El pasado viernes, 8 de octubre, uno de los astronautas que se encuentran actualmente en la Estación Espacial Internacional, Thomas Pesquet, puso su cámara de cara a la Tierra. El resultado podría haber sido una foto cualquiera de la exhibición de contaminación lumínica en la que se ha convertido nuestro planeta. Pero había algo más. Un fogonazo de luz azul justo encima de Europa llamó la atención del fotógrafo; quien, lejos de asustarse, decidió publicar la instantánea en Flickr, con un breve pie de foto explicando el fenómeno.

En realidad no daba muchos detalles. Explicó que se trata de un evento luminoso transitorio, asociado a una tormenta eléctrica, pero sin explicar de qué tipo. Aunque podemos hacer nuestras apuestas; pues, si bien hay una gran variedad de ellos, pocos se ajustan a lo que se ve en la foto de Pesquet. Veamos, por lo tanto, cuáles son las opciones.

La Estación Espacial Internacional, el sitio idóneo para verlos

En su pie de foto, el astronauta explica que este tipo de fenómenos fueron descritos en el pasado por algunos aviadores. Sin embargo, nadie veía desde la Tierra lo que ellos contaban, por lo que se ponía en duda que realmente existieran fuera de la imaginación de los pilotos.

Estos fenómenos no se ven fácilmente desde la Tierra

Fue necesario que el ser humano comenzara sus primeras estancias en el  espacio para que pudieran ver que sí que se trataba de algo real. Desde la Estación Espacial Internacional, a más de 300 kilómetros sobre nuestras cabezas, ver estos eventos es mucho más sencillo. Tanto, que uno de los laboratorios de sus instalaciones, el Columbus, cuenta con instrumentación dedicada a estudiarlos. 

¿Pero qué son exactamente? Esta pregunta podría contestarse con información detallada sobre cada uno de los tipos que existen. Sin embargo, a grandes rasgos se pueden definir como fenómenos de ruptura eléctrica de muy corta duración, que ocurren muy altos en la atmósfera. Es decir, se dan durante las tormentas eléctricas, pero tan arriba que nosotros no podemos verlos desde la superficie. Y hay de muchos tipos; aunque, en lo que al color respecta, generalmente se ven como luz azul, verde o roja.

https://twitter.com/Thom_astro/status/1446199529775247364

Luz azul, verde o roja: de los trolls a los ‘fantasmas’

En primer lugar nos encontramos con los sprites. Estos constituyen grandes descargas eléctricas, que ocurren muy por encima de la nube de tormenta. Se ven con una gran variedad de colores. Generalmente son de un tono rojo-anaranjado, aunque también se pueden ver como una luz azul-verdosa. En cuanto a la forma, pueden tener zarcillos colgantes hacia abajo y ramas arqueadas por arriba o estar precedidos por un halo rojizo. 

Los sprites ocurren muy por encima de la nube de tormenta

También son muy comunes los jets. Estos son chorros de luz que se generan como descargas, de la nube al aire, a partir de rayos surgidos en la troposfera. Es decir, en la capa atmosférica que está en contacto con la superficie de la Tierra. 

Por otro lado nos encontramos con los elfos. En realidad su nombre es ELVES, por las siglas procedentes de Emission of Light and Very Low Frequency perturbations due to Electromagnetic Pulse Sources. O, en español, “emisión de luz y perturbaciones de muy baja frecuencia debido a fuentes de pulso electromagnético”. Se quedan con las iniciales adecuadas de la frase en inglés y, voilá, un nombre fácil de recordar. En cuanto a su apariencia y origen, se trata de ráfagas de luz con un brillo muy tenue, aplanado y en expansión, que duran apenas un milisegundo y se forman a unos 100 kilómetros sobre el suelo. Son tan tenues que hasta hace poco ni siquiera estaba claro su color, aunque ahora se cree que son rojos.

Siguiendo con los nombres fantásticos, también nos encontramos con los TROLLS, de las siglas de Transient Red Optical Luminous Lineaments (Líneas luminosas ópticas rojas transitorias, en español). Estos se dan después de los sprites más fuertes y se ven como manchas rojas, con colas débiles.

Más siglas sacadas de la manga: los GHOSTs. No se llaman así por tener formas fantasmagóricas (ghost es fantasma en inglés), sino por las siglas Green emissions from excited Oxygen in Sprite Tops, que en español significan “emisiones verdes del oxígeno excitado en sprites altos”. Son resplandores muy tenues, de color verdoso, que aparecen después de los sprites rojos y se desvanecen muy rápido, en milisegundos. 

Y, para terminar, los GNOMOs se bautizaron así por seguir con la lista de criaturas fantásticas, pero no por ningunas siglas concretas. Se trata de picos de luz pequeños y breves, de unos pocos microsegundos,  que apuntan hacia arriba, en la parte superior del yunque de una tormenta eléctrica. Se han documentado muy pocos, y solo en imágenes en blanco y negro, por lo que no se sabe de qué color son. 

¿Qué vio el astronauta?

En la fotografía tomada por el astronauta de la Estación Espacial Internacional se ve un fogonazo azul ensanchado, que podría deberse a un iniciador azul. Estos son chorros brillantes y breves, parecidos a los jets, aunque no llegan a formar el chorro de luz azul completo.

Es la teoría que lanzan desde Science Alert, pero no es seguro. Lo que sí está claro es que nadie o casi nadie debió verlo desde la Tierra y, por supuesto, que no es nada peligroso. Como bien explica Pesquet, la Estación Espacial Internacional es un lugar idóneo para detectar estos chorros de luz azul o de cualquier otro color, porque sobrevuela el ecuador terrestre, que es el lugar en el que suceden más tormentas eléctricas. Es más que normal que hayan instalado ahí el aparataje para estudiarlos. Esto es algo muy útil con fines científicos. Pero, hablando egoístamente, para el resto de los mortales es una maravilla que puedan captar y enseñarnos fotos tan maravillosas como esta.