A principios de 2021, un grupo de inversionistas emprendió acciones legales contra CD Projekt por supuestamente hacerles mentido sobre el estado de Cyberpunk 2077. El juego, como seguramente recordarás, llegó plagado de bugs —principalmente en consolas de la anterior generación (PlayStation 4 y Xbox One)—, una situación que no fue advertida a los jugadores y, desde luego, tampoco a los accionistas. Sin embargo, estos últimos no se quedaron con los brazos cruzados.
Casi un año después de presentar la demanda, y tras una semana de intensa negociación, CD Projekt llegó a un acuerdo con los "afectados". La compañía pagará tan solo $1,85 millones de dólares para que los accionistas retiren todas y cada una de sus reclamaciones (vía VGC). Cabe aclarar que este acuerdo no significa que CD Projekt reconoce haber mentido al grupo inversor:
"Como se establece expresamente en la Documento de Términos, la ejecución del mismo no implica la admisión de responsabilidad alguna por parte de la compañía o de cualquiera de los otros acusados nombrados en el caso."
$1,85 millones de dólares es una cantidad absurda si lo comparamos con las ganancias de CD Projekt. Incluso con las pérdidas que generó Cyberpunk 2077 debido a su desastroso lanzamiento, las ventas no resultaron severamente perjudicadas. Ni en aquel momento ni en semanas recientes. Sin ir más lejos, Cyberpunk 2077 fue el título más vendido durante el fin de semana del Black Friday en Steam.
¿Cómo es que un juego tan problemático ocupa tal posición en un ranking de ventas? Se combinaron dos factores. Primero, un descuento que resultó muy atractivo para muchos jugadores. En segundo lugar, las actualizaciones ciertamente han mejorado el estado del juego, lo cual le ha permitido a CD Projekt recuperar una pequeña parte de la confianza perdida.
Ahora bien, para que CD Projekt vuelva a ser un estudio top de la industria tendrán que pasar varios años. La compañía deberá demostrar que todavía es capaz de entregar juegos de gran calidad sin perjudicar las condiciones laborales de sus empleados. Y claro, será mejor que dejen de mentir, porque tarde o temprano los dejarán en evidencia —como lo hizo el mismísimo Keanu Reeves—.