La salida de LG de la industria de los smartphones no tomó a nadie por sorpresa. La división de móviles de arrastraba pérdidas desde hacía años y su intención de venderla a un tercero no interesó a nadie. Pese a eso, el fabricante contaba con un número importante de fanáticos gracias a sus lanzamientos de antaño, como el LG Prada.
Antes de que el iPhone llegara para dominar la industria móvil, LG solía vender milllones de teléfonos con caracteríticas novedosas. Entre la lista de dispositivos que innovaron en su momento se encuentra el modelo KE850, mejor conocido como "LG Prada".
El Prada fue el primer móvil con pantalla multitáctil que apostaba por el uso de los dedos y no el stylus, algo que comúnmente se atribuye al iPhone. Aunque su anuncio oficial llegó 9 días después del iPhone, LG reveló el dispositivo en diciembre y ya contaba con un premio al mejor diseño.
Esto último fue lo que llevó a los surcoreanos a acusar a Apple de plagio. Woo-Young Kwak, quien fungía como jefe de investigación y desarrollo en LG, aseguró que el iPhone copió el diseño del Prada.
El LG Prada y el iPhone tenían poco en común
Aunque ambos dispositivos tenían cierto parecido, la realidad es que el LG Prada y el iPhone diferían en muchos aspectos. Si, el diseño era similar y la interfaz de usuario estaba basada en iconos, sin embargo, el Prada no era un smartphone.
El LG Prada era una colaboración entre la tecnológica y el Grupo Prada. Descrito como un teléfono sofisticado y elegante, combinando tecnología con diseño de vanguardia, el móvil de LG apuntó a la gama alta.
En términos de especificaciones contaba con una pantalla a color de 3 pulgadas, una cámara principal de 2 MP y 256 MB de memoria interna. El Prada podía conectarse a internet por EDGE, abrir documentos de Office y ejecutar los populares juegos de Java de Gameloft.
El móvil fue considerado uno de los mejores diseños de 2007. Tras ganar el iF Design Award, el LG Prada se llevó el premio de diseño Red Dot al mejor dispositivo del año. La colaboración con Prada se extendió a dos modelos adicionales, concluyendo con el Prada 3.0 que corría bajo Android.
¿El fin de la innovación?
Previo al lanzamiento del Prada, LG se encontraba en un buen momento gracias al éxito del Chocolate. La serie había vendido más de 21 millones de dispositivos en todo el mundo. Esto abrió la puerta a experimentar con nuevas tecnologías en sus nuevos teléfonos.
Aunque el Prada nunca pudo superar a su antecesor, la serie forma parte de los últimos intentos de los fabricantes por innovar en diseño. Tras el lanzamiento del iPhone, LG dedicó sus esfuerzos a copiar un modelo establecido y pese a que después corrigió el rumbo, su destino ya estaba marcado.