La escasez de chips viene golpeando a la industria automotriz desde hace meses, pero este panorama podría cambiar próximamente. TSMC, el mayor fabricante de semiconductores del mundo, cree que el suministro podría mejorar en las próximas semanas. Si esto ocurre, podría ser el primer paso hacia una progresiva recuperación del sector.

El proveedor taiwanés, que también trabaja con tecnológicas como Apple, Qualcomm y AMD, ha dado a conocer su proyección este jueves en la presentación de sus resultados financieros, que revelan que sus ventas han aumentado casi un 20% en relación al trimestre anterior, a pesar del problema de suministros global.

Para seguir liderando en mundo de la fundición y hacer frente a la escasez de chips, TSMC dijo que planea construir nuevas fábricas en Estados Unidos y Japón. Los chips producidos allí se destinarán á una amplia gama de productos tecnológicos, que van desde teléfonos inteligentes hasta ordenadores y vehículos.

Además, TSMC espera que la entrega de unidades de microcontrol aumente considerablemente y reduzca la escasez de chips. Estos componentes, necesarios en la electrónica de los automóviles, aumentaron su producción en un 30% a principios de 2021. Con las nuevas fábricas, será posible aumentar hasta un 60% la producción este año, en relación al año anterior.

“Al tomar tales acciones, esperamos que la escasez de chips se reduzca considerablemente para los clientes de TSMC a partir de este trimestre”, dijo CC Wei, director ejecutivo de TSMC. No obstante, el ejecutivo señaló que los problemas en la industria de los semiconductores podrían extenderse hasta 2022, según Financial Times.

TSMC quiere acabar con la escasez de chips

escasez de chips afecta la industria automotriz
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Los problemas de suministro en la industria automotriz se agravaron por las propias decisiones de algunas compañías. Muchas de ellas cancelaron sus pedidos de chips al inicio de la pandemia. Tiempo más tarde hicieron nuevos pedidos, pero los fabricantes como TSMC estaban trabajando al límite para cumplir los pedidos de otros clientes.

En consecuencia, la escasez de chips impactó con fuerza en la producción de empresas como Ford y General Motors, que tuvieron que reorganizar sus esquemas de producción y fabricar menos vehículos. Por otra parte, coches de marcas como Chevy (Chevrolet), Cadillac, Buick y GMC se quedaron sin cargadores inalámbricos para teléfonos debido a la falta de componentes.