La compra de Activision por Microsoft es la noticia del año. Pero antes de anunciarse, Activision llevaba siendo noticia varios meses por las presuntos abusos y conducta inapropiadas dentro de compañía. Noticias y acontecimiento tremendamente lamentables que cuando salpicaron a la opinión público, estuvieron a punto de dar al traste con la compra.

Y es que según apuntan desde Bloomberg, el interés de Microsoft por Activision no es nuevo. Y de hecho, hace casi dos años que los de Redmond tenían cierto interés por el desarrollador de videojuegos. Ya en noviembre de 2021, en una entrevista, Spencer cabeza visible de Xbox, reitero el interés de Xbox de llegar a acuerdos de adquisición que agregaran juegos casuales y sociales, algo en lo que hasta ahora Activision era el rey con King y Blizzard.

Tras el reportaje del Wall Street Journal, en el que se detallaban varias denuncias de acoso sexual en uno de los estudios del editor del juego, Spencer hizo circular un correo electrónico interno en el que apuntaba a que la compañía ha "evaluando todos los aspectos de nuestra relación con Activision Blizzard y haciendo ajustes proactivos continuos".

Acoso sexual en Activision y búsqueda de otros interesados

Bobby Kotick, Activision Blizzard
Kotick, CEO de Activision

No obstante, según Bloomberg, en ese tiempo Microsoft también estaba trabajando en un enfoque diferente: la compra y fusión de la compañía. Pero el escándalo de los abusos sexuales frenó toda la operación. Según fuentes de ese medio, cuando todo salió a la luz y Activision luchó por salvar su reputación con los jugadores e inversores (con una caída de las acciones del 15%), sopesaron la posible adquisición, pero su CEO, Kotick, y la junta no quisieron vender la compañía en ese momento a Microsoft, aunque estaban buscando un comprador.

En ese sentido, según fuentes de Bloomberg, Activision intentó encontrar otras partes interesadas. Y entre ellas se encontraba la empresa matriz de Facebook, Meta Platforms, junto con otra gran empresa sin identificar. No obstante, ninguna de ellas mostró ningún interés. 

Según cuentan las mismas fuentes, al darse cuenta de las dudas de Activision, Microsoft dio marcha atrás apunto a que la compañía estaba feliz de seguir siendo socio y trabajar para vender más títulos de Activision en Xbox, pero no en fusionarse. Y mitad esta vorágine, se confirmaba el acuerdo de compra de Zynga, por Take-Two Interactive, por lo que Microsoft perdía la oportunidad de hacerse con el otro gran desarrollador de juegos móviles. No obstante, parece que antes de vender a Take-Two, preguntaron a Microsoft si estaba interesada, declinando la oferta según fuentes de Bloomberg. ¿La razón? Microsoft ya tenía entre manos un acuerdo más importante: Activision.