Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Estos son los ocho planetas del sistema solar que orbitan alrededor de una misma estrella. Sin embargo, hace años que se habla de la posible existencia de un noveno planeta orbitando alrededor de nuestro Sol. Pero nunca antes se había encontrado un planeta con una órbita extraña. Hasta ahora, ¿qué se ha visto? ¿Y cómo puede ayudarnos a encontrar al hipotético planeta nueve?

Una investigación publicada en The Astronomical Journal explica que un exoplaneta conocido como HD 106906 b es el que puede propiciar que busquemos al noveno planeta. Por norma general, los planetas orbitan relativamente cerca de su astro. Sin embargo, este exoplaneta tiene una extraña forma de girar alrededor de sus estrellas: tarda alrededor de 15.000 años en orbitar su binaria. Además, es la primera vez que se ha podido caracterizar una órbita tan grande, según apunta ScienceAlert.

HD 106906 b tiene 11 veces la masa de Júpiter y orbita una estrella binaria llamada HD 106906, son un par de astros calientes de color amarillo-blanco; estos soles tienen "solo 15 millones de años y se orbitan entre sí en solo 100 días".

Y aunque en general este sistema solar el muy diferente del nuestro, puede ayudarnos a encontrar el hipotético planeta nueve. "Este sistema hace una comparación potencialmente única con nuestro Sistema Solar", comentó el astrónomo Meiji Nguyen de la Universidad de California en Berkeley. "Está muy separado de sus estrellas anfitrionas en una órbita excéntrica y muy desalineada, al igual que la predicción para el Planeta Nueve. Esto [plantea] la cuestión de cómo estos planetas se formaron y evolucionaron para terminar en su configuración actual".

Encontrar planetas

Pero, ¿por qué solo hemos visto un planeta con una órbita de este tipo? La respuesta está en la forma en la que buscamos los exoplanetas. Y es que uno de los métodos consiste en mirar las estrellas y ver si su luz disminuye, pero después vuelve a la normalidad. Esto es lo que conocemos como el método de tránsito y la luz en realidad no disminuye, sino que es porque pasa por delante un exoplaneta (o más de uno). El otro método, según explican en ScienceAlert es el de oscilación y se buscan también "cambios muy pequeños en las longitudes de onda de la luz de un astro cuando es arrastrada por la gravedad del exoplaneta".

Esto da resultados que suelen ser regulares, al igual que siempre se tarda el mismo tiempo en que la Tierra dé una vuelta al rededor del Sol. Sin embargo, para planetas con órbitas más grandes, como puede ser el caso de HD 106906 b o incluso nuestro planeta nueve, estos métodos no sirven. No del todo. Es más, para Júpiter habría que estar observando durante unos 12 años, que es lo que tarda en dar una vuelta completa.

Sabemos que HD 106906 b es un exoplaneta muy extraño, no solo por cómo se mueve. Sino que, además, contamos con fotos suyas desde 2013. Y fue muy difícil calcular su órbita. Para lograrlo, un equipo de investigadores necesitó datos del Telescopio Espacial Hubble. Y retrocedieron 14 años en los archivos hasta dar con más datos sobre HD 106906 b y su traslación, que se mueve lentamente a una distancia de 737 unidades astronómicas de sus estrellas. Y así es como dieron con su movimiento de 15.000 años.

El eje orbital inclinado

ESA/Hubble, M. Kornmesser

Pero lo más raro que han descubierto de HD 106906 b no es eso. Sino que su eje orbital está inclinado. Es decir, si se mira el sistema solar, se puede ver que todos los planetas están sobre el mismo plano. Pero no sucede lo mismo con el exoplaneta, al igual que, se cree, que pasa con el planeta nueve.

"Sería extraño si, digamos, Júpiter estuviera inclinado 30 grados con respecto al plano en el que orbitan todos los demás planetas. Esto plantea todo tipo de preguntas sobre cómo HD 106906 b terminó tan lejos en una órbita tan inclinada", comentó Nguyen.

Una de las posibles respuestas que dan los investigadores es que este exoplaneta nació vagando por el espacio hasta que pasó tan cerca de las estrellas binarias que quedó atrapado por ellas. Pero la hipótesis favorita y por la que se inclina el equipo es otra, aunque ambas llevarían a este exoplaneta a tener una extraña órbita. Y es que HD 106906 b habría nacido en el disco de escombros de la binaria. "El arrastre del disco habría provocado que la órbita del exoplaneta decayera hacia el astro. Allí, en una órbita más cercana, las interacciones gravitacionales entre las dos estrellas podrían haber impulsado al exoplaneta a una órbita mucho más lejana y muy inclinada que se estabilizó con un astro que pasaba", indican.

"Es como llegar a la escena de un accidente automovilístico y tratar de reconstruir lo que sucedió", ilustró el astrónomo Paul Kalas de la Universidad de Berkeley. "¿Son las estrellas pasajeras las que perturbaron el planeta, luego el planeta perturbó el disco? ¿Es el binario en el medio lo que primero perturbó al planeta y luego perturbó el disco? ¿O las estrellas pasajeras perturbaron tanto el planeta como el disco al mismo tiempo? Este es un trabajo de detective de astronomía, reuniendo la evidencia que necesitamos para encontrar algunas historias plausibles sobre lo que sucedió aquí".

¿Y el planeta nueve?

Todavía no lo hemos encontrado, pero estamos trabajando en ello. De hecho, cualquiera de las dos hipótesis de cómo terminó en tan extraña órbita HD 106906 b también se utilizan para explicar el paradero del planeta nueve. Aunque en este caso, sí sabríamos quién le dio la patada y probablemente fue Júpiter.

Pero, ¿cómo sería el planeta nueve? Bien, todo lo que sabemos, más allá de que Júpiter le dio la patada, es que podría tener entre 5 y 10 veces la masa de la Tierra. Y una órbita alrededor de 300 a 700 unidades astronómicas del Sol,.

Es probable que el planeta nueve nunca sea encontrado, hay muchas dudas al respecto. Más dudas que certezas. Sin embargo, encontrar al extraño exoplaneta HD 106906 b podría ser lo que necesitamos para dar con él. Y si llegamos a dar con este nuevo planeta, ¿qué nombre le pondremos?