Los medios cinematográficos nos han vendido la hipnosis como un adormecimiento con el que el hipnotizador puede hacer contigo lo que quiera: desde robarte el número de tu tarjeta de crédito hasta hacer el ridículo a niveles insospechados. Sí, hablamos del clásico "a la de tres eres una gallina". Los espectáculos que incluyen la hipnosis tampoco han ayudado a mejorar dicha imagen. Sin embargo, será mejor que para entender cómo funciona de verdad la hipnosis apartes de tu mente todo lo que crees saber sobre este procedimiento.
En Hipertextual hemos hablado con Pedro Velasco Alonso, psicólogo sanitario y vicepresidente de la Asociación para el Avance de la Hipnosis Experimental y Aplicada (AAHEA), para que nos hable sobre la hipnosis de verdad, no la de las películas y los espectáculos de ilusionismo.
¿Qué es la hipnosis?
Todo el mundo se hace esta pregunta, incluso las personas que van a consulta con profesionales que ofrecen hipnosis. "La hipnosis es un procedimiento que ocurre, generalmente, entre dos personas en la que una trata de influir sobre la otra", explica Velasco. "Se realiza un determinado ritual para iniciar la hipnosis. Las dos personas que están en situación acuerdan que eso es hipnosis y mediante este procedimiento lo que hace el hipnotizador al hipnotizar es tratar de influir sobre su conducta, su comportamiento, sus emociones o sentimientos...". Pero lo más importante de todo esto, añade Velasco, es que es todo "siempre desde un punto de vista consensuado de manera implícita o explícita". De hecho, es necesario que "la persona hipnotizada esté de acuerdo en hacer esto", afirma el psicólogo.
La hipnosis se puede usar en psicología, pero también en otras disciplinas como la medicina, la enfermería o la odontología. Se utiliza para "añadir eficacia y eficiencia a una determinada intervención". "La hipnosis lo que hace es que un tratamiento sea más efectivo, que tenga mejor resultado, y que sea más eficiente, que con menos recursos y tiempo, se obtiene un resultado mayor", explica Velasco.
¿Puedo autohipnotizarme?
Desde el punto de vista teórico, cabe entender la autohipnosis desde dos puntos de vista. El primero es que, en principio, toda hipnosis es autohipnosis (self-hynosis) porque quien se hipnotiza; la persona que la recibe, es quien aporta las características necesarias para que le funcione la hipnosis", señala el psicólogo. No es, por tanto, la voz del hipnotizador ni ninguna otra característica suya la que hace que la persona en tratamiento se hipnotice cuando se pone en marcha el ritual.
“El segundo hace referencia al proceso por el cual la persona se autohipnotiza (auto-hypnosis), es decir, se aplica el ritual de inducción y desinducción de la hipnosis, y se aplica a sí misma las sugestiones hipnóticas. En un tratamiento o intervención es relativamente frecuente ver cómo las personas aprenden a autohipnotizarse y aplicar la hipnosis en su vida habitual”, indica el vicepresidente de la AAHEA.
El ritual
Cada hipnotizador tiene un ritual con el que se siente más cómodo. Sin embargo, no es cuestión de que ellos estén cómodos: "Hay que adaptarlo a la persona y sus características. Y la realidad es que es tan variado como personas hay, porque a cada persona le influyen más unas cosas que otras", indica. Por eso, para decidir qué necesita cada paciente, hay que tener un conocimiento previo sobre ellos.
Estos rituales para iniciar la hipnosis pueden ir desde "el tradicional o típico de las películas y los espectáculos, en el que se produce la hipnosis por relajación, en el que la persona está profundamente relajada y con los ojos cerrados" hasta otros menos típicos como puede ser que "la persona está con los ojos abiertos, activa, conversando, incluso haciendo algún ejercicio". Es más, Velasco apunta a que incluso hay un famoso ritual en el que la persona "está encima de una bicicleta ergonómica" haciendo ejercicio.
