Los ensayos clínicos de la primera vacuna del coronavirus española ya pueden dar su pistoletazo de salida, tras la luz verde concedida por la Agencia Española del Medicamento (AEMPS). Si bien la desarrollada por el CSIC, junto a la compañía farmacéutica Biofabri, era la que parecía tener más papeletas para dar inicio a los ensayos con humanos, el stand by en el que entró la semana pasada a la espera de autorización la ha dejado por detrás de la de la compañía privada Hipra.
Esto significa que, tras los buenos resultados de la fase preclínica, la vacuna ya podrá probarse con humanos, una vez que terminen de reclutar voluntarios.
Lógicamente, aún queda mucho para que pueda comercializarse si todo va bien. Pero es un paso importante que, hasta ahora, no había dado ninguna de las otras candidatas españolas.
Así funciona la vacuna del coronavirus española
Según explican desde la EMA, la vacuna española del coronavirus desarrollada por Hipra se basa en dos proteínas recombinantes, estructuralmente similares, una correspondiente a la variante alfa y otra a la beta, que se unen para formar una sola estructura.
Las vacunas basadas en proteínas sintéticas equivalentes a las del patógeno que se quiere prevenir se han hecho muy frecuentes en los últimos años. Incluso ya hay algunas vacunas del coronavirus de este tipo. Sin embargo, esta es realmente interesante, por incluir proteínas procedentes de dos variantes.
Esto es algo muy importante, dada la gran cantidad de ellas que están apareciendo. Por eso, y por los buenos resultados previos, ha sido finalmente esta la vacuna del coronavirus española que ha dado el siguiente paso. ¿Pero qué pasa con la del CSIC?
Aún a la espera
La semana pasada se habló de que la vacuna del coronavirus española desarrollada por el CSIC y Biofabri había detenido sus ensayos clínicos por la muerte de alguno de los monos con los que se había estado probando.
Sin embargo, pronto se supo que esto era un bulo. Simplemente, la fase preclínica ha finalizado y, para poder comenzar los ensayos con humanos, es necesaria la autorización de la Agencia Española del Medicamento.
Esa sigue siendo la situación, pues por ahora no se ha sabido nada más. Ya se habían comenzado a buscar voluntarios que no estén vacunados y no hubiesen pasado el virus, pero tendrán que esperar hasta tener la resolución de la AEMPS. Si finalmente consigue continuar y llega al final de los ensayos clínicos, podría convertirse en una de las primeras vacunas nasales en comercializarse. Esto sería muy útil, puesto que se ataca al virus desde su puerta de entrada. Pero de momento la realidad es que tendremos que seguir con las inyecciones. Y que en España, de momento, solo Hipra sigue caminando hacia esa ansiada ronda final.