La NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas) han realizado tres nuevas imágenes de Júpiter. En realidad, las tres imágenes se captaron el pasado 11 de enero de 2017, pero se han mostrado ahora. Además, fueron realizadas a la vez por el telescopio espacial Hubble (más conocido en inglés como Hubble Space Telescope) y el Observatorio Gemini. Pero, ¿para qué sirven estas tres fotos del planeta Júpiter?
Lo primero es señalar que las tres imágenes se tomaron a la vez y en "longitudes de onda infrarrojas, visibles y ultravioletas", tal y como ha informado en un comunicado de prensa el Laboratorio Nacional de Investigación de Astronomía Óptica-Infrarroja, más conocido como NOIR Lab en inglés. "Estas vistas revelan detalles de las características atmosféricas, como la Gran Mancha Roja, las supertormentas y los ciclones gigantescos que se extienden por el disco del planeta".
No todas las imágenes se han tomado desde el Hubble, como ya hemos señalado. Es más, el telescopio espacial ha realizado las de longitud de onda visible y ultravioleta con su cámara Wide Field Camera 3 mientras que la foto en infrarrojos se ha tomado con el instrumento Near-InfraRed Imager (NIRI) del Observatorio Gemini North, que es un telescopio terrestre que se encuentra en Hawái. A continuación se pueden ver las tres espectaculares imágenes hechas por el telescopio Hubble y el Observatorio Gemini; debajo de cada una se señala en qué longitud de onda está tomada.
Imágenes de Júpiter con el Hubble
Poder observar Júpiter "permite a los científicos obtener información que de otro modo no estaría disponible". Las tres imágenes del telescopio Hubble y el Observatorio Gemini son preciosas. Pero sobre todo nos aportan información acerca de la atmósfera del planeta, "ya que cada longitud de onda sondea diferentes capas de nubes y partículas de niebla".
De hecho, los investigadores se han dado cuenta, gracias a estas nuevas imágenes, de que la Gran Mancha Roja no se aprecia igual en todas las fotos del Hubble y el Observatorio Gemini North.
Pero comencemos por el principio. La Gran Mancha Roja es un "sistema de tormentas persistentes lo suficientemente grande como para tragarse la Tierra entera", indican desde NOIR Lab. Es una de las características del quinto planeta del sistema solar que le hacen reconocible al mirar imágenes como las publicadas este martes; al igual que los anillos de Saturno le hacen reconocible. Aunque aquí hay que matizar que Júpiter también tiene anillos, pero no son tan característicos como los del otro planeta.
Luz visible y ultravioleta
En definitiva, que la Gran Mancha Roja es tan característica del planeta Júpiter, que los investigadores esperaban encontrarla en todas las imágenes. Sin embargo, no ha sido así. Se ve sobre todo en las imágenes de espectros de luz visible y ultravioleta; pero es casi indetectable en las longitudes de onda infrarrojas. "Por el contrario, las bandas de nubes de Júpiter, que giran en sentido contrario, son claramente visibles en las tres vistas", indican desde el NOIR Lab.
¿Y qué significa que la Gran Mancha Roja sea más oscura que las bandas de nubes en el infrarrojo, pero no en las otras imágenes? "Esta discrepancia se debe a que las distintas longitudes de onda revelan estructuras diferentes; las observaciones en el infrarrojo muestran zonas cubiertas por gruesas nubes, mientras que las observaciones en el visible y el ultravioleta muestran la ubicación de los cromóforos, las partículas que dan a la Gran Mancha Roja su tono distintivo al absorber la luz azul y ultravioleta", señalan desde el NOIR Lab.
La otra mancha roja de Júpiter
Algo similar ocurre cuando miramos a Oval BA, también llamada Mancha Roja Junior por los investigadores. Aparece solo en dos de las imágenes: también "está coloreada por cromóforos que absorben la radiación solar tanto en longitudes de onda ultravioleta como azul; lo que le da un color rojo en las observaciones visibles y una superficie oscura en las longitudes de onda ultravioleta". Esta mancha también es una tormenta, aunque en este caso sabemos que se originó en el año 2000 cuando tres tormentas más pequeñas se fusionaron. Y se ha mantenido desde entonces activa.
Con la ayuda de las tres imágenes ahora los investigadores saben más sobre la atmósfera, las nubes y las partículas de Júpiter.
Telescopio espacial Hubble
El Hubble es un telescopio espacial de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés). Y lleva orbitando alrededor de la Tierra desde abril de 1990. Se espera que el telescopio espacial James Webb -una misión de la NASA, ESA y la Agencia Espacial Canadiense- sea su sustituto a partir del próximo mes de octubre, si todo sale según lo previsto. Y es que, por desgracia, ha habido varios retrasos con esta misión. En cuanto el Webb entre en funcionamiento, es probable que las agencias espaciales desactiven el telescopio Hubble. Una vez desactivado pasará a convertirse en basura espacial y orbitará alrededor de la Tierra otros 10 o 20 años antes de reingresar a la atmósfera terrestre; aunque todo esto está todavía por confirmarse.
Más allá de aportar imágenes bonitas, el telescopio Hubble ayuda a hacer ciencia con ellas. Gracias a estas fotos sabemos más sobre cómo es Júpiter y su atmósfera. Tener conocimiento de otros planetas es muy importante. Sobre todo para saber cómo evolucionan los distintos tipos de planetas. Y es que hay que tener en cuenta que no podemos adentrarnos en Júpiter. Además, esto nos puede ayudar a caracterizar otras atmósferas, no hay que olvidar que seguimos buscando vida más allá de la Tierra.
En definitiva: la observación es esencial para entender mejor los planetas que nos rodean. Captar fotos como las enviadas por el telescopio espacial Hubble, o las que vendrán del James Webb, podrían ayudarnos a conocer mejor las estrellas, planetas y demás objetos celestes.