No conocemos con exactitud la cifra de muertos provocados por la ola de calor que tuvo lugar en junio en el oeste de Estados Unidos y Canadá. Sin embargo, los cálculos de exceso de mortalidad apuntan a que han podido ser cientos de personas. No es para menos, pues en algunos puntos llegaron a alcanzarse los 50ºC. Pero no solo los seres humanos se vieron afectados. Es lógico pensar que este fenómenos también pudo tener consecuencias letales para otros seres vivos, aunque tardaremos en conocer el alcance que ha tenido en este aspecto. Si es que alguna vez lo llegamos a saber del todo, pues los hallazgos se van produciendo con cuentagotas. El último que se ha notificado ha sido el impactante descubrimiento de miles de animales marinos muertos, después de haberse hervido vivos.

El descubridor de este terrible suceso ha sido el biólogo marino Chris Harley, quien ha explicado cómo ocurrió todo en declaraciones a la CBC canadiense.

Al parecer, el pasado domingo se encontraba en la playa Kitsilano, de Vancouver, cuando un potente y desagradable olor llamó su atención. Seguido por su olfato, llegó hasta el lugar en el que se habían depositado los restos de miles de almejas, mejillones, estrellas de mar y caracoles. Sus cuerpos estaban hervidos, pero no habían pasado por ninguna cocina. Estos animales marinos murieron por la ola de calor.

Una ola de calor sin precedentes

El cambio climático ha sido el principal instigador de esta ola de calor, que ya tiene réplicas por otros muchos puntos del mundo.

La temperatura más alta registrada se tomó en la Columbia británica el 29 de junio, cuando el mercurio llegó hasta los 49,6ºC. Por lo tanto, se calcula que en las costas de Vancouver se debieron rozar los 50ºC.

Según ha explicado Harley en la entrevista sobre los animales muertos que encontró, estas especies no soportan más de 30ºC. Por lo tanto, al mantenerse durante bastante tiempo 20ºC por encima de lo que son capaces de aguantar, terminaron falleciendo hervidos.

Hama Hama Oysters/Instagram

Miles de millones de animales marinos muertos

Del mismo modo que no es posible saber cuántos humanos murieron por la ola de calor, Harley explica que tampoco sabe a cuánto asciende la cifra de animales marinos muertos.

Las almejas y los mejillones son animales filtradores, por lo que su muerte afectará a la calidad del agua

No obstante, basándose en los registros poblacionales de esta zona de Canadá, calcula que podrían ser miles de millones. 

Esto es una terrible noticia, tanto por la pérdida de todas estas vidas animales como por las consecuencias que tendrá para el ecosistema. Por un lado, por la pérdida de biodiversidad. Por otro, por cómo afectará a la calidad del agua. Y es que algunos de los animales marinos muertos, como las almejas y los mejillones, son especies filtradoras. Eso significa que, al no encontrarse en el mar, no pueden contribuir a limpiar ese agua. 

Esta es una de las catastróficas consecuencias de la ola de calor. Por desgracia, seguro que nos quedan otras muchas por ver. El cambio climático no perdona y todo esto es un buen ejemplo de ello.