Una nueva tanda de documentos filtrados de Facebook reafirman la obsesión de la compañía por atraer usuarios adolescentes a Instagram, a pesar de los estudios internos de la compañía que revelaron que la presión por la perfección y el algoritmo de la red social producen un efecto tóxico en muchos de ellos.
De acuerdo a The New York Times, desde 2019 casi todo el presupuesto publicitario anual de Instagram, previsto para este año en 390 millones de dólares, está enfocado en los adolescentes. Se trata de una maniobra que busca, principalmente, evitar que Instagram se convierta en el nuevo Facebook, ya que la pérdida de ellos es una "amenaza existencial" para la compañía.
Una encuesta de Piper Sandler publicada el mes pasado da cuenta de los cambios. El 35% de los adolescentes dijo que Snapchat era su aplicación de redes sociales favorita. Un 30% optó por TikTok, mientas que solo el 22% eligió a Instagram, aunque esta última sigue liderando por lejos en número de usuarios.
Instagram como la salvación de Facebook
Facebook comenzó como una red social para estudiantes, pero con el paso del tiempo su audiencia se fue transformando. Los más jóvenes tuvieron un paso fugaz por la plataforma y la base actual de usuarios poco tiene que ver con el espíritu adolescente que la compañía de Mark Zuckerberg busca.
En 2012, Facebook compró Instagram y, para evitar su pronunciada migración de "adolescentes jóvenes", decidió darle dar un giro pronunciado a su nueva red social de imágenes. De esta forma, Instagram empezó a incorporar funciones destinadas a traer a los más jóvenes.
Según los documentos internos de 2017, las Historias fueron un éxito entre los universitarios, y los adolescentes de entre 15 y 19 años fueron los segundos en utilizarlas. Sin embargo, no se lograron datos contundentes en jóvenes de 13 a 15 años. En respuesta a ello, la compañía duplicó sus esfuerzos para atraerlos con anuncios dirigidos.
Una red social que piensa solo en sí misma
Por si esto fuera poco, cuando desde China TikTok empezaba a atraer al público joven, Facebook decidió dar un paso polémico. Inició el desarrollo de Instagram Kids, una versión destinada a menores de 13 años. Sin embargo, esto causó gran revuelo y recibió una avalancha de críticas.
Solo después de que el mes pasado salieran a la luz documentos filtrados que revelaban el daño mental que la plataforma causa a algunos adolescentes, la compañía decidió poner en pausa su polémica propuesta para niños. Además, anunció que trabajará en nuevas funcionalidades destinada a proteger la salud mental de los más jóvenes.
En público, Facebook ha minimizado los efectos negativos de Instagram en los adolescentes. La red social no ha hecho públicos los estudios completos revelados por la investigación del WSJ. De esta forma, la multinacional puso en duda su verdadero compromiso con los usuarios y dejó ver un oscuro interés de fondo.
The New York Times revela, además, que el aumento de usuarios jóvenes que surgió durante la pandemia en Instagram está terminando. Por lo pronto, la compañía parece empecinada en atraerlos gastando millones y millones de dólares, con la esperanza de responder a la decadente plataforma Facebook.