¿Recuerdas cuando podías manejar el teléfono con una sola mano? Así titulábamos en Hipertextual un artículo publicado a mediados de 2018, momento en el que Apple, tras la presentación del iPhone XS, anunciaba en paralelo que dejaba de vender el iPhone SE de primera generación en su web y tiendas oficiales.

Todo parecía indicar entonces el adiós del chiquitín, el último heredero entonces en diseño de los modelos clásicos de iPhone. Se suponía que Apple bajaba la bandera en su lucha por mantener activo el nicho de los teléfonos compactos. Aquellos que, efectivamente, se podían utilizar en diagonal llegando a todos los puntos de la pantalla en un momento dado con el pulgar.

Año y medio después, el panorama ha cambiado mucho en el mercado de los smartphone. Por aquel entonces ya se venía rumoreando que Apple estaría trabajando en un nuevo modelo SE que finalmente se haría esperar hasta la primavera de 2020. Y unos meses y pandemia después, con la presentación de los iPhone 12, la compañía de Cupertino revelaba algo que no entraba entonces en la ecuación: el nuevo modelo 12 mini que se llevaba más de una pulgada con su hermano Pro Max y casi tres centímetros de longitud.

El nuevo SE fue un éxito, el 12 mini parece que no tanto

El regreso de Apple en su apuesta por las pantallas pequeñas contradice en cierto modo el camino que había tomado la industria en los últimos años. Aunque sobran los ejemplos sobre cómo Apple ha marcado las tendencias del resto de fabricantes.

Así pues, y aunque parece imposible que volvamos a las 4 pulgadas que ofrecía el SE original, las 4,7 del SE de segunda generación marcaban un antes y un después que recogería con más fuerza el 12 Mini. Con 5,4 pulgadas -pero menos tamaño incluso que el SE de 2020 debido a la ausencia de bordes- frente a las 6,1 del iPhone 12 normal o las 6,7 del modelo Pro Max, la apuesta de este pequeño iPhone con todas las características y componentes de la alta gama subrayaban el mensaje: Apple apostaba por los compactos de nuevo.

El camino hasta el lanzamiento del Mini y los motivos para ponerlo en el mercado se pueden entender mejor viendo el éxito que supuso en ventas la segunda generación del SE. Entendido como un modelo económico que pudiera entrar de lleno a competir con buena parte del mercado Android, el SE se entendía como el nuevo modelo de iniciación para usuarios que nunca hubieran apostado por el ecosistema iOS y que ahora tenían uno a un precio ajustado al que dar una oportunidad.

El plan funcionó. Aunque Apple ya no publica los datos de venta de iPhone segregados por modelos, diversos informes ponían sobre la mesa que el nuevo SE se había hecho hasta con el 22% de las ventas de nuevos iPhone en Estados Unidos.

Las ventas del 12 Mini podrían no ser las esperadas

Pero esta buena sintonía no parece haber funcionado de igual forma con el 12 Mini. Esta semana saltaba una información no confirmada por Apple que decía que Pegatron, el ensamblador taiwanés al que se había confiado la fabricación del 12 Mini, había visto cómo sus encargos de fabricación se reducían. Mientras, los mismos reportes aseguraban que Foxconn, encargada de los iPhone 12 Pro y Pro Max, aumentaban su fabricación.

En pocas palabras, el iPhone 12 Mini no se vende tan bien como se esperaba mientas que los modelos Pro y Pro Max, la apuesta más ‘grande’ en pantalla de Apple, sí.

A ello se suma una estimación de ventas por parte de la consultora Consumer Intelligence Research Partners (CIRP), que, analizando la venta de modelos de iPhone en el último trimestre del año, extrae lo que se ve en el siguiente gráfico:

CIRP. Distribución de ventas de iPhone por modelo.

