Pocos días después del lanzamiento de Windows 11 se confirmaron problemas de rendimiento en ordenadores con procesadores Ryzen de AMD. Esto significó un duro golpe para el nuevo sistema operativo de Microsoft, pues los inconvenientes triplicaban la latencia de la caché L3 y afectaban negativamente la tecnología de núcleo preferido.

Y lo peor de todo fue que la primera actualización que recibieron los usuarios no solucionó dichos contratiempos, sino que los empeoró. Sin embargo, ahora Microsoft y AMD aseguran haber encontrado respuesta a las caídas de performance con nuevos updates.

Por un lado, los de Redmond han lanzado una actualización de Windows 11 (KB5006746) que soluciona el problema de la latencia de la caché L3. La misma se encuentra disponible desde hoy a través de Windows Update. Mientras que AMD ha puesto a disposición una nueva versión del driver de sus chipsets, que restituye el correcto funcionamiento de la tecnología de núcleo preferido.

Incluso desde la página de soporte de AMD se menciona que ambas actualizaciones resuelven completamente los problemas detallados semanas atrás. "AMD ha verificado que el rendimiento y el comportamiento de los procesadores compatibles funcionan según lo previsto en Windows 11 después de la instalación de estas actualizaciones", indican; y además instan a los usuarios a implementar estos updates de forma inmediata en sus equipos.

Windows 11 | AMD | Microsoft
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Un inicio complicado para Windows 11 en los ordenadores con chips AMD Ryzen

Los problemas de rendimiento provocados por Windows 11 en el hardware de AMD han significado un comienzo complicado en este nuevo recorrido. Tengamos en cuenta que el problema con la latencia de la caché L3 generaba caídas de performance de hasta un 15% en ciertos juegos. En tanto que el inconveniente con la tecnología de núcleo preferido era más visible en ordenadores con procesadores de más de 8 núcleos y con una potencia de diseño térmico superior a los 65 W.

Los problemas fueron tales que AMD llegó a recomendar que los usuarios volviesen a instalar Windows 10. Al menos hasta que estuviesen a disposición los parches de software que finalmente aparecieron en las últimas horas. Esperemos que esta vez la solución sea realmente definitiva.