Para Velasco la clave está en conocer las cosas que le gustan y las que no a la persona; también qué le puede influir más. "Hay muchos rituales, hay que acercarse al que más se ajuste a la persona", afirma Velasco desde el otro lado de la línea telefónica.
Beneficios de la hipnosis
La hipnosis, como comentábamos anteriormente, tiene beneficios. Psicología, medicina y odontología son las tres principales áreas en las que se está estudiando la aplicación de este procedimiento. También se puede usar en enfermería (preparación del parto) y para investigación, añade Velasco. "Por ejemplo con la sinestesia. Como hay pocas personas sinestésicas, para hacer estudios se puede conseguir que personas que no lo son, lo sean para la investigación", cuenta.
"El tratamiento número uno de la hipnosis es el dolor, tanto crónico como agudo. Las personas que tienen dolor crónico o agudo pueden ayudar a manejar ese dolor, aprender a disminuirlo o que pase más rápido", cuenta el psicólogo. "En odontología, cuando te van a hacer una extracción, saber aplicarte la hipnosis o que lo haga el odontólogo se ha visto que reduce la necesidad de anestésico que te ponen. Que no quiere decir que no te lo pongan sino que es necesaria menos cantidad. También hay gente extraordinaria que se ha dejado sacar muelas solo con hipnosis". "Ahí lo excepcional no es la hipnosis sino la persona, que tiene esa capacidad para anestesiarse y no tener dolor", añade. También se puede usar la hipnosis "para reducir el sangrado y la ansiedad que provoca acudir al dentista".
"En medicina hay muchas áreas en las que se usa. Por ejemplo, en el síndrome de intestino irritable se está estudiando mucho. Hay dos tratamientos muy estructurados que tienen mucho éxito, sobre todo en casos graves, que son aquellos en los que la medicina no tienen mucho que hacer y se ha visto que la hipnosis funciona muy bien".
El peligro de las regresiones
En la película Regresión (2015) de Alejandro Amenabar y protagonizada por Ethan Hawke y Emma Watson vemos cómo la policía de un pueblo de Minnesota utiliza las regresiones para desenterrar recuerdos sobre un supuesto abuso sexual. La historia de la película está basada en hechos reales sucedidos en 1990. Tras todo lo que explica el film, dejaron de utilizarse las regresiones porque pueden provocar falsos recuerdos.
La hipnosis no sirve para desenterrar recuerdos; es uno de los mitos más peligrosos asociados a este procedimiento y a las llamadas terapias regresivas (que no siempre se sirven de la hipnosis), según afirma Velasco. "Está basado en una falacia en la que se entiende que la memoria funciona como una grabadora en la que se registra linealmente todo lo que ocurre y tú solo tienes que rebobinar. Pero la memoria no funciona así".
Creación de falsos recuerdos
Aunque todavía queda mucho por saber sobre cómo funciona la memoria, sí sabemos que suele almacenar los recuerdos "por similitudes". Y, además, es probable que los recuerdos interfieran entre sí, que se mezclen. "La memoria no es perfecta", señala Velasco. "Usar la hipnosis para recordar ciertas cosas conlleva un riesgo muy grande y son los llamados falsos recuerdos. Es decir, recordar algo que no es verdad, pero que uno piensa que sí porque lo ha recordado bajo hipnosis". Esto es un poco lo que pasa en Regresión cuando el personaje de Watson acusa a su padre de abusos sexuales.
"La regresión era una práctica muy extendida entre los psiquiatras estadounidenses. Cualquier problema por el que iba un paciente a consulta era porque había tenido una experiencia traumática y, generalmente, un abuso sexual. Y toda la terapia iba dirigida a buscar ese posible abuso sexual. Al emplear la hipnosis para buscarlo se encontraba y en muchas ocasiones -la mayoría- no había abuso sexual. Al igual que ocurre con la película Regresión. En la literatura médica hay casos de personas que han recordado abusos sexuales y luego hay pruebas de que esos abusos nunca existieron o no se pudieron dar".
