Adelantaba elDiario.es que Glovo dejaba la patronal CEOE. Un hecho que fue comunicado hace tres semanas, y que se hará efectivo en junio, como consecuencia al apoyo por parte de la organización de empresas a la famosa Ley Rider.
La balanza estaba, en los albores de las negociaciones, del lado de Glovo. El peso con el que cuenta la plataforma en España, el hecho de que sea la única nacida en el país y su condición de símbolo del emprendimiento nacional daba cierto peso en su influencia en la posición de la CEOE. Esto, por parte del unicornio por excelencia en España, significaba poner su propuesta –centrada en el mantenimiento del modelo de autónomo en el sistema rider– por encima de todas las demás. Deliveroo y Uber Eats, en cualquier caso, se mantenían del lado de la compañía española.
Pero llegó la anunciada Ley Rider, aún sin aprobación en el Consejo de Ministros y sin fecha para que esta entre en vigor. Los rumores, días antes de su aprobación, apuntaban a una CEOE rendida a los sindicatos. O al menos con la intención de pactar una reforma que, según la cartera de Trabajo, iba a ser sí o sí. Con acuerdo o sin él. "Es un farol, un malentendido que quiere poner en boca de la CEOE los intereses de los sindicatos, una manipulación", apuntan varios riders a este medio en aquel momento.
La realidad es que finalmente hubo acuerdo. La Ley Rider sentenciaba que todas las plataformas debían contratar a sus repartidores. Sin excepción. Aunque se guardaban la baza de ahondar en el modelo de subcontratación, defendido por Just Eat, como una de las alternativas a tener en cuenta. Sumaba, además, otro punto considerado como alta traición: el de tener que publicar el algoritmo de gestión de personal.
Tras esta salida, Glovo también ha tomado la iniciativa para crear una plataforma que sí que defienda los intereses de todas las partes. Llamada APS, esta estaría conformada por todas las compañías que han tenido problemas con la Inspección de Trabajo: Deliveroo, Stuart y Uber Eats. Una organización al margen de Adigital, pero que las partes defienden como necesaria y complementaria a esta al estar enfocada a un sector en concreto.
Pese a todo, la maquinaria ya está lista para que la próxima Ley Rider entre en vigor y, por tanto, afecte a las diferentes compañías. Glovo aún no ha hecho declaraciones al respecto más allá de una posible reducción de las regiones en las que operan, solo Uber apunta a que "seguirá apostando por España y por ello estamos explorando diferentes alternativas para adaptar nuestro negocio de comida a domicilio a la nueva regulación que entrará en vigor en los próximos meses”. Una de ellas es, de hecho, las nuevas funcionalidades dentro de su plataforma; que prescinden de los propios riders para poner al cliente como centro del proceso de recogida.
Uber Eats se mantiene en la CEOE pese a todo
A día de hoy, Uber Eats afirma que se mantiene en la CEOE independientemente de los pactos asociados a la Ley Rider. No hay intención, por otro lado, de salirse en un futuro. Glovo estaría, por tanto, sola en su salida de la patronal.
Fuentes del sector apuntan que, pese a todo, la posición de la CEOE no era algo de lo que sorprenderse. Pese a la fuerza que Glovo podría ejercer dentro de la patronal por su peso en el sector, hay que tener en cuenta quién forma parte de la misma de forma histórica. O dicho de otro modo, la CEOE ha cedido ante la reforma laboral de las plataformas delivery para dejar en segundo plano una aplicación de la misma medida respecto a los falsos autónomos en otros sectores también afectados. Un mal ¿menor? para ganar tiempo para, en su gran mayoría, empresas del Ibex35.
Este punto es, de hecho, uno de los mayores argumentos de plataformas como Riders x Derechos a la hora de negar el resultado de la Ley Rider. Según el colectivo, esta reforma debería aplicarse a todas las plataformas, empresas y verticales laborales. La propia Yolanda Díaz apuntaba, en referencia a esta limitación al colectivo rider, que cualquier modificación laboral en otro sector –aunque necesaria– debía realizarse con sumo cuidado.