Una vez más la etiqueta #RestoreTheSnyderVerse se hizo tendencia redes sociales. Es la tercera vez en menos de dos semanas, justo después del estreno del Snyder Cut de La Liga de la Justicia. Es la más reciente tentativa del fandom para influir sobre las decisiones de Warner, después del éxito de la película, que se estrenó en HBO Max. Pero detrás de este movimiento aparentemente inocuo se esconde una toxicidad inmensa que también ha afectado a otras producciones y franquicias como la de Star Wars e inclusive al Universo Cinematogáfico de Marvel.
De hecho, la etiqueta #RestoreTheSnyderVerse reúne una serie de comentarios insultantes contra ejecutivos del estudio e incluso amenazas directas. Un considerable número de fans insiste en que el universo creado por Zack Snyder debe ser canon del Universo Extendido de DC, a pesar de la negativa del estudio.
La situación se ha hecho tan complicada que, incluso, las cabezas visibles del estudio se mostraran preocupados. Hace menos de una semana, la directora ejecutiva de WarnerMedia, Ann Sarnoff, dijo a Variety que se trata de un comportamiento “intolerable”, que además rebasa lo razonable.
Ahora, la circunstancia es aún más violenta. Durante semanas, un grupo de fans posicionó entre las tendencias de Twitter dos hashtags: #RestoreTheSnyderVerse –en relación a la validación del Snyder Cut de La Liga de la Justicia– y #ReleaseTheAyerCut –refiriéndose al corte de David Ayer de Suicide Squad–. En ambos casos vertiendo constantes agresiones a empleados y directivos de Warner hasta el acoso.
La situación llegó a un nivel tan abrumador que Sarnoff reaccionó de manera pública, días después del estreno del Snyder Cut de La Liga de la Justicia.
“No toleraremos nada de eso. Ese comportamiento es reprobable sin importar de qué franquicia esté hablando o de qué negocio esté hablando. Estoy muy decepcionada con el fandom que optó por ir a ese lugar negativo con respecto a DC, con respecto a algunos de nuestros ejecutivos”.
Ann Sarnoff para Variety.
Se trata de una reacción inusitada y, de hecho, una de las pocas que ha provocado el fandom tóxico desde que el fenómeno tiene lugar. Para buena parte de los responsables de la imagen de actores en Hollywood, el escándalo no se trataba de un problema. A mayor ruido alrededor de películas o proyectos –fuera bueno o malo–, mayor visibilidad.
No obstante, ha llegado una nueva era en la que directivos, actores, productores y demás cabezas visibles relacionados al cine o las series de TV parecen dejar de guardar silencio frente al ala más tóxica del fanatismo. Y todo indica que con el caso del Snyder Cut de La Liga de la Justicia, se marcará un antes y un después.
Un trayecto incómodo del fandom hacia la agresión: de 'Star Wars' a 'La Liga de la Justicia'
El diciembre del 2017, el estreno de Los Últimos Jedi de Rian Johnson abrió un debate frontal entre los fans de Star Wars. La película, que rompía de manera directa con todo tipo de elementos básicos del canon, supuso una sacudida para un fandom muy devoto. Pero la discusión sobre la trama devino en algo más preocupante: el acoso a sus actores. En especial, contra la actriz Kelly Marie Tran.
La interprete soportó una serie de críticas violentas y acoso en redes sociales debido a su interpretación de Rose. Un número significativo de fans consideró que su personaje era “una concesión a lo políticamente correcto”. Por semanas, Tran soportó insultos machistas y racistas. En 2018, abandonó las redes sociales.
Lo mismo ocurrió con la actriz Daisy Ridley, que borró toda presencia publica en internet. Y aunque su situación no tuvo relación directa con su personaje en Star Wars, su posición en la saga incrementó la virulencia del ataque. Ridley había expresado opiniones sobre las víctimas por arma de fuego en EE.UU., lo que le supuso una ola de acoso online. Al final, explicó a Buzzfeed que no podía lidiar con un fenómeno semejante.
Ni en el caso de Tran ni tampoco en el de Ridley, los ejecutivos de Disney se manifestaron en su defensa. De hecho, el personaje de Tran fue prácticamente eliminado de El Ascenso de Skywalker del 2019. La actriz se sorprendió por la decisión del director J. J. Abrams de cortar la mayoría de sus escenas.
Y aunque no hubo declaración oficial al respecto, la sensación generalizada fue que la decisión simplemente fue una demostración del aumento del poder del fandom más tóxico de Star Wars.
No fue la primera vez que alguno de los grandes estudios cinematográficos guardaron un silencio preocupante ante agresiones similares. En el 2016, Sony Pictures no emitió opinión alguna cuando la película Ghostbusters fue atacada por un fandom violento y misógino. Tampoco lo hizo Marvel Studios cuando un grupo de fanáticos vulneró el sistema de puntuaciones de Rotten Tomatoes en contra de Capitana Marvel.
Al final, la lección parecía ser aprovechar el ruido mediático, fuera o no positivo o edificante. No obstante, para el 2021 la situación parece haber cambiado de forma sustancial.
¿Un cambio de actitud por parte de los estudios?
Con frecuencia, los estudios solo suelen manifestarse en situaciones que pueden poner en riesgo producciones de alto calibre. Por ejemplo, meses atrás, la actriz Gina Carano fue despedida como empleada de Disney tras difundir comentarios antisemitas. El caso fue discutido y hubo un complicado debate sobre la intervención del estudio en una situación semejante.
Lucasfilm dijo tras su despido que “las publicaciones en las redes sociales que denigran a las personas en función de sus identidades culturales y religiosas son aborrecibles e inaceptables”. En en casos extremos como este, cuando realmente intervienen.
Pero tras las reacciones recientes de Sarnoff, rechazando el ala más tóxica del fandom del Snyder Cut de La Liga de la Justicia, parece que se marca una nueva etapa entre las relaciones de estudio y su audiencia.
El apoyo a los actores y equipo de producción, quizás el primer paso para detener el acoso selectivo en redes sociales. En especial, en una época en que el espacio y la conversación virtual tienen una considerable importancia en la visibilidad de películas y series de televisión.