La criptomoneda Chia ha tenido un impacto directo sobre el mercado de discos duros y SSD. El furor por la divisa virtual ha provocado escasez y aumento de precios en Asia, pero no han sido los únicos problemas. También se descubrió que cultivar la criptomoneda puede destruir las unidades de almacenamiento en cuestión de semanas. Con la creciente demanda de hardware y el faltante en las tiendas, los principales fabricantes han optado por medidas extremas.
Según un informe de Tom's Hardware, las compañías radicadas en Taiwán que producen unidades de estado sólido comenzarán a venderles directamente a las "granjas" que se dedican a cultivar Chia. El objetivo es satisfacer la altísima demanda que existe sobre los SSD, evitando que las grandes estructuras detrás de la criptomoneda recurran al mercado minorista y sigan elevando el precio de los componentes.
La presión es tan fuerte que Adata confirmó que de marzo a abril crecieron entre 400 y 500% los pedidos sobre sus SSD. La firma, al igual que TeamGroup y Phison, está trabajando en desarrollar unidades de almacenamiento que sean apropiadas para usar con Chia.
La criptomoneda Chia sigue presionando al mercado de discos duros y SSD
Si los fabricantes taiwaneses de SSD establecen una línea directa para proveer a los usuarios que negocian con Chia, quitarían la tensión sobre el mercado convencional. En los papeles, eliminar intermediarios evitaría que continúe la escalada de precios, pero no es un objetivo sencillo de lograr.
Las compañías concuerdan en que la demanda sobre las unidades de almacenamiento puede mantenerse por varios meses. Además, el desarrollo de unidades de estado sólido de gran capacidad y mayor resistencia para Chia aumentará la demanda general de memorias 3D NAND. Aseguran, incluso, que se consumiría "toda la capacidad disponible" para su fabricación.
Según Tom's Hardware, si se eleva la demanda de controladores SSD y 3D NAND, lo más lógico es pensar que los precios seguirán en ascenso. El furor por la criptomoneda Chia está ejerciendo una tensión muy difícil de controlar sobre el mercado de componentes, y los fabricantes siguen buscando respuestas sobre la marcha sin saber si el resultado final será positivo.