Una sala llena de hombres. Se levantan todos a la vez y empiezan a saludarse entre ellos aunque no se conocen de absolutamente nada. El objetivo es fingir que, cuando están en un bar o discoteca, conocen a alguien para llamar la atención de las mujeres. Están siguiendo los consejos de Álvaro Reyes, un youtuber que se autodefine como un maestro de la seducción. “Desbloquea tu potencial ilimitado con nuestro sistema probado paso a paso para convertirte en un hombre naturalmente atractivo que atrae naturalmente a las mujeres más atractivas”. Con frases como esta, Reyes promete un éxito total. Seguramente el youtuber sea uno de los más polémicos, pero no el único que vende cursos online para ligar. En España, a la par que los vídeos de ‘trafficking’ y ‘trading’ suben como la espuma, también lo hace el curso para ligar que prometen mejorar la vida amorosa gracias al coaching. MentorMen es uno de ellos.
“Imagina esto: viernes por la noche, una mujer preciosa sentada a tu lado en el sofá de tu casa, dos copas de vino, conexión, pasión, excitación. Acabáis pasando la noche juntos y te despierta ella con un beso. Desayunáis, la acompañas a casa y cuando vuelves todavía puedes oler su dulce perfume por toda tu habitación”. Alex, cuyo nombre completo es Armen Gharibyan, es la mayor cara visible de MentorMen, un curso para ligar que apuesta por desarrollar la atracción natural de cada hombre para que triunfe en el ámbito amoroso. En el vídeo de presentación, el ‘coach’ continúa: “¿Cuándo fue la última vez que tuviste una experiencia como esta? ¿Semanas, meses, años, quizá nunca has vivido algo así con una mujer que realmente te gustara?”. MentorMen promete cambiar esto. Y mucho más.
Todo promesas en el "curso para ligar"
Hipertextual ha sido testigo de una las mentorías de Armen Gharibyan en las que, en poco menos de una hora, decide si el hombre interesado es apto para formar de la Élite, como ellos denominan a los alumnos que forman parte del programa. “¿Te ha pasado de estar en un sitio público y ver a una chica que te llame la atención? ¿Por qué crees que no tienes el valor de hablar con ella?”. Estas son algunas de las preguntas que plantea MentorMen para confirmar que esa persona está realmente interesada en los cursos. Hasta que llega la más importante: “¿Cómo de comprometido estás con este ámbito ahora mismo?”. Después de responder que el compromiso es alto, llega el punto de inflexión: “Creo que encajas muy bien con lo que hacemos”.
A partir de ahí, llega la retahíla de promesas. “Mi especialidad es ayudar a hombres a desatar su atracción natural para así poder conocer y atraer el tipo de mujeres que más les gustan en su día a día, en cualquier situación social y no tener que depender de redes sociales, esperar a que se la presenten o esperar a que surja”. El tipo de hombres que suelen trabajar con él, continúa, son aquellos que han salido de una relación o que han estado solteros durante mucho tiempo.
“Lo que les ayudo a conseguir, primero de todo, es llegar a tener sexo con 3 mujeres que realmente les guste y con las que conecten tanto de físico como de personalidad en 90 días. Empezar a sentir que tienen opciones y que tienen abundancia en este ámbito, el proceso de generar una confianza interna masiva”.
Una inversión considerable
El programa dura 12 meses, en los que se promete un “cambio permanente”. La base del curso, según Gharibyan, no es aprender trucos para ligar o comportarse de forma diferente durante unos meses y luego volver al punto de inicio. Si no que ese cambio, en palabras de MentorMen, se haga para siempre y “que el resto de tus días sepas que a tu lado vas a tener mujeres de calidad”. Un ejemplo de las actividades que plantean son las “llamadas de oro”. El alumno de MentorMen tiene que ir a un sitio transitado de la ciudad en la que viva con unos auriculares.
Al otro lado, está Alex u otro de los socios de MentorMen, mientras él se acerca a varias chicas e intenta interactuar con ellas. La idea no es que se le indique lo que tiene que decir, sino que después de cada interacción, que son escuchadas por el ‘coach’ se le da consejos sobre cómo mejorar. “Te podemos dar feedback de lo que estás haciendo bien o no”, explicó Álex en su mentoría.
