Hacía mucho que no aparecían en el listado de las grandes rondas de financiación. BlaBlaCar, la startup por excelencia del panorama emprendedor francés, acaba de anunciar que vuelve al ruedo con una operación de 97 millones de euros, liderada por VNV Global, Otiva, la Sociedad de Inversión Otiva J/F AB y FMZ Ventures, fondo del expresidente de inversiones de Alibaba.
Con presencia en 22 mercados y 90 millones de usuarios, 6 de ellos en España, la tecnológica de los viajes compartidos en coche ha superado el bache de la crisis del coronavirus entrando por la puerta grande. Mientras en Europa su actividad aún tiene que alcanzar las cifras anteriores a los confinamientos, ha sido en Rusia, Ucrania, México o Brasil donde ha vivido una explosión que, según sus cifras, aumenta dos dígitos respecto a los datos previos al coronavirus. Durante el verano, BlaBlaCar declaraba a Hipertextual que estaban a medio camino de alcanzar cifras normales.
Desde 2018, BlaBlaCar no anunciaba una ronda de financiación de este calibre. Aún así, mantienen la operación récord de 2015 de más de 260 millones de euros, seguida por las dos de casi 90 millones de euros de 2014 y 2018. Un total de casi 400 millones de euros repartidos en 7 operaciones desde que se fundase en 2006.
Un buen momento para BlaBlaCar
BlaBlaCar comenzó como una empresa para compartir coche y gastos en trayectos largos. Una actividad que en España levantó la ira de un sector altamente proteccionista: el del autobús, liderado por Confebus. Años duró la contienda legal que determinó que la actividad de la tecnológica no incurría en un acto de competencia desleal para con el sector del autobús.
Lejos quedan esos días y lejos queda la limitación de BlaBlaCar para el sector de los viajes de largo recorrido en coche. Ahora la compañía ha evolucionado a otros niveles. En su división en Francia, porque aquí en España aún no era el momento teniendo en cuenta la regulación vigente, ya estaban trabajando con el sistema de viajes diarios compartidos, BlaBlaLines. Una suerte de carpooling de uso diario y recurrente. Antes del coronavirus, su intención era explorar la posibilidad de que este modelo fuese replicado en todas sus regiones.
Y llegó la pandemia, y con ella cualquier contacto cercano con terceros. La distancia interpersonal, las limitaciones a la movilidad entre regiones y, en tercera instancia, el teletrabajo se llevaron por delante de forma temporal los dos modelos de negocio principales de BlaBlaCar. Ahora, la compañía quiere convertirse en una compañía de transporte multimodal gestionado a través de una sola aplicación.
Quiere reinar en el mundo de los autobuses
No había problema, desde hacía tiempo la compañía estaba adentrándose en un nuevo nivel de transporte: los autobuses. Esos que les habían dado tantos dolores de cabeza en España ahora eran parte de su ecosistema. En 2019, BlaBlaCar lanzaba BlaBlaBus después de la compra de Ouibus. Siguiendo un modelo de negocio similar a Flixbus, la tecnológica apuntaba a los viajes en autobús de corte internacional. En España, con una regulación férrea limitada por las concesiones era, de hecho, la única forma de operar al Sur de los Pirineos.
La nueva ronda de financiación, de hecho, suma una nueva adquisición en el sector de los autobuses. Parte de los 97 millones de euros han ido directamente a la compra de Octobus. Una compañía ucraniana del sector que quiere ayudar a la gestión digital del inventario de autobuses de la compañía.
“La crisis sanitaria ha vuelto a repartir las cartas del juego en el sector de la movilidad y vemos grandes oportunidades para acelerar nuestra intención de hacer crecer nuestra oferta multimodal”, apunta Nicolas Brusson en un comunicado.
Crecer o morir. Esta ha sido la máxima de BlaBlaCar. La inocente compañía que parecía que iba a quedarse sola en los viajes compartidos en coche se ha hecho mayor. Desde la muy mencionada economía circular de hace unos años a reinar, o al menos intentarlo, en el negocio del transporte de masas a nivel internacional.
Sí, también viajes en tren
Decía el fundador de BlaBlaCar en declaraciones a Expansión que el siguiente paso lógico para la compañía era la salida a bolsa. También su entrada en el sector de la liberalización ferroviaria para conquistar los viajes en tren. Con la apertura de los mercados internos, principalmente el de España, a una nueva competencia en el sector del tren, BlaBlaCar ha visto la oportunidad de añadir otro modelo de transporte a su plataforma multimodal.
Con la ayuda de SNFC, la Renfe francesa, BlaBlaCar estaría analizando esta nueva vía de negocio. No sería, en cualquier caso, la primera conexión que mantienen ambas entidades. La compra de Ouibus, propiedad de SNFC, ya ató muchos lazos entre ambas compañías. De llegar a abordar la cuestión de los trenes, al menos en la gestión a través de la aplicación única de BlaBlaCar se estaría apostando fuerte por la relevancia de la tecnológica a nivel internacional. Porque si una cosa está clara es que a los usuarios ya los tiene convencidos.