Pero la peor parte va para los pacientes que han recordado que sufrieron un abuso sexual, aunque no fuera real, porque ellos piensa que si se ha revivido con la hipnosis es porque sucedió. Y eso puede desencadenar "problemas emocionales" para ellos. Por eso es tan importante señalar que las regresiones pueden crear falsos recuerdos y que están desacreditadas desde hace años.
En hipnosis sí se puede trabajar con recuerdos, pero siempre con la intención de evocar una sensación o emoción y trabajar con ella. "No estás usando un recuerdo fehaciente de lo que ocurrió" sino esa sensación que vamos a usar para trabajar un aspecto del presente. "Que es algo muy similar a cuando vemos fotos de nuestro último viaje y recordamos esos momentos e, incluso, si nos concentramos mucho podemos hasta recordar el sol que nos estaba dando en la playa o el calor de la arena...", indica Velasco.
El daño del mito
Por desgracia, Regresión no es la única película que toca el tema de la hipnosis, en este caso se muestran cómo el uso incorrecto puede tener consecuencias fatales. Pero sí hay otras películas en las que se tratan de desenterrar recuerdos y manipular a personas. Como en En Trance (2013) o en Ahora me ves (2013) -en foma de espectáculo-, y La maldición del escorpión de Jade (2001), con un toque más cómico. Ninguna de estas películas ha ayudado a entender qué es la hipnosis y, sobre todo, hacen que los profesionales tengan que dedicar mucho tiempo a derribar estos mitos.
"Muchas personas rechazan una ayuda con hipnosis que les puede servir en una intervención por miedo a perder el control y que hagan cosas que les lleven al ridículo o a ser manipuladas. Es difícil porque nos hace perder mucho tiempo. Por ejemplo, cuando alguien en consulta demanda este tratamiento o nosotros lo ofrecemos, porque consideramos que le puede venir bien; una de las primeras cosas que hay que hacer es desmitificar la hipnosis. Contarles lo que es y lo que no es".
"Eso dificulta mucho el tratamiento porque si cree que la hipnosis es perder el control y que se van a aprovechar de ella no la va a usar para situaciones que le vendrían bien", comenta el psicólogo. "Hay mucho trabajo previo en ese aspecto y eso nos quita tiempo y, en definitiva, también para el usuario es dinero. Cuando no directamente lo rechazan o consideran que los que lo ofrecemos no somos serios a nivel profesional". "Lo cierto es que esto es un poco como ocurre últimamente con los bulos y las fake news: por mucho que se desmientan y la persona sepa que no es verdad, siempre queda un resquicio que les hace no estar seguros", añade el psicólogo.
Israel, primeros en prohibir espectáculos con hipnosis
Velasco explica también que Israel ha prohibido los espectáculos con hipnosis y la población entiende que es un procedimiento que puede ayudar si son aplicados por sanitarios cualificados. De hecho, el propio Ministerio de Salud del país tiene en español la información sobre cómo es acreditarse para ofrecer la hipnosis: hay que tener la carrera de psicología, odontología o medicina y hacer un curso reconocido por universidades o instituciones aprobadas por el estado. Y después tienes que pasar un examen para obtener la acreditación.
Y debido al reconocimiento de la hipnosis en Israel se pueden llevar a cabo estudios. "En obstetricia hay una investigación muy importante sobre fecundación in vitro (FIV) en la que se dobla el número de embarazos y fecundaciones, que son dos puntos a tener en cuenta", cuenta Velasco.
