No hay nada como mecer a un bebé para dormirlo. Aunque, realmente, esto no es algo que nos afecte únicamente cuando somos niños. ¿Quién no se ha quedado dormido en el hombro de un desconocido en el transporte público por el bamboleo del vehículo? En general, el uso de las vibraciones para dormir resulta muy útil para cualquier ser humano, sea cual sea su edad. Pero también para las moscas.

Lo cierto es que, a pesar del abismo que nos separa físicamente, hay algunos fenómenos en los que podemos compararnos con ellas sin problema. Y el sueño es uno de ellos. Los patrones cerebrales a la hora de dormir no son muy diferentes, de ahí que a menudo se usen en investigación. Por eso, fueron los animales experimentales elegidos por los autores de un estudio recién publicado en Cell Reports para analizar cómo nos ayudan las vibraciones a dormir mejor.

El efecto de las vibraciones para dormir

Durante el estudio, sus autores, procedentes del Instituto de Neurociencias Vickie & Jack Farber y el Centro de Biología Sináptica de la Universidad Thomas Jefferson, observaron los efectos de las vibraciones sobre el sueño de un grupo de moscas.

Curiosamente, al principio no solo no les ayudaban a dormir, sino que favorecían que se mantuvieran tensas y alerta. Sin embargo, con el tiempo se acababan relajando y lograban dormirse.

Esto, según ha explicado en un comunicado la autora principal, Kyunghee Koh, es un efecto del aprendizaje. Los insectos aprendían que no había nada que temer de ese bamboleo, por lo que terminaban durmiéndose.

No está claro que en los humanos también se trate de un comportamiento aprendido, aunque vale la pena estudiarlo. Y es que la vibraciones para dormir no solo ayudan a conciliar el sueño, sino que favorecen que sea más reparador.

Llegaron a esta conclusión tras observar que las moscas que se dormían de este modo respondían menos a los pulsos de luz, que en otra situación les habrían despertado. Eso indica que duermen profundamente. Además, una vez que se despiertan, están más activas, lo cual indica que han descansado mucho más durante el sueño.

Un bamboleo personalizado

Los investigadores descubrieron también que las vibraciones para dormir no eran igual de útiles para todas las moscas. Los antecedentes genético parecían afectar de algún modo, generando reacciones similares en animales genéticamente emparentados.

Por otro lado, la frecuencia y la amplitud de la vibración también parecían estar involucradas en la calidad del sueño.

Todo esto es muy preliminar, pero creen que, si siguen investigando por esta vía, podrían dar con métodos para desarrollar estrategias personalizadas que permitan mejorar el sueño de un persona.

Pero antes de eso necesitan saber qué neuronas están involucradas en la efectividad de las vibraciones para dormir. En un futuro esperan responder a esta cuestión en moscas, para avanzar después hasta los humanos. Hasta entonces, si tienes problemas de sueño prueba a dar un paseo en coche. Sin conducir tú, por supuesto.