Clubhouse, la conocida aplicación streaming de audio, aterriza en Android tras experimentar varias semanas de fama en iOS. La aplicación, por el momento, ha sido liberada en versión beta, aunque solo en los Estados Unidos. 

La idea de la compañía es experimentar en dicho país para, posteriormente, extender la disponibilidad de esta aplicación a otras regiones. “Nuestro plan para las próximas semanas es recopilar comentarios de la comunidad, solucionar cualquier problema que veamos y trabajar para agregar algunas funciones finales como pagos y creación de clubes antes de implementarlo de manera más amplia”, explican en el comunicado.

La llegada a Android no cambia la dinámica interna de Clubhouse, que se basa en un sistema de invitaciones. Es decir: un usuario solo puede registrarse y acceder a la plataforma tras ser invitado por otra persona. Esto, según la compañía, permite controlar su crecimiento y adaptar progresivamente la infraestructura.

“A medida que nos acercamos al verano y continuamos ampliando el backend, planeamos comenzar a abrirnos aún más, dar la bienvenida a millones de personas más de la lista de espera de iOS, expandir el soporte de idiomas y agregar más funciones de accesibilidad, para que las personas de todo el mundo puedan experimentar Clubhouse de una manera que les parezca nativa”, han detallado en un comunicado.

Todo el mundo quiere copiar a Clubhouse

Clubhouse

La llegada de Clubhouse supuso una revolución en el campo de las redes sociales. De hecho, todas las grandes empresas del sector han replicado de alguna forma la propuesta de esta emergente aplicación. Entre los ejemplos más resonados está el de Twitter, que lanzó Spaces a comienzos de año.

Por Clubhouse han pasado decenas de personalidades famosas, incluyendo a Elon Musk o Bill Gates. Asimismo, la imposibilidad de asistir a eventos presenciales o reunirse con normalidad debido a la pandemia, ayudó a su crecimiento en estos últimos meses. 

El reto al que se enfrenta ahora la compañía es qué ocurrirá con la plataforma una vez llegue la normalidad. ¿Serán capaces de lograr que miles de personas estén pegadas al teléfono escuchando a otras personas hablar? ¿Podrán resistir a la competencia que les plantean empresas como Twitter o Facebook con sus respectivas salas de audio? Esas son preguntas que aún no tienen respuesta, pero lo que sí parece claro es que Clubhouse ha abierto la veda de las salas de audio. Y estas probablemente hayan llegado para quedarse.