Armen Gharibyan ve el curso para ligar como una inversión para uno mismo. Una inversión de 2.900 euros. Pero no faltan las técnicas clásicas de “si compras ahora mismo te sale más barato” y, si el potencial cliente de MentorMen hubiera pagado en ese momento, el precio hubiera bajado a 1.900 euros. “¿Tienes claro que para ti valdría la pena invertir 1.900 euros para poder conseguir lo que hemos estado hablando esta llamada? ¿De qué cantidad crees que dispones ahora para esta inversión?”. No falta la insistencia.
"Hay más gente enseñando a hacer cosas que haciéndolas"
Para Marina Brocca, especialista en Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) y marketing legal, los cursos para ligar como el de MentorMen comercializan con la necesidad de las personas. Los hay hasta que cobran precios mucho más desorbitados por vender una promesa. “No pueden asegurar nada con este tipo de servicios. No hay garantía de éxito porque hay elementos subjetivos que dependen en gran parte de la implicación, de personalidad del contratante y habilidades que pueda tener interiormente o inseguridades”. opinó para Hipertextual.
Sin embargo, parece que cada día hay más cursos de este tipo. Si entramos en el mundo del marketing digital, “están saliendo como setas”. Sobre todo en lo que respecta al trafficker, aquella persona que planifica y gestiona publicidad en internet. O sobre el dropshipping, un método de venta a través de páginas como AliExpress.
Sobre todo desde que empezó la pandemia, las redes se han llenado de influencers y youtubers que prometen contarte la clave del éxito para ganar dinero de manera rápida y fácil. “En el momento en el que este tipo de gente hace una formación, en lugar de aplicarse a ellos lo que tienen que hacer, se ponen a vender esos mismos cursos. El mismo curso que pagaron, lo revenden”, explicó Marina Brocca. “Hay más gente enseñando a hacer cosas que haciéndolas”.
La ética cuestionable del curso para ligar
Este tipo de negocio no es, no obstante, ilegal. Pero sí de ética cuestionable. La mayoría de los presuntos expertos venden programas y cursos aprovechándose de las personas que pueden estar pasando por un momento complicado. Les ponen voz a su problema y ahí es cuándo muchos caen. Pero al fin y al cabo no deja de ser una transacción entre dos partes. Una persona le pone un precio a unas habilidades y otra las paga. “El problema es cuando se utilizan técnicas engañosas”, continuó Brocca, “y cuando se hacen promesas y se asegura éxito. Eso no es lícito”.
Al respecto, Alex Gharibyan aclaró a Hipertextual que ellos hacen un proceso de selección para asegurarse de que todo hombre que entra en el programa está dispuesto a comprometerse y a hacer el esfuerzo para cambiar en el ámbito amoroso.
“Nosotros en ningún sitio ponemos una garantía del 100% pero sí que estamos diciéndolo porque cuando hablamos con una persona y nos cuenta literalmente la misma situación que hemos visto con otros hombres, se trata simplemente de seguir el mismo proceso”, añadió. En MentorMen, según el ‘coach’, el 99% de las personas que entran en el programa están más que satisfechas.
Psicología en los cursos para ligar… ¿para qué?
Tal y como comentaba Marina Brocca, uno de los problemas de los cursos que se publicitan de manera online, sobre todo en anuncios de YouTube, es garantizar resultados. El otro es la falta de formación en el ámbito del que afirman ser expertos. En el caso de los cursos para ligar, los mentores afirman haber aprendido desde la práctica. “Nos formamos con americanos, con expertos en desarrollo personal como Tony Robbins”, explicó Gharibyan. “También con programas de negocios que incluyen partes de mindset y que hemos incorporado de alguna manera en este ámbito. Pero la mayoría de cosas que enseñamos han sido por la práctica de experimentar nuestro propio estado emocional con nuestras propias relaciones”.
MentorMen confirmó que ninguno de los mentores tiene títulos como el de psicología y que todo el conocimiento es mucho más práctico “de ir cogiendo piezas de aquí y de allá”. Tal y como comentamos anteriormente en Hipertextual, algunos cursos centrados en finanzas y, sobre todo, vídeos publicados en redes sociales como TikTok sobre trading y consejos para invertir en Bolsa tienen consecuencias. La poca formación de algunas de las personas que imparten los consejos o dan recomendaciones puede provocar que personas que confíen en ello pierdan dinero. En el caso de MentorMen, las consecuencias son otras.
