El mundo oculto de Sabrina estrenó su cuarta y última temporada. Se trata de una despedida un tanto agridulce, un tanto porque decimos adiós a un gran personaje, pero también por la forma en como fue hecha. Aquí repasamos lo que nos pareció la última entrega del show creado por Roberto Aguirre-Sacasa.

Te recordamos que hablaremos de las primeras tres temporadas de El mundo oculto de Sabrina, aunque no haremos spoilers de la cuarta.

Debemos recordar que El mundo oculto de Sabrina, además de sus temporadas regulares, tiene un especial de Navidad (2018). En general esta serie basada en los cómics del mismo nombre es entretenida y, sí, sorprendente por sus temáticas. El personaje de Sabrina fue construido con soltura y ofreció mucho más que un show de adolescentes. Sin embargo, en su cuarta entrega, quizá por su abrupta cancelación, las cosas no terminan del todo bien.

Un final apresurado

El mundo oculto de Sabrina

En julio de 2020, Netflix anunció que El mundo oculto de Sabrina terminaría en su cuarta temporada. Quizá la sorpresa fue incluso para su creador y su equipo de escritores, al menos así lo parece a la luz de los resultados. En su temporada de despedida la serie de "desmorona". Con arcos que se establecieron desde las primeras entregas que no se resuelven y con finales para algunos personajes que simplemente se desdibujan.

En pocas palabras, podemos decir que El mundo oculto de Sabrina cierra con gran apresuramiento y no está a la altura de sus personajes. Es lamentable, porque cada una de las figuras principales son muy interesantes y robustas, como las propias tías de Sabrina, Ambrose y el inigualable grupo de amigos de la protagonista: Theo, Roz y Harvey. Así como los del reino de los brujos como Prudence, el Padre Blackwood, Lilith y Lucifer.

En fin, es una lástima que El mundo oculto de Sabrina se despidiera de esta forma, es decir, apresurada y injusta para muchos de los personajes.

'El mundo oculto de Sabrina', y el recurso Deus ex machina

Una de las características del show de Netflix era su osadía para presentar temas pocas veces tratados con humor y soltura en la televisión. Como los temas satánicos, la representación de diversos personajes paganos, ritos y demás cosmogonía del folklor estadounidense sobre brujería. En la cuarta temporada se utilizan otra clase de entes sobrenaturales y se continúa con el fórmula de "el monstruo de la semana", mientras una gran última aventura se va desenvolviendo para cerrar. Sin embargo, el resultado no es sorprendente sino caótico.

Gran parte de esto se debe, en gran medida, porque se utiliza como eje a un desgastado padre Faustus Blackwood. Al principio de la serie este personaje tenía gran relevancia y diversos trasfondos discursivos (como la misoginia, el abuso de poder y demás) que resultó en un villano digno del show. Sin embargo, en la entrega de cierre su personaje se siente cansino y molesto. Lo peor es que en dos momentos clave se utiliza el recurso Deus ex machina para arreglar los asuntos más intrincados (o que al menos así lo parecían en un principio). Diluyendo la fuerza de las aventuras y cayendo muchas veces en problemáticas sin sentido.

Adiós a un buen show

La buena noticia entre las malas es que en El mundo oculto de Sabrina hay varias canciones, buenos romances, bodas y varios homenajes; tanto al género del horror como al divertido programa de los noventa basado en estos cómics: Sabrina, la bruja adolescente.

Aunque su cierre es accidentado, sí que nos entregó buenos y divertidos momentos este show de Netflix. La cuarta y todas las temporadas de El mundo oculto de Sabrina ya se encuentran disponibles para todos los suscriptores de la plataforma.

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