Este estudio se realizó en 2006 con parejas infértiles que se sometieron a FIV. Los resultados fueron que el grupo en el que se usó la hipnosis tuvo una mayor número de embarazos y mayor tasa de implantación. "Obtuvimos 52 embarazos clínicos de 98 ciclos (53,1%) con una tasa de implantación del 28% entre los ciclos de hipnosis FIV / ET, y 29 de 96 (30,2%) embarazos clínicos y una tasa de implantación del 14,4% en los ciclos de control", indican. El estudio se realizó con pocas parejas, por lo que serán necesarias más investigaciones para poder confirmar estos datos.
¿Qué formación es necesaria?
Mientras en Israel vemos que es necesaria una formación reglada muy específica, en España no sucede lo mismo. "En España no hay unos requisitos mínimos para la formación", indica el psicólogo clínico. "La AAHEA está vinculada con algunas entidades, damos un aval y les pedimos una serie de requisitos. Pero solo somos una asociación; no hay un criterio de ningún tipo en ese sentido", señala. Sin embargo, da una serie de consejos para las personas que quieran añadir la hipnosis como una herramienta más a su trabajo.
"A las personas que nos preguntan por los cursos, les damos una serie de recomendaciones para que se fijen en algunas cosas", explica Velasco. "Sin menospreciar empresas privadas, apuntamos que es mejor que priorice los cursos impartidos por colegios profesionales de medicina, psicología, enfermería... Y universidades públicas". Este sería el primer requisito.
"Luego, también, a quién va dirigido el curso". Esto es importante porque cuanto más general sea el curso, más probable que no sea adecuado. "Si al curso puede acceder cualquiera, ese no es un curso para profesionales. Puede darlo una universidad; pero si no toma criterio de selección de las personas que entran en el curso, cualquiera puede tener ese título. Y, por tanto, no es válido", añade el psicólogo clínico.
La tercera parte a tener en cuenta sería quién imparte el curso. "Si fuera yo, que soy psicólogo, por ejemplo, buscaría que lo impartiera un psicólogo, un médico o alguien que tenga una titulación oficial. Hoy en día eso es muy fácil de investigar con una búsqueda en Google", indica. "A veces, aunque sea un profesional colegiado hay que mirar que no tenga otras vinculaciones. Porque hay personas que son pseudoprofesionales, es decir, tienen una titulación, pero utilizan la hipnosis para cualquier cosa; no tienen una profesión de base. Ni es psicólogo ni médico ni enfermero u odontólogo".
Para que nos sea más fácil encontrar a estas personas pseudoprofesionales, Velasco señala que "suelen usar el título de hipnólogo". "Si el profesional que va a impartir el curso ha colaborado con alguna persona de este tipo, también es una línea roja; una alerta", comenta. "Hay que comprobar el historial de la persona y ver que, además, no ofrezcan cursos para aprender idiomas, dejar de fumar o adelgazar", concluye el psicólogo clínico.
Médicos, críticos con la hipnosis
No obstante, no todo el mundo está de acuerdo con que la hipnosis deba estar dentro de la práctica médica debido a la falta de estudios y revisiones. Gustavo Tolchinsky, secretario del Colegio de Médicos de Barcelona, explica a Hipertextual el problema que plantea la hipnosis:
"La hipnosis es una práctica que tiene su base en una gran capacidad de sugestión de las personas sobre las que se pretende actuar. Se postuló su utilidad en la medicina desde la vertiente psicoanalítica, muy conocida con Freud y otros médicos de la medicina vienesa, pero ni en la psiquiatría ni en otras disciplinas se puede considerar una terapia validada. Su base teórica de funcionamiento radica en la capacidad de influir sobre el subconsciente de las personas y no tanto en que el acto hipnótico es una técnica estandarizada que puede utilizarse de manera habitual".
Tolchinsky señala, además, que "no hay ninguna publicación científica de calidad (estudios bien diseñados y con capacidad de identificar un impacto claramente beneficioso) o consensos de fuentes de evidencia científica (por ejemplo la Cochrane) donde se indique ninguna situación clínica donde esta práctica tenga por sí sola una indicación", señala. "Por lo tanto, no se puede considerar una práctica clínica validada específica para ninguna enfermedad o trastorno. En consecuencia, un médico no puede basar su práctica clínica en este procedimiento", añade.