El 12 mini se habría quedado apenas con un 6% de las ventas, viéndose superado por la mayoría de modelos a la venta, incluyendo el SE nuevo, todos las otras versiones del 12, y de forma significativa por el iPhone 11. Este último, por su abaratamiento, es el que los analistas ven como el gran causante de la caída del Mini.

Entre un móvil pequeño pero de gama alta y última generación, y uno grande de la generación anterior, parece que se está vendiendo mejor el segundo.

“El nuevo iPhone mini probablemente decepcionó a Apple con solo un 6% de ventas en el periodo”, explica Mike Levin, cofundador de CIRP en la nota que acompaña sus estimaciones. “Su cuota se situó justo por encima de la del iPhone XR, lanzado en 2018 y que ahora tiene un precio de 499 dólares, la del iPhone 11, con un año de antigüedad y que ahora se vende por 599 dólares, y la del iPhone SE de segunda generación, lanzado en abril de 2020 a 399 dólares. Parece que su mayor precio en comparación con esos tres modelos limitó el atractivo del iPhone 12 mini”.

Y en medio de esto, un nuevo Xperia Compact

Pero mientras los iPhone dan una de cal y otra de arena sobre este regreso de los móviles pequeños, Sony podría estar trabajando en un relanzamiento de su Xperia Compact, el modelo que ha sido el último bastión de los compactos en Android durante muchos años, aunque siempre apostando más por lo contenido en el ancho que lo alto del terminal.

Solo se conoce del nuevo Xperia Compact a través de imágenes filtradas por OnLeaks, que nos muestran un terminal que se iría a las 5,5 pulgadas, algo más grande que el Mini, y del que aún no se conocen especificaciones que nos puedan asegurar si va encaminado hacia la gama alta o de media.

Las pantallas grandes y pequeñas, una cuestión geográfica

De un modo u otro, y a expensas de lo que el Mini o el Xperia acaben resultando, parece claro que el camino hacia las pantallas cada vez más grandes que ha hecho la industria está ligado a algo muy claro: el aumento del mercado asiático y africano.

Según DeviceAtlas, donde se recopilan estadísticas por dispositivos, los países donde son más comunes los smartphone que superan las 5,7 pulgadas son Malasia, Egipto y Rusia. Lo mismo ocurre con las de 5,5 en India o Nigeria, donde se indica “que esta es la principal forma de acceso a internet para mucha gente”. Hay que tener en cuenta que puestos a reducir elementos por economía, un móvil es vital frente a un portátil, y desde luego una tablet.

Tamaño de pantalla más populares en el mundo (2019)

Aunque este efecto no pueda marcar absolutamente todas estas lecturas ya que un consumidor elige un móvil por muchas más cosas que su pantalla, sí que ha facilitado unificar un criterio: las pantallas grandes se venden mejor en países emergentes, con la mayoría de la población mundial, y dado que las pantallas pequeñas también tendían a la baja en occidente, qué mejor que potenciarlas también ahí.

Los iPhone compactos, una apuesta que viene desde Steve Jobs

Existe una declaración muy recordada de Jobs en 2010, un año antes de fallecer, en la que aseguraba que “los teléfonos grandes no se iban a vender” porque consideraba que eran incómodos al tener que utilizarse con más de una mano.

La eterna apuesta por la ergonomía y la comodidad era un mantra en la vida del antiguo CEO de Apple, que parecía mantenerse firme en no querer crear dispositivos intermedios entre el iPhone y su nueva tableta. Una decisión que se mantuvo firme en la compañía y que dio lugar casi a una batalla dialéctica entre los móviles compactos frente a los grandes, como se puede ver en este recordado anuncio del iPhone 5. Todo se podía hacer con el pulgar.

Desde entonces, y aunque parece que lo dejó a un lado durante un tiempo, Apple ha sido la única gran compañía que con los SE y ahora con el Mini ha mantenido esta apuesta firme por los compactos. Veremos si la puede mantener, seguro que hay una parte de los usuarios que se lo agradece.