A mediados de este año El Salvador aprobó la adopción del Bitcoin como moneda de curso legal, una determinación que entró en vigor en septiembre pasado. Así, se convirtió en el primer país en incorporar una criptomoneda como divisa oficial, en una medida tan aclamada como discutida. Desde entonces, el gobierno de Nayib Bukele se ha propuesto revolucionar la economía salvadoreña, donde alrededor del 70% de la población no tiene acceso a servicios financieros o a bancos tradicionales. Sin embargo, esto no ha quedado libre de polémicas, y una de las más recurrentes en el último tiempo se relaciona con la Chivo Wallet, la cartera de Bitcoin estatal.
Desde hace semanas, ciudadanos de El Salvador se vuelcan casi a diario a las redes sociales para manifestar su descontento y denunciar el robo de sus Bitcoin desde la Chivo Wallet. Como publica Tom's Hardware, desde la cuenta de Twitter de El Comisionado se ha creado un hilo que recopila algunas de las tantas quejas con respecto al tema. En muchos de los casos las transacciones no autorizadas se han realizado a nombre de Chivo S.A de C.V, la empresa que desarrolla la aplicación.
Según mencionan los usuarios en sus denuncias públicas —que van prácticamente todas acompañadas por las correspondientes capturas de pantalla—, los fondos en Bitcoin desaparecidos de la Chivo Wallet van desde los 100 hasta los 16 mil dólares, según cada caso.
Y a la aparente falta de respuesta por parte de los encargados del monedero digital se suman otros intentos de estafa bastante comunes al hablar de criptomonedas en redes sociales. Nos referimos específicamente a la gran cantidad de bots que aparecen en los comentarios ofreciendo una supuesta atención al cliente que en realidad no es. Así, con enlaces a formularios o sitios web falsos, buscan robar los datos de los usuarios o, directamente, acceder a sus wallets.
Esto último no es exclusivo de la Chivo Wallet, sino un comportamiento repetitivo que se ve especialmente en Twitter. Si publican un tuit con la palabra "Metamask", verán que sucede exactamente lo mismo. De modo que los usuarios afectados no solo deben lidiar con la desaparición de su Bitcoin, sino también con otros continuos intentos de estafa.
Chivo Wallet y una controversia más de la adopción de Bitcoin en El Salvador
Si bien aún muchas personas desconfían del Bitcoin y las demás criptomonedas, existe un dato insoslayable: se han convertido en un instrumento muy útil y cada vez más popular en países con economías permanentemente al borde del colapso. En aquellos sitios donde la inflación es muy alta o se aplican férreos controles cambiarios, las criptos se han convertido en una alternativa más que válida para evitar la devaluación permanente del dinero fiduciario, o como reserva de valor a largo plazo, o incluso para que los freelancers puedan cobrar su salario cuando trabajan para clientes del exterior.
La volatilidad del mercado es un riesgo, ciertamente, y cada persona debe asegurarse de tomar las medidas de seguridad necesarias para proteger sus monedas virtuales. Por ello, en el caso específico de El Salvador la falta de respuestas a los usuarios de Chivo Wallet ante la desaparición de su Bitcoin es un dolor de cabeza innecesario; no solo porque los ciudadanos han entregado sus datos biométricos para usar la app —que depende del KYC (o Know Your Customer) para validar la identidad—, sino principalmente porque muchos salvadoreños han confiado en una utilidad promovida por su propio gobierno para hacer su primera incursión en el mundo cripto.
Vale mencionar que anteriormente Chivo también había sido motivo de controversia por su estructura de cajeros automáticos. Los ATM para recargar la wallet o extraer dinero fueron motivo de frecuentes quejas por su mal funcionamiento o saturación desde que se los habilitó.
Nayib Bukele y el manejo de las criptomonedas
Más allá de las polémicas por la Chivo Wallet, que requieren de atención, la postura de El Salvador frente al Bitcoin genera ánimos encontrados. Por un lado, algunos atribuyen al presidente Nayib Bukele ser un visionario que se animó a escapar del mundo de las finanzas tradicionales. Por el otro, quienes se oponen a su figura consideran que existe mucho de "puesta en escena" en su promovida política económica revolucionaria.
Un ávido tuitero, el propio Bukele ha utilizado su cuenta personal para informar las nuevas adquisiciones de Bitcoin para las arcas del país. De hecho, en más de una ocasión ha publicado que El Salvador "compraba el dip"; es decir, que aprovechaba la caída en la cotización de la criptomoneda para comprarla en cantidad. Esta estrategia apuesta a ganar dinero cuando el valor se recupere o alcance nuevos máximos históricos, pero no está exento de peligros. Al fin y al cabo, nadie sabe fehacientemente cuándo una criptomoneda ha terminado de caer.
Además, muchos entusiastas del Bitcoin le reclaman a Nayib Bukele que haga públicas las direcciones donde está guardado el saldo cripto de El Salvador. Tengamos en cuenta que una de las características más importantes de las criptomonedas es que prometen transparencia; esto significa que cualquier dirección que se hace pública se puede cotejar para saber qué saldo tiene y qué transacciones se realizaron. Esto seguramente no interese a particulares (privacidad, al fin y al cabo); pero sí debería ser aprovechado por entidades que cuenten con activos digitales que provengan de donaciones o por la compra con dinero público. Hasta ahora el gobierno salvadoreño no ha hecho pública las mencionadas direcciones; es decir que los ciudadanos deben confiar en que su país tiene lo que sus autoridades aseguran poseer.
Bitcoin City, el proyecto más audaz de El Salvador
En noviembre pasado, El Salvador fue sede de la BitConf, una conferencia que reunió a amantes de las criptomonedas de todo el mundo. El evento se extendió durante toda una semana y los asistentes analizaron el efecto de la adopción del Bitcoin como moneda de curso legal. También hubo recorridos por la granja de minado estatal que funciona con la energía geotérmica que provee un volcán. Pero, sin dudas, el anuncio más audaz llegó en el cierre de la convención de la mano del propio Nayib Bukele.
En modo rockstar absoluto, el presidente salvadoreño dio a conocer los planes de crear la Bitcoin City. Sí, una ciudad que se basará por completo en el uso de la criptomoneda. La intención de las autoridades es construirla desde cero y alimentarla con energía volcánica; para ello se emitirá un bono por 1,000 millones de dólares a 10 años con un cupón del 6,5%. Del total de dinero, 500 millones se usarán para comprar Bitcoin, y el resto para el desarrollo de infraestructura.
Para esta iniciativa Bukele aseguró que no se cobrará impuesto sobre la renta, ni tampoco sobre las ganancias o la propiedad. La promesa es que tampoco se tributará sobre contrataciones ni se deberán pagar tasas municipales. Lo único que las autoridades cobrarían sería el IVA, cuya recaudación se destinaría al mantenimiento de las áreas públicas.
La iniciativa tuvo repercusión mundial, aunque muchos sostienen el lema "ver para creer" antes de ilusionarse. Además, con muchos salvadoreños sufriendo la desaparición de sus Bitcoin de la Chivo Wallet, mientras no reciban solución a un problema que los afecta duramente en lo cotidiano, será difícil convencerlos de la factibilidad o viabilidad de otras propuestas atrevidas relacionadas al uso de las criptomonedas.