El desarrollo de una vacuna en menos de un año para la COVID-19 ha puesto en alerta a gran parte de la población y una de las preguntas más frecuentes es: ¿es segura la vacuna para la COVID-19? Y la respuesta es que sí. Sin embargo, todavía mucha gente duda porque los tiempos se han acortado. De hecho, este antiviral en fase de ensayo clínico para la COVID-19 demuestra que las investigaciones siguen siendo completamente seguras.
Los tiempos se han acortado, es verdad. Pero no en cuanto a la seguridad y eficacia de los medicamentos y vacunas para la COVID-19. Las farmacéuticas tienen que seguir haciendo sus ensayos clínicos; primero probando en cultivos si funcionan sus posibles candidatos. Después se pasa a animales y en último lugar se empieza con las personas. Si en alguno de estos puntos se falla, hay que volver a empezar.
Es cierto, como sucede con una de las vacunas españolas para el coronavirus y con la de Pfizer o Moderna, que se pueden usar técnicas que ya se han demostrado seguras. Por ejemplo, en el caso de la vacuna del CSIC, se usa un vector sintético que ya se había probado en una vacuna para la leishmaniosis.
Un antiviral para la COVID-19
Pero, ¿esto se está aplicando también a la hora de probar medicamentos? Por supuesto, todos los medicamentos se tienen que probar. Hace poco hablábamos en Hipertextual de la dexametasona, un tratamiento accesible y barato para la COVID-19, aunque solo para casos graves.
Molnupiravir, ese es el nombre del antiviral que se está investigando para el coronavirus. Antes de para este virus, ya se estaba probando para la gripe y, los investigadores que están haciendo los ensayos piensan que podría ser un "antiviral de amplio espectro" y que podría ayudar también contra el ébola, señalan en este artículo de Bloomberg. No obstante, no podemos asegurar nada todavía.
Medicamento para la COVID-19 sin aprobar
Este medicamento para el coronavirus todavía no se ha aprobado, ni para este uso ni para ningún otro. Por lo que hay que ser cuidadosos. Pero, ¿qué es el molnupiravir? Se trata de un fármaco que dificulta la replicación del ADN o ARN de los virus. Sabemos que los virus usan nuestras células para replicarse, ya que no pueden hacerlo de otro modo. De ahí que se produzcan infecciones. Este antiviral lo que hace es producir errores en las fotocopias de los nuevos virus, por lo que terminan desactivándose. Es decir, no pueden replicarse.
Esta es la teoría. Sin embargo, en estos casos siempre hay dudas: ¿se podrían producir nuevas variantes del coronavirus? ¿O podría mutar nuestro ADN o ARN? Bien, la primera pregunta es un poco más fácil de responder: si termina por no poder replicarse, lo lógico es que no infecte a más personas y, por tanto, si hubiera una nueva variante, terminaría desapareciendo en el mismo sitio en el que apareció.
Sobre la segunda cuestión todavía hay muchas incógnitas ya que algunos investigadores se muestran preocupados por esta posibilidad. No obstante, los primeros ensayos con animales no han demostrado que se produzcan cambios en nuestro ADN. Además, "dado que el fármaco sólo está pensado para ser utilizado dos veces al día durante cinco días, su potencial para causar daños es limitado", según recoge Bloomberg sobre la opinión de varios científicos.
Ensayos clínicos
Para estar seguros de que realmente molnupiravir funciona, la farmacéutica Meck -más conocida fuera de Estados Unidos y Canadá como MDS- está realizando distintos tipos de ensayos clínicos. Para ver cómo evoluciona la enfermedad con distintas dosis, los efectos secundarios, si hay menos hospitalizaciones o las mismas, si los hospitalizados se recuperan antes o muere, si reduce la carga viral y en qué casos... En definitiva, tienen mucho trabajo por delante todavía. Y, por este motivo, todavía no se ha aprobado su uso ni en Estados Unidos ni en Europa, tampoco en otros países.
Aunque tendremos que seguir esperando para saber si este antiviral puede ser un fármaco para el coronavirus, los primeros estudios en personas ya se están haciendo. De hecho, el primero ya ha sido publicado este mismo mes. Por el momento, los primeros resultados de un pequeño estudio apuntan a que la carga viral desciende en personas que acaban de comenzar con la COVID-19, según informó Meck en un comunicado de prensa. Con solo cinco días de fármaco, sus niveles detectables de partículas de virus se reducían. No obstante, la investigación deberá realizarse con más pacientes, ya que por sí solo este estudio no puede determinar la eficacia del medicamento. "Hay una señal, no se puede negar, pero las cifras son demasiado pequeñas para decir que éste es el próximo antiviral, tenemos que ser cautelosos", tal y como comentó a Bloomberg Adarsh Bhimraj, jefe de enfermedades infecciosas neurológicas de la Clínica Cleveland.
¿Funciona con todos los pacientes?
Además, hay que saber más sobre estos pacientes: ¿Funciona con todos o solo con los que comienzan la infección? Esto es importante, ya que el antiviral podría no funcionar en pacientes hospitalizados puesto que llevan más tiempo con la infección. Por otra parte, también hay que observar si puede disminuir el número de ingresos en el hospital o las UCI: "También veremos si afecta a la gravedad clínica de las personas", explicó Rajesh Ghandi, médico especialista en enfermedades infecciosas y profesor de la Facultad de Medicina de Harvard.
En definitiva, el ensayo clínico con molnupiravir pone de manifiesto que se sigue teniendo cuidado a la hora de aprobar fármacos o vacunas para este coronavirus. Es cierto que los trámites burocráticos se han acelerado mucho, pero la seguridad y la eficacia de los antivirales y otros medicamentos están por encima de todo lo demás. Por mucho que la farmacéutica pueda decir que molnupiravir es un antiviral perfecto para la COVID-19, primero tiene que demostrarlo. Y en ello están, con sus ensayos clínicos que podrían tardar un poco más de tiempo en arrojar resultados más afianzados. Mientras tanto, seguiremos esperando a que la Unión Europea evalúe otras tres vacunas para este coronavirus.