Spotify está a punto de subirse al tren de un negocio que, hasta la fecha, sí que formaba parte de su repertorio, pero no como uno de sus negocios principales. Según ha adelantado The Verge, Spotify estaría planeando la adquisición de una compañía dedicada a la distribución y publicación de audiolibros. Esta es Findaway, la nueva socia de la plataforma de audio en streaming. Además de los servicios de distribución, la compañía también tendría una gran experiencia en el negocio de la producción juntando voces con autores.

Sin duda, para Spotify, que venía invirtiendo desde hace muchos años en el negocio de los podcasts, sería una apertura a un sector natural para la compañía. Desde 2018, la tecnológica había invertido en un gran número de títulos y listas. De hecho, todo apunta a que este año superará a Apple con más de 3 millones de títulos.

También había llegado a un acuerdo con Storytel para compartir publicaciones e incluso había lanzado una plataforma de Open Access para que los autores pudiesen autopublicarse. De hecho, es en este último punto donde Findaway, que también tiene acuerdos con Audible, Apple, iBooks o Google, puede implicarse más a través de su plataforma para nuevos autores a través de Voices.

Porque Spotify sí que tiene listas con audiolibros; grandes títulos, clásicos y listas. Sin embargo, la compañía aún tenía que despuntar y hacer una estrategia similar a la que venía haciendo con el podcast. Desde el año pasado empezamos a ver su interés por el sector con una lectura de Harry Potter y la piedra filosofal por los protagonistas de la película a través de un acuerdo con el blog de J.K. Rowling. También una lectura de Frankenstein con grandes voces de YouTube.

Eran los pasos en un negocio que ya apunta maneras para Spotify. Solo en España, el consumo de este tipo de productos de audio se ha disparado en un 34%; en el resto del planeta, el negocio ha crecido en torno al 30%. Se calcula que podría alcanzar un valor de 9.300 millones de dólares en 2026, frente a los 4.000 millones de 2020, Y las editoriales lo saben: Planeta, Roca o Anagrama ya dedican parte de sus esfuerzos comerciales a aumentar su volumen de títulos en formato audiolibro.

Y el resto de plataformas lo saben. Apple ya tenía algo de experiencia y aglutina cientos de títulos en su catálogo. Amazon, a través de Audible, inició una fuerte andadura con una inversión millonaria contratando grandes voces locales y títulos internacionales de éxito. Storytel, considerado como en Netflix de los libros, o Podimo –que además de podcast, también para niños, sumó la división narrativa– demostraron que el negocio tenía un alto filón de aquí a unos años.

En cualquier caso, con la adquisición de Findaway –operación de la que no se conocen más detalles– Spotify se convierte en una de las librerías comerciales más grandes de la red. También en una editorial de nuevos títulos; un filón interesante en lo que respecta al territorio de las exclusivas. Unos que, según los directivos de la compañía, aumentarán en número a lo largo de 2022 con nuevas asociaciones de distribuidores que quieran subir sus contenidos a la plataforma.

Lo que antes era solo una tentativa, ahora se convierte en una forma bastante factible de ganar dinero para Spotify. No está claro si con planes de suscripción paralelos a su negocio principal o de forma independiente para la descarga de audiolibros; la cuestión de la monetización del servicio, en cualquier caso, no se ha hecho pública. Unos que, según los directivos de la compañía, aumentarán en número a lo largo de 2022 con nuevas asociaciones de distribuidores que quieran subir sus contenidos a la plataforma.