El universo de La Guerra de Las Galaxias es tan extenso que permite casi cualquier posibilidad narrativa. La serie Star Wars: Visions es una muestra de ello a través del anime. Aunque la serie invita a pensar casi de forma inmediata en ¿Qué pasaría si...? (What if…?), otro relato que explora distintas opciones narrativas, no es lo mismo.
Star Wars: Visions no se apoya en la narrativa ya existente pero sí lo hace en un universo de referencias reconocidas por propios y extraños. Aunque convendría saber un poco sobre La Guerra de Las Galaxias, esta serie funciona como un producto independiente. Llevando esa última consideración a su máxima expresión, podría decirse que no solo la serie sino que cada capítulo puede caminar solo. A esto se agrega una suerte de upgrade, si se asocia con What if…?: no hay uniformidad estética.
Cada uno de los capítulos de Star Wars: Visions no sólo trae una historia nueva sino también una propuesta visual distinta, enmarcada dentro de las posibilidades del anime. Sostenerse en ese género le permite explorar múltiples alternativas a través de las cuales se logra un producto entretenido sin ‘traicionar’ ni las referencias preestablecidas a través de la saga cinematográfica ni las del género.
Star Wars: Visions:
una mirada al anime desde una narrativa global
La Guerra de Las Galaxias es una de las referencias pop más importantes de la historia contemporánea; si no es la más importante. El fenómeno atraviesa múltiples generaciones que crecieron con la trilogía original de películas y quienes ahora se acercan a ese universo a través de The Mandalorian. Distintas narrativas, incluso diversos formatos, para seguir cultivando (y exprimiendo) los posibles relatos.
Con base en eso, Star Wars: Visions redobla la apuesta al combinarse con uno de los géneros narrativos más importantes en la actualidad, el anime. Esta forma narrativa, globalización y pandemia mediante, viene dando saltos de manera sostenida. La digitalización y el streaming han contribuido a que más personas se acerquen a distintas historias y la pandemia entra dentro de los motivos por los cuales la gente también incursionó en el género. A mayor tiempo en las pantallas, mayor chance de acercarse a otros discursos.
Esa integración de universos plantea una serie de retos porque uno y otro no parecen demasiado cercanos. Sin embargo, Lucasfilm y los distintos estudios japoneses que participaron en la producción dieron con un punto en común: los sables de luz, las espadas de La Guerra de Las Galaxias, para construir múltiples narrativas a través de ese arma, teniendo en cuenta que la tradición japonesa también guarda relación con ese recurso.
Como idea general, potenciada a través de distintos productos culturales, Japón encuentra en la mitología samurái una forma de presentarse al mundo. Esta referencia es clave dentro de Star Wars: Visions. La serie no es Los siete samuráis (Akira Kurosawa, 1954) ni aspira a serlo. Pero se apoya en distintas referencias a esa filosofía para adentrarse en el mundo de La Guerra de Las Galaxias. Eso explica, por ejemplo, la aparición de un Ronin en el primer capítulo, “The Duel”.
Esa no es la única referencia que se puede encontrar en ese sentido. Star Wars: Visions no presenta uniformidad estética, algo que se advirtió desde el principio al presentarse como una serie antológica. Pero sí logra compactar su narrativa a través de ese tipo de detalles. Otra muestra de la integración de narrativas y la cultura es el “Lop & Ocho”, el octavo episodio, aún más marcado por la tradición samurái. A su vez, la producción no deja de hacer guiño con el pulso familiar que acompaña a todo el Universo de Star Wars con padre e hijo conflictuados.
A los capítulos mencionados se suman:
- Twin Engine (Tatooine Rhapsody)
- The Twins
- The Elder
- The Village Bride
- Akakiri
- T0-B1
- The Ninth Jedi
Algunas referencias y un inconveniente
A lo anterior se suma las normas propias del género, tanto en discursos como en espectacularidad. Star Wars: Visions ofrece desde las clásicas exageraciones en los gritos hasta recreaciones de combate que hacen recordar a Dragón Ball y Caballeros del Zodiaco, por citar dos referencias canónicas. Pero no se queda sólo ahí, si se piensa en producciones como Afro Samurai de la que también parece beber.
Aunque hay nueve estudios involucrados, se pueden percibir otras referencias según el capítulo de turno. Teniendo en cuenta que el universo de La Guerra de Las Galaxias plantea constantes relaciones entre humanos y máquinas, tiene sentido que haya tramos de algunos episodios que evoquen a Fullmetal Alchemist, otro clásico del anime contemporáneo.
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Star Wars: Visions funciona de forma irregular. A capítulos muy buenos siguen otros que dejan algunas dudas. Quizá por su brevedad (ningún capítulo supera la media) y eso dificulta el acercamiento a los personajes. Por eso, no se descarta que haya quien vea esta producción como una forma más de exprimir de forma comercial una franquicia. Hay que tener en cuenta que, anime mediante, se entra a un mercado tan competitivo como el asiático, además de presentarse ante otras audiencias mediante un género en auge.
Al concluir, varios de los episodios dejan en el espectador la sensación de necesitar un poco más. No es insatisfacción sino una suerte de goce natural: “quiero ver más de esto”. Es ahí cuando el espectador no familiarizado o, por el contrario, canónico en cuanto a Star Wars se trata, puede manifestar alguna queja. Por eso conviene recordar que Star Wars: Visions es una serie antológica y, en otro registro, una exploración comercial de Lucasfilm y Disney. Si se va hacia ella siendo consciente de esto, la experiencia puede ser gratificante desde un punto de vista narrativo y entretenida con base en la puesta estética.