BlaBlaCar está de enhorabuena, al menos en sus cifras de usuarios y actividad. Tras el parón que vivió la compañía francesa de movilidad compartida como consecuencia de las restricciones de movilidad por la pandemia de coronavirus, apuntan a que ya están en plena forma.
Según datos de BlaBlaCar, y después de 12 años operando en España, alcanzan los 7 millones de usuarios de un total de 100 millones en todo el mundo. No está del todo claro cuántos de esos usuarios son activos –desde la compañía apuntan a que es complicado determinar qué es activo en un modelo que no es recurrente– o cuánto llevan registrados en la plataforma sin usarla, pero sí recalcan que este logro supone todo un éxito para la tecnológica. No solo por la cifra, sino por haber recuperado y superado los datos registrados en 2019. Es decir, antes de la pandemia cuando se dejaron casi el 30% de su actividad total.
"España es uno de los mercados más importantes de la compañía, pero podemos seguir creciendo ya que todos los viajes que registramos solo son el 5% del total de los que se hacen en el país", apunta Florent Bannwarth, director de operaciones de la compañía en España y Portugal. Pese a ser un mercado interesante –de hecho es el único en el que publican cifras regionales–, la madurez del servicio está aún a años luz de su negocio en Francia o Alemania. De hecho, la multimodalidad del servicio –el siguiente paso de la compañía– aún está por ver cuándo aterriza en España. Aun sabiendo que este segmento será el "cohete para el volumen de usuarios"
El BlaBlaCar para ir al trabajo tendrá que esperar, y no sabemos cuánto
BlaBlaCar, además de los trayectos compartidos en coche, lleva tiempo trabajando en diversificaciones de su negocio principal. Abarcar todos los tipos de movilidad ha sido una de las máximas del sector en todas sus variantes.
Principalmente en Francia, pero también abarcando regiones de Europa del Este, BlaBlaCar ya funciona como intermediario para la compra de billetes de tren. "Nunca habrá un BlaBlaCar tren", apunta Bannwarth ante la posibilidad de tener un modelo con su nombre circulando por Europa. También teniendo en cuenta las aperturas de mercado que se han sucedido principalmente en España. Con todo, no hay fecha para comenzar acuerdos en el país.
Por otro lado, está su segmento de transporte en autobuses. En este caso sí con vehículos bajo su enseña, la tecnológica se encontró con un gran problema en España: la regulación vigente. En manos de concesiones públicas, muchas de ellas caducadas hace años, el negocio del transporte en autobús entre regiones dentro del país recae en manos de algunos pocos. Flixbus, pionera en el sector de los viajes baratos en autobús, y BlaBlaCar se conforman, de momento, con conexiones internacionales de larga distancia.
Por último, BlaBlaCar Lines. O lo que es lo mismo, compartir el coche para los trayectos diarios para ir al trabajo. Es un modelo que la compañía viene probando desde 2019, y con bastante éxito, en Francia. Por aquel entonces no estaba claro cuándo comenzarían a saltar fronteras. Todo apuntaba, y como declaraban desde la compañía a El Mundo, que sería en 2022 cuando la división diese sus primeros pasos en España. Ahora parecen estar reculando en su decisión o al menos repensándose la estrategia.
"No hay fecha concreta para traerlo a España", apuntan Bannwarth ante la pregunta de Hipertextual. Ante una supuesta Ley de Movilidad que verá la luz próximamente, BlaBlaCar estaría esperando a conocer las condiciones del texto antes de iniciar cualquier movimiento al respecto. También con la idea de evitar cualquier problema legal que recuerde a los primeros pasos de la compañía en España cuando el sector de los autobuses se movilizó en contra de ellos.