Durante siglos se le ha conferido a la luna llena un amplio abanico de propiedades sobrenaturales. Desde determinar el género de los niños que se conciben en las noches en los que se posa sobre el cielo hasta, por supuesto, despertar hombres lobo y otras criaturas nocturnas. Poco a poco se ha visto que todo esto son mitos. Sin embargo, sí que parece haber una influencia de la luna llena sobre el sueño.

Es la conclusión de un estudio, recién publicado en Science Advances por científicos de las universidades de Washington, Yale y Quilmes. En él, se analizan los ciclos circadianos de cuatro grupos de población, ubicados en enclaves muy diferentes, pero con un curioso factor común en lo que a dormir se refiere.

El poder de la luna llena sobre el sueño

Los autores del estudio empezaron motivados por conocer el papel de la luz en los ciclos circadianos.
Concretamente, querían saber si había una influencia notable en el hecho de tener acceso a la electricidad.

Por eso, reclutaron a tres grupos de voluntarios, pertenecientes a las comunidades indígenas Toba-Qom, de la provincia argentina de Formosa. En total eran 98 personas. A pesar de ser todos del mismo pueblo, las comunidades en las que vivían eran muy diferentes. La primera era totalmente rural, sin acceso a la electricidad. La segunda tenía un acceso limitado al suministro eléctrico. Y, finalmente, la tercera vivía en un entorno urbano sin limitaciones de este tipo.

Todos ellos se colocaron monitores de muñeca, dedicados a hacer un seguimiento de su sueño. Comprobaron que cuanto mayor era el acceso a la electricidad más tarde se iban a la cama y más cortos eran sus ciclos de sueño. Esto coincidía con otros estudios que apuntan a que la luz artificial influye negativamente en este aspecto. Pero quedaba saber si había algún tipo de influencia relacionada con nuestros antepasados. Aquellos para los que su única iluminación provenía de la Luna.

Por eso, buscaron fluctuaciones relacionadas con los ciclos lunares. Para tres cuartas partes de los participantes se habían obtenido datos de dos de estos ciclos completos, de modo que no tardaron en tener una respuesta: había una influencia de la luna llena sobre el sueño.

También en la gran ciudad

A pesar de las variaciones relacionadas con la electricidad, todos los participantes se iban más tarde a la cama y se despertaban más en las 3-5 noches anteriores a la luna llena.

Parecía que sí había una influencia, ¿pero tendría que ver con el hecho de que pertenecieran todos a una misma comunidad indígena? Para responder a esta cuestión, los autores del estudio recurrieron a datos de monitorización del sueño de 464 estudiantes universitarios residentes en el área de Seattle. Esta información se había obtenido también mediante monitores de muñeca, aunque con un objetivo diferente.

De cualquier modo, cuando los analizaron vieron que coincidían con los argentinos. No cabía duda. Había una influencia de la luna llena sobre el sueño.

Aunque el motivo no está del todo claro, estos científicos creen que se debe a la luminosidad de estas noches. Cuando la Luna está creciendo hasta llenarse, se hace cada vez más brillante y se encuentra en todo su esplendor justo después del anochecer. Cuando comienza las fases decrecientes también brilla mucho alta en el cielo, pero lo hace más tarde, cuando ya llevamos más tiempo durmiendo. Por eso, su influencia sobre los ritmos circadianos se hace más patente en las fases anteriores. Estos debían ser precisamente los días que nuestros antepasados aprovechaban para cazar o permanecer más activos, al contrario que en las noches de total oscuridad.

Lo ha explicado en un comunicado el autor principal del estudio, Leandro Casiraghi: “Presumimos que los patrones que observamos son una adaptación innata que permitió a nuestros antepasados aprovechar esta fuente natural de luz vespertina que se produjo en un momento específico durante el ciclo lunar”.

Las verdaderas propiedades de la Luna

En definitiva, nuestro satélite no tiene todas esas propiedades que aseguran las leyendas. Pero cada vez se conocen más. De hecho, este estudio acerca de la influencia de la luna llena sobre el sueño se ha publicado el mismo día que otro en el que se encuentra una vinculación con los ciclos menstruales.

Por lo tanto, ya lo sabes, si te sientes eufórico las noches de luna llena no significa que te vayas a convertir en lobo. Simplemente es que te va a costar un poco más coger el sueño.