Guillermo Fouce, doctor en psicología, profesor de la Complutense y presidente de la fundación Psicología Sin Fronteras, opinó que la figura del coach es una especie de cajón de sastre porque no está regulado. “Hay coach que son psicólogos de formación y hay que son cualquier cosa. A veces uno se dice coach habiendo hecho un curso de algunas horas”. En esos casos, alertó, las consecuencias pueden ser perjudiciales para las personas que toman sus cursos.
Efectos perjudiciales
En primer lugar, porque esta técnica no se puede aplicar para todo y siempre es mejor acudir a un profesional de una profesión reglada que ha estudiado sobre la conducta humana que un coach como tal. Sobre todo porque muchas personas que pueden acudir a estos programas pueden llegar a tener trastornos. Por ejemplo, en un foro, un usuario pedía opiniones sobre el curso de MentorMen. Durante la conversación con otros usuarios, fue dando pistas sobre sus problemas para interactuar hasta que reconoció tener síndrome de Asperger, un trastorno del desarrollo que se incluye dentro del espectro autista.
En el caso de que este usuario hubiera entrado en el curso para ligar de MentorMen, las consecuencias, continuó Fouce, podrían ser muy perjudiciales. “(Los coach) no están preparados para tratar esos trastornos y para ver cómo la persona interactúa con esa necesidad de, por ejemplo, aprender a relacionarse”, explicó a Hipertextual. Asimismo, alertó que las consecuencias pueden ser un sentimiento de fracaso “que puede incluso profundizar esos problemas”.
MentorMen afirmó, sin embargo, que el porcentaje de personas con las que trabajan que tienen una dificultad muy grande es muy pequeño, “un 5% o menos”. “En general no diría que trabajamos con personas que tienen algún trastorno psiquiátrico que quizá se debería tratar de alguna otra manera”, indicó Armen Gharibyan. En cambio, continuó, la mayoría son hombres que quieren mejorar sus relaciones, que incluso pueden descargarse aplicaciones como Tinder para tener una cita o que han tenido relaciones en el pasado. “Pero no se sienten cómodos porque tienen que esperar a que se den las cosas. Quieren conocer de manera proactiva a mujeres con las que podrían conectar y eso es lo que trabajan con nosotros”.
'Top manta digital’, sinónimo de curso para ligar
Marina Brocca conoce de cerca el RGPD. Asesora a varias empresas y tiendas online a cumplir con los diferentes reglamentos digitales. Por eso, un simple vistazo a la web de MentorMen ha sido suficiente para identificar las violaciones de las normas en la página. Primero de todo, no se especifica en ningún momento quién es el responsable de la empresa. “No tiene un aviso legal que identifique al prestador o al responsable de la página web o de los contenidos, no hay cómo localizarlo, no hay ninguna dirección”, reconoció Brocca.
“Si tu página web no tiene ningún elemento legal, tengo que suponer que es un ‘top manta digital’, opera fuera de la legalidad y no ha hecho ningún esfuerzo para garantizar que el tratamiento de los datos sea el correcto y que en caso de controversia con el servicio prestado, puedo ejercitar mis acciones a las que tengo derecho como consumidor”.
Marina Brocca
La ley obliga a añadir una dirección física de la empresa porque, en caso de controversia o disputa, los consumidores tienen derecho a enviar un requerimiento si hay cualquier incidencia. “No se pueden pagar hasta casi 3.000 euros por un servicio del cual si no me siento satisfecha no tengo ningún mecanismo legal para ejercer una acción, sea judicial o no”, añadió. Por otro lado, en el formulario de contacto para recibir información sobre el programa no se está recabando el consentimiento del usuario para el uso de su información.
Tenemos un problema con las 'cookies'
El otro problema está relacionado con las cookies. Sabemos que a mayor impacto publicitario, mayores resultados. Es por eso que empresas como MentorMen invierten mucho dinero en los anuncios, lo que para los usuarios se convierte en un “bombardeo publicitario”. “Te están metiendo un montón de cookies de retargeting sin pedirte permiso. Cuando entras en la web, no hay banner de advertencia de cookies y eso es ilegal. Tienes que informar y pedir el permiso del usuario”, explicó Brocca.
La experta en RGPD parte de la base de que, por haber entrado en la página web de MentorMen y haber visto un vídeo de su canal de YouTube, lo que le espera ahora es ver por todas partes publicidad de los cursos para ligar. De hecho, esta ha sido una de las principales críticas de algunos usuarios en Twitter.
