente certero de cuál es el panorama cripto del país.
No han vuelto a 'comprar el dip'
Cuando el precio del Bitcoin comenzó a bajar tras alcanzar su all time high, Bukele anunció un par de veces que "compraba el dip"; es decir, que aprovechaba la caída en el precio para adquirir más monedas digitales sabiendo que volvería a subir su precio. Sin embargo, como indicamos anteriormente, no se han mencionado públicamente nuevas compras desde el 21 de diciembre, incluso cuando la cotización del criptoactivo recientemente rozó los 40 mil dólares. Una situación cuanto menos llamativa, en especial si la estrategia es mantener el Bitcoin a resguardo a la largo plazo ("hodlear", como se dice en el ambiente).
Recordemos también que El Salvador anunció a fines del año pasado algunos planes realmente osados para profundizar su relación con el Bitcoin. Por un lado se anunció la creación de la Bitcoin City, una ciudad basada en el uso de la criptomoneda en la que se promete que no se cobrará ningún impuesto, con la excepción del IVA. Y también se emitirá un bono de mil millones de dólares, a 10 años y con un cupón del 6,5%; la intención es utilizar la mitad de dicho monto para comprar más BTC, y el resto para gastos de infraestructura.
Como contracara, en los últimos meses las redes sociales han visto un fuerte incremento en las quejas y denuncias de ciudadanos salvadoreños por la desaparición del Bitcoin que guardaban en Chivo Wallet, la cartera digital estatal. Mientras tanto, Nayib Bukele ha protagonizado varios cruces vía Twitter con opositores a su plan económico; e incluso ha trolleado a los medios de comunicación que plantean dudas sobre su plan.
Por supuesto que el plan de El Salvador tiene su raíz lógica. Las criptomonedas se han convertido en una respuesta para muchas personas que viven en países donde la economía se encuentra siempre al borde del colapso; ya sea para escapar de inflaciones galopantes o como reserva de valor a largo plazo. Sin embargo, la utilización de fondos públicos para invertirlos en un activo tan volátil como el Bitcoin genera dudas que también son válidas; y la falta de información oficial no colabora en términos de transparencia.
El éxito de la iniciativa de Bukele estará atado siempre al estado del mercado y a cómo el mismo afecte a la cotización del Bitcoin. Si el precio revierte su estado actual y sube hasta lograr nuevos máximos históricos, no faltarán optimistas para respaldar el proyecto; lo importante será analizar las reacciones tanto de las autoridades como de los ciudadanos si se presentan tiempos de mucha turbulencia que no les permiten mirar más allá del impacto negativo sobre su economía cotidiana.