Estudios sobre hipnosis
Pero, ¿qué dicen los estudios a los que remite la AAHEA en su página web? La asociación recoge artículos sobre diversas áreas en las que se ha estudiado si la hipnosis funciona o no. También señalan en muchas de estas investigaciones que son necesarios más estudios para afianzar los datos o, en caso de resultados diferentes, para saber cuál es la conclusión más adecuada.
En cuanto al manejo del dolor. El estudio realizado por Montgomery, Duhamel y Redd (2000) apunta que "la hipnosis puede aliviar a un 75% de la población en distintos tipos de dolor y que además las técnicas de analgesia hipnótica son superiores a la medicación; el placebo psicológico y otro tratamiento. Asimismo, dentro de los procedimientos para reducir el dolor, la hipnosis funciona especialmente bien en el desbridamiento de heridas por quemaduras, en las aspiraciones de médula y en el parto".
Por otra parte, el meta-análisis de Adachi, Fujino, Nakae, Mashimo y Sasaki (2014) señala que solo es "moderadamente más eficaz que la atención estándar, la lista de espera y otras intervenciones psicológicas, incluyendo la terapia cognitivo conductual para el manejo del dolor crónico". Sin embargo, para el dolor de cabeza no se puede decir todavía que funcione, ya que los datos son contradictorios y señalan que son necesarios más estudios.
En definitiva, parece que la hipnosis puede ser prometedora en varias áreas; pero muchos de los estudios indican que son necesarias más investigaciones para confirmarlo.
¿Charlatán o hipnotizador?
Desde la AAHEA señalan tres puntos clave para entender si la persona que nos está ofreciendo hipnotizarnos es un profesional sanitario que puede ayudarnos o simplemente un charlatán que quiere quedarse con nuestro dinero.
Lo primero, apunta Velasco, es que esa persona tiene que saber cómo ayudarnos con nuestro problema sin hipnosis. Por ejemplo, los psicólogos saben cómo ayudar a las personas a dejar de fumar a través de tratamientos cognitivo-conductuales, es decir, ayudando a cambiar este hábito a través de la "modificación de pensamientos y conductas". "Yo, como psicólogo sanitario, si sé hacer este tratamiento, podría formarme en hipnosis para aplicarla en ese tratamiento. Sin embargo, si yo no sé hacer ese tratamiento, por mucha hipnosis que aprendiera no sabría aplicarla al tratamiento", indica.
El segundo punto es que "los problemas de salud tienen que ser tratados por profesionales sanitarios y en centros sanitarios", comenta el psicólogo. Por este motivo, "no tiene lógica que yo trate un tema de tabaco en una sala de hotel aunque sea sanitario", explica. "Tiene que ser en un centro sanitario. Esto es muy importante tenerlo en cuenta".
Y lo último, aunque no menos importante, es que no debemos caer en los "tratamientos milagrosos". No, no es posible dejar de fumar o cambiar hábitos alimenticios en una sola sesión de hipnosis. Y ahí está el error de muchos pacientes que piensan que con una sesión se pueden olvidar del tabaco. "Cuando les explico que son seis o siete sesiones y que depende mucho del trabajo que el paciente haga entre sesión y sesión, que haga los registros de lo que fuma, etc... me suelen decir "no, pero yo quiero que sea rápido y en una sola sesión". Pero así no se puede hacer. Los tratamientos mágicos, por desgracia, no existen", concluye el vicepresidente de AAHEA.
En definitiva, para no caer en las manos de un charlatán debemos tener claro que debe ser un profesional sanitario, en un centro sanitario y que, por supuesto, no nos venda la magia de la hipnosis en una sola sesión. Incluso para que la hipnosis tenga efecto si queremos dejar de fumar o cambiar otros hábitos tenemos que trabajar; no es magia.