La comedia romántico-psiquiátrica Loco por ella (2021) es el séptimo largometraje de ficción dirigido por el barcelonés Dani de la Orden (n. 1989). Para ella, ha contado con un elenco bastante resultón: su compatriota Álvaro Cervantes (Citas) interpreta a Adri, por ejemplo; la alavesa Susana Abaitua (Patria) se mete en la piel de Carla; la sevillana Aixa Villagrán (Vida perfecta) asume el rol de Marta; y un coruñés tan reconocible como Luis Zahera (Celda 211) se ha prestado a encarnar al conmovedor Saúl. Y los cuatro actores nos han concedido una entrevista para charlar sobre su experiencia en el filme.
Enamorados del guion de 'Loco por ella'
“A mí me alucinó la premisa”, nos cuenta Álvaro Cervantes. “Cuando la entendí en la página veinte respecto al título, me pareció buenísima, y me enganchó muchísimo el guion y supe que era la película que estaba esperando. De verdad sentía que quería hacer un personaje así, con este viaje”. Y a Susana Abaitua le sucedió algo parecido: “Yo me enamoré de la película y de Carla. Pero ya en la segunda página, ¿eh? No fue que terminara el guion y me lo pensase. Yo vi a esta tía y cómo entra: «¡Huy, perdón! Te he tirado la copa!». «¿Qué copa? Si no llevo ninguna copa». «Mejor, ¡te invito a una!». Y ahí ya dije: «Huy, me cae bien»”.
Y a Aixa Villagrán: “Cuando leí el guion, mi personaje me pareció precioso. Me pareció un regalo que me llegara un guion así, poder hacer un personaje como Marta. Y, luego, también rodar en Barcelona. Y, al enterarme de que en el elenco estaba Luis Zahera, Susana Abaitua, Álvaro Cervantes o Nil Cardoner, ya me petó la cabeza. Como hacer una película para Netflix, que siempre es otro regalo. Y, desde el principio, cuando las directoras de casting, Ana Sainz-Trápaga y Patricia Álvarez de Miranda, me dijeron que ya estaban pensando en mí para el personaje, me pareció maravilloso. O sea que de cabeza”.
Los actores psicólogos
A Luis Zahera, por su parte, le atrajeron varios aspectos desacostumbrados para él: “Que hacía un personaje amable, que hacía de bueno y siempre hago de malo. Que era una comedia romántica y muy pocas veces tengo la oportunidad de hacerlas. Y creo que era la primera vez que trabajaba para Netflix, que te trata que es una maravilla. Y rodar en Barcelona. Era todo positivísimo”. Después, cada uno enfocó a su personaje concreto según sus propias ideas interpretativas. Álvaro Cervantes optó por el análisis de la personalidad de “ese tipo ensismismado que se cree el ombligo del mundo y que, desde un lugar de privilegio, se siente capacitado para dar consejos sin ver realmente al otro”.
Y que afronta “un viaje en el que se va a dar cuenta de que no todo es tan simple ni fan fácil como él lo ve desde ese lugar privilegiado”. Respecto a Susana Abaitua, nos lo explica con estas palabras: “Lo primero que hice cuando me confirmaron que estaba en la película y me leí el guion fue pasárselo a mi psicólogo. Generalmente, me ayuda bastante a preparar personajes. Nuestro trabajo está completamente unido a la psicología, o sea, nosotros somos psicólogos de nuestros personajes: tenemos que entenderlos, no les podemos juzgar... Y, encima, tratando a un personaje con una enfermedad mental, quería tener las cosas muy claras”. Y desgranaron a Carla para “saber qué tipo de bipolaridad tiene”.
Investigando los trastornos mentales
“Porque hay un campo muy amplio”, continúa Susana Abaitua: “de tipo uno, de tipo dos, de ciclación rápida... Vimos por dónde iba, luego me aconsejó un libro: Una mente inquieta [Kay R. Jamison, 1995], de una chica que escribe en primera persona, es maníaco-depresiva y cuenta su arco interno. Explica muy, muy bien esta enfermedad mental. Y el guion estaba ya muy bien escrito. Sí que hubo algunas cositas que concretar porque queríamos ser muy específicos con el tipo de bipolaridad y porque Carla lo tiene muy claro. Y luego entra la otra parte, la mía como actriz, de empatización, de entender por qué tiene esos problemas con el amor, por qué no se atreve a entregarse a alguien”. Miedos más cercanos.
Y concluye: “Era entenderlo, construir y hablar con Dani y dejarme llevar con Álvaro y volar”. Aixa Villagrán, por su lado, tampoco escatimó en documentarse sobre lo que atañía a Marta: “Normalmente, el síndrome de Tourette lo vemos en la ficción a través de la parodia, y con tics en los que las personas con el trastorno insultan. Y yo, cuando me llegó el guion, tuve muy presente y muy claro que sí quería darle humanidad y profundidad además de visibilidad a esto y no tomármelo a la ligera. Entonces, acudí a una asociación que se llama AMPASTTA, que son personas que apoyan y ayudan a pacientes que tienen este trastorno, y me informaron mucho sobre todas las características”.
