Poco después de que la pandemia de COVID-19 empezara a extenderse por todo el mundo conocimos los primeros casos de perros y gatos con coronavirus. Todos eran mascotas de personas que habían pasado la enfermedad recientemente y, aunque algunos tuvieron síntomas, prácticamente ninguno llegó a estar grave. Se documentaron dos casos de perros que murieron. El primero, residente en Hong Kong, tenía 17 años, por lo que, tratándose de un can, lo raro era que aún estuviese vivo. El segundo, de Estados Unidos, solo tenía 7 años, pero después de que sus síntomas empeoraron se le realizaron una serie de pruebas en las que se concluía que muy probablemente tuviera cáncer.

En definitiva, no parece que el contagio de coronavirus a mascotas sea algo grave. Pero sí algo a lo que debemos prestar atención. Especialmente ahora que, gracias a las vacunas, los humanos estaremos cada vez más protegidos. Los reservorios animales serán algo que no deberemos perder de vista. No olvidemos cómo empezó todo.

Por eso, un equipo de científicos de la Universidad de Utrecht ha llevado a cabo una investigación, presentada hoy en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (ECCMID), en la que analizan varios casos de perros y gatos con coronavirus durante la pandemia. Por suerte, los resultados muestran que no es fácil que se dé el contagio entre mascotas o de mascotas a humanos. Pero, por desgracia, sí a la inversa.

En busca de perros y gatos con coronavirus

Para la realización del estudio, estos científicos se pusieron en contacto con varias personas que habían tenido COVID-19 en los últimos 200 días y que convivían con mascotas en casa.

Las mascotas pertenecían a personas que habían tenido coronavirus en los últimos 200 días

En total, se analizaron 156 perros y 154 gatos de 196 hogares. Se les extrajeron muestras de sangre y se les realizaron hisopados, tanto orofaríngeos como anales. En la sangre buscaron anticuerpos contra el SARS-CoV-2. Con las muestras de hisopado realizaron PCRs en busca de infecciones activas.

Así, comprobaron que había 7 perros y 6 gatos con coronavirus, aún con el virus activo en sus células. Por otro lado, 31 gatos y 23 perros tenían anticuerpos. Estos números suponen un 4,2% y un 17,4% del total de mascotas, por lo que son porcentajes importantes como para considerarse una casualidad. 

En cuanto a los 13 animales que aún tenían el virus, los propietarios de 11 de ellos accedieron a que se les repitieran las PCRs pasado un tiempo, hasta comprobar que todos pasaron la infección sin complicaciones. La mayoría de ellos habían sido asintomáticos. Sin embargo, otro estudio que también se presenta hoy en el congreso, esta vez realizado por investigadores de la Universidad de Guelph, en Canadá, sí que encontró que un 20% de los perros y un 27% de los gatos con coronavirus tuvieron sintomatología leve. Esta incluía falta de energía y de apetito en el caso de los primeros y secreción nasal y dificultad para respirar en los segundos. La metodología de ambos estudios es similar, aunque este último también incluyó perros y gatos callejeros.

Menos bidireccional de lo que podríamos pensar

El primer estudio analizó también a otras mascotas que compartían casa con los perros y gatos con coronavirus. Ninguna dio positivo, por lo que no parecía que sea fácilmente transmisible entre mascotas. Tampoco hay evidencias de que los animales contagiaran a sus amigos humanos. Solo al revés.

De hecho, en el segundo estudio vieron que se contagiaron preferentemente los animales que pasaban más tiempo con sus dueños. Por ejemplo, actividades como dormir juntos, compartiendo cama, favorecían notablemente los contagios. 

En definitiva,  no parece que las mascotas vayan a promover nuevos brotes de esta pandemia. Sí que habría que prestar buena atención a otros animales, como los visones. De cualquier modo, este estudio sirve para comprender que si nos infectamos, igual que debemos mantener las distancias con otros seres humanos, deberíamos alejarnos de nuestras mascotas. No son un juguete con el que pasar el tiempo de confinamiento y no, no suelen enfermar gravemente, pero si podemos evitarles la infección, mejor. Ellos nunca lo harían.

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