La semana pasada salió a la luz que Windows 11 estaba empeorando el rendimiento de ordenadores con procesadores AMD. Ahora, por desgracia, la primera actualización del sistema operativo de nueva generación de Microsoft está perjudicando aún más el rendimiento. Sin embargo, un nuevo parche que promete poner fin a los inconvenientes está en camino.

Según ha explicado la propia AMD, la caída del rendimiento de sus procesadores Ryzen en Windows 11 se debe a dos problemas. Uno es que la latencia de la caché L3 se multiplica por tres. El otro proviene de la UEFI CPPC2 (también conocida como "núcleo preferido") que es la encargada de detectar el núcleo más rápido y gestionar los hilos de trabajo de la forma más adecuada.

Ahora bien, Microsoft ha estrenado su "martes de parche" con una actualización (KB5006674) que llega con parches de seguridad, resuelve unos problemas puntuales compatibilidad, pero complica aún más las cosas para los usuarios de AMD. De acuerdo a TechPowerUp, la latencia de la caché L3 de un Ryzen 7 2700X pasó de 17 ns a 31,9 ns tras actualizar Windows 11.

Precisamente, la caché L3 es uno de los pilares el rendimiento de los procesadores con arquitectura Zen 3. Estos cuentan con un diseño unificado que incorpora 8 núcleos y 32 MB de caché L3 en un solo grupo. Por consecuencia, las tareas sensibles a la latencia, como los juegos, deberían funcionar mejor, pero Windows 11 está limitando estos beneficios.

Un nuevo parche para Windows 11 está en camino

Microsoft, Windows 11 y AMD
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Microsoft y AMD están trabajando en conjunto para resolver estos problemas. El parche que soluciona los inconvenientes con la caché L3 debería llegar al martes 19 de octubre a través de Windows Update. El que pone fin al error de "núcleo preferido", por su parte, debería estar listo para el 21 de octubre, aunque posiblemente corporativos puedan acceder anticipadamente antes a ellos.

Los requisitos de hardware del nuevo sistema operativo dejaron a una amplia cantidad de procesadores sin compatibilidad, por lo que resulta particularmente curioso este tipo de problemas. Si un usuario con procesadores AMD compatibles aún no actualizó a Windows 11 y desea evitar la pérdida de rendimiento, puede optar por permanecer en Windows 10 hasta que los inconvenientes sean solucionados.