Las mujeres ‘de calidad’
Álvaro Reyes nos suena a muchos. Puede ser por uno de sus vídeos sobre cómo seducir a mujeres, como el viral en el que los hombres fingían conocerse para llamar la atención, o por otras polémicas. Como el escrache feminista que le hicieron en Barcelona por sus comentarios machistas y misógninos. Fueron unas semanas de 2016 en las que el youtuber estaba en el punto de mira.
Primero, una campaña de Change.org pedía que el canal fuera eliminado y, en un taller de Reyes en Barcelona, un grupo de mujeres llegó para poner al youtuber entre las cuerdas. Al grito de "¡Visca, visca, visca, la lluita feminista!" o "¡Machete al machote!”, el grupo feminista alertó a Reyes de que era persona non grata. Además, le recordaron frases que él mismo ha dicho en sus vídeos como que “un no es un sí” o que “las mujeres no saben lo que quieren y nuestro deber es enseñárselo”.
Pero Reyes no es el único. No es extraño encontrar este tipo de comentarios machistas en muchos de los cursos para ligar. En el caso de MentorMen, una de las frases destacadas de su página web ya llama la atención. "Cómo Convertirte En El Top 1% De Hombres Atractivos Y Conseguir Tener A Tu Lado A Mujeres De Calidad". ¿Qué son mujeres de calidad?
Los 'incels' entran en juego
Juliana Guerra, experta en tecnologías feministas de la organización Derechos Digitales, ha visto algunos vídeos de MentorMen (reconoció que le resulta difícil e incómodo) y destacó que en este contenido se reproducen muchos estereotipos de género y, en general, “de una normativa de vida heterosexual, blanca”. Además, indicó que no hay duda de que se cosifica a la mujer en estos vídeos.
En primer lugar, explicó Guerra, las mujeres aparecen como sujetos que responden -casi automáticamente- a los estímulos del carácter masculino. Sin embargo, también es interesante ver este contenido como un problema social. “Pienso en los denominados incels (célibes involuntarios) y su peligrosidad, especialmente por los ataques contra mujeres que ellos consideran atractivas o exitosas (por ejemplo en comunidades gamer o de desarrollo de software)”, indicó a Hipertextual.
Este producto no le parece más que un coaching dirigido a este tipo de personas, que les promete solucionar sus problemas emocionales y así, “¿evitar que desaten su rabia?”, se preguntó.
“Es una muestra evidente de cómo en internet se refuerzan los estereotipos y sesgos de género estructurales con los cuales vivimos. Así, no puedo evitar pensar en la audiencia a la que va dirigido este producto (hombres heterosexuales, que hablan castellano, con altos niveles de inseguridad en materia erótico afectiva, con tiempo disponible y con capacidad de pago)”.
Juliana Guerra
Censurar el curso para ligar no es la solución
Teniendo en cuenta el trasfondo que tienen algunos de estos vídeos y sus consecuencias, ¿se podría plantear que se censurara? A prori, la respuesta es no. Juliana Guerra recordó el ejemplo de la censura de los pezones de las mujeres. “Esta censura, que se supone que responde a la necesidad de que no haya contenidos ofensivos, en la práctica consiste en censurar los cuerpos femeninos”. El problema está en los algoritmos que utilizan las plataformas. “Las redes sociales, cuyo modelo de negocio está basado en el perfilamiento de consumidores, monetiza mucho más con la publicidad dirigida a personas deprimidas o inestables emocionalmente”, continuó Guerra.
En la mentoría de MentorMen que pudo escuchar Hipertextual, Alex Gharibyan insiste en que la inversión supondrá un antes y un después en la vida del cliente, quien conseguirá desarrollar “sus botones emocionales” y conocer a mujeres (de calidad, no lo olvidemos) de forma proactiva. “¿Tienes claro que quieres hacer este cambio?”, insiste. Solo así podrá conseguir el objetivo de mantener relaciones con 3 mujeres en 90 días. ¿En qué se ha basado esta promesa? MentorMen explicó a Hipertextual que es “la suma de hacer un cambio interno, de conocer de manera proactiva a personas y de tener citas (...). Si tienes cinco citas, quizá una o dos de ellas no encajan contigo, pero con las otras dos de ellas sí y acabas teniendo algo más”. Un cálculo subjetivo que puede convencer a hombres a apuntarse en el programa. Por 2.900 euros.