El campamento de verano de 'Loco por ella'
“He visto muchos documentales y testimonios, pero me ayudó mucho a asentar el personaje y encarnarlo las conversaciones que tuve con ellas”, prosigue Aixa Villagrán: “Y las llamaba mucho para preguntarles: «¿Y esto lo haría? ¿Y esto no lo haría». Lo enfoqué mucho por ahí. Tenía claro que quería abordar el personaje con todo el respeto. Y me habría encantado, no por narcisismo ni ego si no por darle más visibilidad al síndrome de Tourette, que la trama fuera más larga. Así que animo a que se haga una segunda parte. Tendré que ponerme a escribir yo sobre el tema y proponerle a Netflix mi propia película”, bromea. “Pero sí, mi motor era dar más visibilidad, y que se conociera más sobre esta enfermedad”.
En cuanto a Luis Zahera, fue distinto: “Me centré más en hablar con Dani y en intentar arropar a los protagonistas. Creo que la labor en mi caso, como secundario en una comedia, es arropar e intentar sacar la sonrisa. Aunque hay una parte muy tierna por ese amorcito que está perdiendo Saúl, o que él piensa, pobriño, que se le está yendo. Pero no acudí a ningún dato. Sencillamente, trabajas con la imaginación y la complicidad de la familia que creamos los actores. Hubo una química que pocas veces sucede; te encuentras en un auténtico campamento de verano, donde compartir y ayudarse unos a otros interpretativamente. Y con Dani, que es un generador de amor, buena persona”.
Normalizar las patologías
Y Aixa Villagrán ahonda en esta dinámica: “Jugábamos con algo muy delicado, que era hacer una comedia romántica con personajes que tienen patologías. Y, en ese sentido, hicimos un trabajo bastante conjunto y compartimos mucho nuestras inquietudes, nuestros miedos, proponíamos cosas... Todos nos informábamos mucho sobre todo. Y sí creo que hemos conseguido hacer una comedia dándole mucha más humanidad a estos personajes. No nos hemos quedado en lo grueso ni en la parodia. Y, aparte, creo que se cuenta que son personas que tienen ganas de superarse; y algo que me ha parecido muy bonito es que saben todos la enfermedad que tienen y quieren recuperarse y evolucionar. Tienen claro que quieren estar en el psiquiátrico y tratarse, que no están en el limbo”.
Luis Zahera está de acuerdo con la actriz y aporta su visión del asunto: “Me parece que hay que normalizar estas cosas, y huir de los estereotipos que hay con las enfermedades mentales. Y creo que está muy bien abordarlas desde la comedia en estos tiempos. Conocí de primera mano la efervescencia de los ochenta, y un peligro que veo yo es este ambiente de autocensura que hay. ¿Es complicado?, ¿es digno?, ¿hay riesgo en hacer una comedia que ocurre en un psiquiátrico? No, la comedia puede ocurrir en cualquier sitio. Creo que el planteamiento de Dani de la Orden y de los compañeros es muy digno”. Y remata Aixa Villagrán: “Creo que la película desestigmatiza, ayuda a no tener esa vergüenza o esa falta de empatía por las personas que padecen patologías”.
Un loco de grabar
A Álvaro Cervantes “le gustaría recalcar el hecho de trabajar con un director de su generación”. Era la primera vez y si, “al final, la figura del director la ves como la del adulto, que aquí tenga una mirada parecida acerca del mundo ha sido muy bonito y muy emocionante”. Y Susana Abaitua admite la devoción obvia del reparto: “Le queremos un montón. Es un loco de grabar, nos da mucha libertad, se le ve disfrutar... Realmente, la imagen que tengo de Dani en combo es la de un niño pequeño, como una lagartija de un lado para otro... Esta película es muy importante para él. Nos ha metido en su mundo y nos hemos dejado llevar”.
“A pesar de que todos teníamos muy presente que queríamos darle profundidad y humanidad a los personajes, no hemos perdido en ningún momento lo lúdico, la diversión, el cachondeo”, cuenta Aixa Villagrán. “Y Dani tiene la facilidad de darte libertad a la hora de crear el personaje e improvisar, y eso es otro regalo; es muy guay”. “Dani de la Orden es un amor”, insiste Luis Zahera. “Es un tipo que mide seis metros de altura y calza un ciento ocho, que vive para el cine. Es como un director-niño gigante. Y a todos los actores y actrices que me estéis leyendo, os digo que ojalá os toque el momento de trabajar con el gran Dani de la Orden”.